Nacida en 2023 como la plataforma En estos 25 años de historia, Capital ha observado cómo la economía ha dejado de entenderse sólo en márgenes de beneficio y ha comenzado a incorporar preguntas sobre legado, propósito y comunidad. En esa evolución silenciosa, hay iniciativas que destacan, además de por su volumen de inversión, por la naturaleza de su apuesta. Es el caso de Palladium Cares, que en su segundo aniversario ha dejado claro que su intención es sumar.
Nacida en 2023 como la plataforma de responsabilidad social corporativa de Palladium Hotel Group, Palladium Cares surge de un compromiso genuino, con el fin de generar impacto social, cultural y ambiental duradero en los destinos donde el grupo opera. El proyecto se construye sobre pilares estructurales: ‘Our People, Our Communities, Our Planet’, y desde 2025, también ‘Our Company’.
Este último eje expresa una convicción sencilla pero contundente: no puede haber compromiso con el entorno sin responsabilidad interna. La ética corporativa, la transparencia, la coherencia con los estándares internacionales y una cultura organizativa sólida forman parte del mismo mapa. Uno que no aparece en catálogos de viaje, pero sí en los balances de impacto real.
Uno de sus ejemplos más visibles está en Quintana Roo, México. Desde octubre de 2024 funciona en la zona continental de Isla Mujeres un centro comunitario que ha atendido a más de 2.000 personas. Talleres de oficio, actividades intergeneracionales, formación para el empleo y espacios de encuentro para mujeres, jóvenes y mayores lo convierten en un referente de intervención social en un entorno donde la infraestructura comunitaria suele quedar rezagada frente al desarrollo turístico. En total son nueve centros, repartidos en México, Brasil y Jamaica.
Muchos de los estudiantes que han pasado por estos centros hoy hacen prácticas en hoteles del grupo. El objetivo no es integrarlos en el mercado, sino integrarlos en el entorno. Y en paralelo, los propios empleados gestionan internamente un fondo de apoyo mutuo para compañeros que atraviesan dificultades. Un mecanismo de solidaridad horizontal que se activa cuando más se necesita.
Ese mismo principio, el de hacer comunidad, se traslada a cada hotel y oficinas centrales del grupo a través del programa ‘4 Causes 4 Quarters’, que permite a los empleados decidir en qué proyectos sociales quieren implicarse en torno a cuatro ejes: acompañamiento del mayor, protección a la infancia, cuidado del planeta y desigualdades. En 2024, está acción ha contando con más de 1063 colaboradores de hotel y oficinas centrales que han participado en el proyecto que ha beneficiado a más de 2348 personas.. En paralelo, los huéspedes también pueden contribuir: el programa ‘Sandy Footprints’ les permite aportar útiles escolares, donar al hacer el check-out o simplemente tomar conciencia.
Más allá del plano humano, Palladium Cares ha desarrollado una estrategia medioambiental tan detallada como eficaz. En el último año, se han ahorrado más de 2 millones de litros de agua gracias a mejoras en los sistemas de gestión alimentaria. Se han evitado más de 10 toneladas de emisiones de CO2. Pero el compromiso no se queda en indicadores.
Programas como ‘Soap for Hope’, que transforma el jabón sobrante de los hoteles de México y República Dominicana en productos básicos para comunidades vulnerables, y ‘Linens for Life’, que convierte sábanas en bolsas reutilizables o kits de emergencia, demuestran cómo una buena política de residuos puede convertirse en motor de inclusión. Reducir, sí. Pero también redirigir, reutilizar y reimaginar.
En términos de biodiversidad, el trabajo es igualmente constante. En Riviera Maya, Palladium Hotel Group gestiona el único campamento privado de conservación de tortugas marinas de la zona. En Brasil, colabora con el reconocido Proyecto Tamar. Cada año se protegen cientos de nidos, se liberan miles de crías y se involucra a biólogos locales. En 2025, el programa se extenderá a los arrecifes de coral, cuya protección es urgente.
"En 2025, Palladium Cares amplía su acción a la protección de arrecifes de coral"
Pero si hay un gesto que resume el enfoque de Palladium Cares, tal vez sea la financiación universitaria que ofrece la Fundación Abel Matutes a hijos de empleados. Se trata de un sistema integral que cubre matrícula, manutención, transporte y tecnología; una inversión en futuro con nombre y apellido. No hay retorno económico inmediato, pero sí una rentabilidad social incuestionable.
Así, mientras muchas estrategias de sostenibilidad luchan por destacar en medio del ruido corporativo, Palladium Cares ha optado por avanzar con el ejemplo. No hace lo correcto para contarlo, sino porque la compañía cree en ello. Y ese compromiso, lejos de la autocomplacencia, se renueva día a día, desde cada hotel, cada iniciativa local, cada decisión que evita mirar hacia otro lado.
A día de hoy, Palladium Cares busca seguir aprendiendo desde el lugar, desde la escucha, desde la acción. Así, este modelo plantea una alternativa: la del impacto que permanece más allá del paso de los visitantes. Un compromiso que se mide en vínculos, no en visitas.
La responsabilidad como nuevo modelo hotelero
Hay formas de llegar a un sitio y dejarlo exactamente igual que antes, con la cama hecha y la foto tomada. Y hay otras formas, más lentas, que implican quedarse un rato más, mirar a los ojos y decir: "Aquí estoy, ¿qué necesitas?". Si uno se relaciona con un lugar como quien se muda por un rato a otra vida, entonces no solo mira el paisaje, sino también el barrio. No solo cena, sino que escucha. Y ahí empieza todo esto.
El turismo, ese gran engranaje económico que sostiene a millones de personas, supone más del 10% del PIB global. De cada diez personas que trabajan en el mundo, una lo hace en algo que tiene que ver con que alguien más duerma lejos de su casa. Pero el modelo clásico, ese de exprimir sin preguntar, hace tiempo que muestra grietas. Y no solo ecológicas: también morales.
Ahí entra el compromiso que compañías como Palladium Hotel Group deciden asumir de manera activa y se puede impactar de manera positiva. Con Palladium Cares, su programa de responsabilidad social corporativa, están trazando otra ruta. Una en la que la palabra ‘huella’ no remite a pisotón, sino a legado.
No se trata de poner plantas en el vestíbulo ni de apagar luces a medianoche. Aquí hablamos de centros comunitarios activos en México, Jamaica y Brasil, que ofrecen oportunidades de mejorar las perspectivas profesionales de personas.
En estos centros de capacitación se forman en oficios, sí, pero también construyen nuevas perspectivas. Algunos acaban trabajando en los propios hoteles. Otros, simplemente, siguen su camino mejor armados.
Se trata de tejer comunidad, siempre en línea con organismos locales y con un compromiso claro, el de sumar. Es que cuando un trabajador necesita ayuda, hay un fondo montado por sus propios compañeros que lo respalda. Y cuando el hotel organiza una recogida de residuos o una actividad con una escuela, no lo hace porque toque en el calendario, sino porque hay gente que se apunta voluntariamente. Es el programa ‘4 Causes 4 Quarters’, que suena a plan de acción interna, pero se vive como costumbre y nace de ella. Ya que antes de ordenarse en torno a un calendario y unas actividades planificadas, ya existía esa iniciativa propia de los empleados.
Y en los ecosistemas, donde uno podría pensar que todo queda lejos, también hay manos de Palladium Hotel Group.
Lo importante, en realidad, es que no lo cuentan como heroicidad. No hay música épica de fondo. Hay hechos. Y cuando los hechos se suman, hacen estructura. No es que quieran cambiar la definición de turismo, es que están intentando redefinir la manera de estar en las comunidades y formar parte de ellas. No se trata de turismo sostenible. Se trata de hacer empresa con responsabilidad territorial. De estar, de quedarse, de escuchar. Y si se puede, de mejorar un poco el mundo. No como eslogan, sino como práctica diaria.


