Si la apodan la ‘Perla del Índico’, es por algo. Selvas, cataratas y una abundante cultura que va más allá del exotismo para impactarnos de las más variadas maneras. Sri Lanka está de moda, pero no para cualquiera. Tanto el viajero muy experimentado como el que busca un destino muy sensitivo tiene una opción perfecta y poco conocida, por eso es tan atractivo.
Por supuesto que hay mar, porque para una isla es parte de su patrimonio. Para empezar, con playas de ambiente tropical y aguas cálidas como las de Trincomalee, donde, rodeados de palmeras y aguas transparente, nos internamos en la típica fotografía de entorno playero paradisiaco.
Podemos encontrar playas más tranquilas o más pobladas, pero son las de Pigeon Island las que mejor sabor de boca nos dejarán en nuestra memoria viajera. Sobre todo, si lo que pretendemos es sumergirnos para hacer snorkel. Hay escuelas de submarinismo en toda la isla, aunque la menor claridad de las aguas dificulta un tanto otear peces. Los lugares más recomendados para el buceo con tubo son Hikkaduwa, Kalpitiya o Unawatuna, entre otros.
Además, estamos ante uno de los mejores destinos a nivel mundial para el turismo de aventura. Esta joya natural del Índico nos arrancará sonrisas y gestos de maravilla con prodigiosos paisajes, con una fauna generosa en especies y número. Entre cocodrilos, elefantes, leopardos y búfalos, tendremos un potente día de safari en el Parque Nacional de Yala. Pero también podríamos practicar BTT, trekking y una amplia y variada oferta de deportes integrados a la perfección en la naturaleza.
Pero en Sri Lanka no solo hay playa, sino montaña. La gran roca de Sirigiya es otra visita obligada, por su valor arqueológico y porque, en efecto, hace que empecemos a acostumbrarnos a los largos paseos. En la cima de la propia roca, además de las prodigiosas vistas del entorno, podemos disfrutar de un romántico paseo por las ruinas de un antiguo palacio con cuevas adornadas por pinturas igualmente antiguas. Un prodigioso entorno natural al que sumar otros puntos de interés, entre cascada, jardines y piscinas naturales.
"Las playas de Pigeon Island son las que mejor recuerdo nos dejarán, junto a las selvas, las cataratas y la abundante cultura de la isla"
Poco a poco vamos explotando la vertiente más deportiva y activa del lugar. Parques naturales como Yala, Horton Plains y Lunugamwehera contribuyen a que vivamos todavía un poco más el espíritu indomable de este país asiático. Practicar trekking por el valle de Knuckles nos permite adentrarnos en la honda espiritualidad budista de Sri Lanka, además de conocer su arquitectura religiosa… pero, sobre todo, caminar por pueblos de montaña, los bosques de Sandy y disfrutar de los excelentes paisajes.
Si lo nuestro es la escalada, la cosa puede ponerse más extrema en los paisajes del pico de Adán, aunque la peculiar orografía rocosa de Sri Lanka permite que encontremos abundantes paredes bien dispuestas para ser escaladas.
El afán aventurero todavía no desciende y, entre tanto río, es inevitable que pensemos en los descensos en rafting por aguas bravas. Ya sea en piragua, en kayak o en cualquier clase de bote, el lugar idóneo es cerca de Kitulgala, que incluye desde zonas de aguas tranquilas a rápidos de clase IV o V. Numerosas compañías turísticas operan en el lugar para alegría de los devotos del agua. Ojo también con el esquí acuático: la abundancia de playas de aguas cálidas y arena blanca invita a coger un poco de velocidad. Las mejores ubicaciones en este sentido son Kumudu Balley, Hikkaduwa y Bentota.
Aunque no es en absoluto la única actividad acuática que nos espera allí: los surfistas saben muy bien que Sri Lanka puede ser, según la época y la costa en la que nos encontremos, un lugar ideal para cabalgar las olas. En Midigama, en la costa sur, las olas son más suaves, pero es en la bahía de Arugam donde podemos encontrar las más largas. En la costa oeste está Hikkaduwa, de aguas igualmente tranquilas. Nuestros vecinos pueden ser los practicantes de kitesurg y windsurf, otras dos actividades muy queridas en las playas de Sri Lanka en lugares como Bentota o Negombo.
"La denominada como ‘Perla del Índico’ tiene playa y montaña y es una opción perfecta y todavía poco conocida"
No menos emocionante es la tirolina, que nos obliga a desplazarnos de nuevo a entornos algo más montañosos. Si no tenemos vértigo, podemos acudir a Ella, un popular enclave de Sri Lanka con, por supuesto, excelentes vistas panorámicas de las montañas y los bosques. Es la guinda de un pastel que permite a los turistas tranquilos y a los que desean emociones fuertes convivir en armonía. La diversión, por tanto, está más que garantizada para los más aventureros en un lugar que tiene bien ganada su reputación de paraíso turístico.
Laura Pugnaire de PANGEA The Travel Store recomienda:
Sri Lanka, ese lugar del mundo en el que la historia milenaria se entrelaza con paisajes exuberantes y una hospitalidad sin igual. Esta isla mágica, conocida como la ‘Perla del Océano Índico’ o ‘la lágrima de la India’, es un paraíso escondido que ofrece una experiencia de viaje inigualable, llena de contrastes y diversidad. Desde playas paradisíacas hasta colinas cubiertas de té, desde safaris emocionantes hasta retiros de bienestar, Sri Lanka tiene algo especial para cada tipo de viajero. ¡Prepárate para tu viaje a Sri Lanka!
Desayunar frente al mar y disfrutar de masajes rejuvenecedores con aromas esenciales
Mi aventura comenzó en las playas paradisíacas de Bentota, en la costa oeste, un lugar en el que el tiempo parece detenerse. Las exclusivas villas de playa y resorts de lujo, como el Shangri-La's Hambantota Resort & Spa, brindan un refugio perfecto para aquellos que buscan relax y exuberancia junto al mar. Ese suave sonido de las olas al despertar y ese desayuno en la terraza con vistas al océano… ¡Fue increíble! El día continuaba con largas caminatas por la playa y masajes rejuvenecedores en el spa, donde el aroma de aceites esenciales y la brisa marina se combinaban para crear una sensación de paz absoluta.
Hacer una visita guiada al Monasterio Bhikkuni
Sri Lanka es un país con una rica herencia cultural que ofrece una visión profunda del pasado glorioso de la isla. Uno de los momentos más memorables de mi viaje fue la visita guiada al Monasterio Bhikkuni, un centro de meditación dedicado a las mujeres que siguen el budismo y que ofrece una experiencia única, inspiradora e inolvidable.
Caminando por el recinto con un guía experto, aprendí sobre los principios fundamentales del budismo y la historia de Mahapajapati Gotami, la primera mujer en buscar la ordenación directamente de Buda. El ambiente sereno, el silencio del Monasterio y las enseñanzas profundas de las monjas me dejaron bastante impresionada. Repetiría esta visita sin dudarlo.
Observar elefantes y leopardos en un safari de lujo
Para los aventureros, Sri Lanka es un tesoro de maravillas naturales. Los safaris en el Parque Nacional Yala permiten encuentros cercanos con elefantes, leopardos y una variedad de fauna exótica. Opté por un safari personalizado en un jeep de alta gama, lo que me permitió explorar el parque con total comodidad.
La emoción de ver a un leopardo descansando en una rama o a una familia de elefantes cruzando un sendero me quedó boquiabierta. ¡No hay nada mejor que ver a los animales en su hábitat natural y Sri Lanka es uno de los mejores destinos para hacerlo! Pero mi experiencia no terminó ahí. Después del safari, cuando caía el sol, estuvimos disfrutando de un cóctel mientras veíamos la puesta de sol con la música ‘en directo’ de los sonidos de la selva.
Ver el amanecer desde la roca Pidurangala y coronar las colinas de té
Las colinas de Sri Lanka, especialmente en regiones como Nuwara Eliya y Ella, son famosas por sus plantaciones de té. Mi estancia en Ceylon Tea Trails fue como un viaje al pasado, alojándome en una villa colonial restaurada con todas las comodidades modernas. Las visitas guiadas por las plantaciones, seguidas de degustaciones de té, fueron una delicia.
Pero antes de eso, en cuanto sonó la alarma, emprendí un pequeño trekking para coronar Pidurangala, una de las rocas más famosas del país. Desde la cima, observé cómo el cielo cobraba vida con tonos rosados y dorados, ofreciendo una vista impresionante sobre el verde paisaje y la imponente roca de Sigiriya. Aquí viví uno de los momentos inolvidables del viaje, desayunar en la cima de Pidurangala mientras sale el sol y disfrutas de la belleza natural de Sri Lanka.
Disfrutar de una cena privada en Colombo en la casa de un local
La cocina de Sri Lanka es una delicia para los sentidos. En Colombo, cené en el famoso ‘Ministry of Crab’, el restaurante más conocido y lujoso de Sri Lanka y donde los chefs de renombre preparan festines que combinan especias exóticas y productos frescos del mar, siendo su cangrejo a la pimienta con base Dashi el plato estrella.
Pero la experiencia culinaria más íntima fue en una casa privada, donde disfruté de un menú degustación de ocho platos en un ambiente animado. Cada bocado estaba lleno de historia y sabor, y, mientras saboreaba los deliciosos platos, escuché fascinantes historias sobre el antiguo Ceilán y su herencia culinaria. Esta cena privada me permitió conectar profundamente con la cultura y la gastronomía locales. ¡Ese fue el verdadero lujo! Poder cenar en una casa con locales y saber de qué punto de la isla es cada plato.
Hacer una sesión de Yoga en Kandy rodeado de naturaleza
Sri Lanka es también un destino destacado para el bienestar y el rejuvenecimiento. En el Santani Wellness Resort & Spa disfruté de un retiro personalizado de Ayurveda y yoga, diseñado para revitalizar cuerpo y mente. Los tratamientos de spa, inspirados en antiguas tradiciones de curación, utilizan ingredientes naturales locales para ofrecer una experiencia de bienestar única.
Una mañana participé en una relajante sesión de yoga en Kandy, guiada por un experto instructor que me llevó a través de diferentes estilos de yoga. Esta práctica, al amanecer y rodeada por la serenidad de la naturaleza, me dejó renovada y en paz.
Recomiendo Sri Lanka por su combinación perfecta de playas paradisíacas, cultura y patrimonio, aventura y naturaleza. Cada experiencia, desde los lujosos resorts hasta los encuentros con la fauna y la gastronomía exquisita, te hará sentir que estás en un lugar verdaderamente especial.
¿Estás listo para descubrir la perla del Océano Índico y vivir una aventura inolvidable? El paraíso te espera, con su rica herencia, paisajes impresionantes y hospitalidad sin igual. ¡No esperes más, diseña a medida tu viaje de lujo a Sri Lanka, la lágrima de la India te está esperando!
