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Opinión

Redacción Capital

La conectividad avanzada, un habilitador de las capacidades para las transformaciones digitales

“Solo unas pocas empresas de telecomunicaciones han podido monetizar el 5G como para obtener un retorno adecuado de la inversión” 

Cuando hablamos hoy en día de tecnología nos referimos al principal catalizador del cambio en el mundo. Aumentar la productividad, impulsar el crecimiento e innovar y contribuir al bienestar de la humanidad es posible gracias a los avances tecnológicos, y de ellos se benefician tanto las empresas y gobiernos, como las instituciones sociales.  

La volatilidad del entorno actual hace difícil predecir cómo se desarrollarán las tendencias tecnológicas. A pesar de ello, los líderes pueden planificar mejor el futuro siguiendo el desarrollo de las nuevas tecnologías, anticipando cómo podrían utilizarlas las empresas y comprendiendo los factores que afectan a la innovación y la adopción. 

Es por ello por lo que desde el McKinsey Technology Council analizamos anualmente ¿Qué tendencias tecnológicas son más importantes para las empresas en 2022? donde se exponen las tendencias más importantes que se están desarrollando en la actualidad y se identifican los principales sectores en los que podrían aplicarse para crear mayores oportunidades de negocio, remodelar los mercados, impulsar la productividad, estimular el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de las personas. 

Una de las tendencias más relevantes y en la que creemos que vale la pena profundizar habla sobre las últimas herramientas tecnológicas de conectividad avanzada. Esta tendencia alude a nuevas herramientas que dotarán a las redes de una mayor cobertura geográfica, una menor latencia y una menor demanda de energía, mejorarán la experiencia del usuario y tendrán un alto impacto en más de 12 sectores. Para su adecuada implementación serán claves las redes de telefonía móvil 5G/6G, las redes inalámbricas de baja potencia o los satélites de órbita. 

La conectividad avanzada es un habilitador esencial de las capacidades revolucionarias de las transformaciones digitales, impulsando la eficiencia a través de la automatización y habilitando tecnologías que dependen de la conectividad de alta calidad, como la computación en la nube y el IoT. Además, las experiencias de los consumidores mejoran gracias a una calidad de servicio significativamente mayor, permitiendo a las personas trabajar a distancia, acceder a servicios que requieren mucho ancho de banda o transmitir contenidos de mayor calidad. Y, aunque el ritmo de adopción sea desigual, estamos hablando de una tendencia tecnológica que aspira a tener una huella global, ya que los países del sur y del norte se beneficiarán significativamente de ésta en el futuro. 

Por supuesto, además de los beneficios que ofrece la conectividad avanzada, es necesario que los líderes empresariales tengan en cuenta algunos riesgos e incertidumbres que conlleva, como la disponibilidad de algunas tecnologías. El 5G de banda alta, por ejemplo, puede verse limitado por las grandes inversiones de capital necesarias para construir redes con cobertura suficiente para los casos de uso generalizado. Otro de los aspectos a tener en cuenta es la viabilidad comercial; hasta el momento, solo unas pocas empresas de telecomunicaciones han podido monetizar el 5G lo suficientemente bien como para obtener un retorno adecuado de la inversión.  

En cualquier caso, los beneficios superan ampliamente a los riesgos y se estima que el impacto sobre PIB global procedente de la disrupción en las cuatro mayores industrias sea entre 1,2 y 2 billones de dólares. Pero ¿qué aplicaciones se podrán ver en sectores como la automoción, la sanidad, el aeroespacial o el retail?  

En el primero de ellos, la conectividad podría permitir el mantenimiento preventivo de los coches, mejorar la navegación, evitar las colisiones, posibilitar varios niveles de autonomía del vehículo y servicios de uso compartido; en los sistemas sanitarios, permitiría monitorizar a los pacientes en casa en tiempo real, suponiendo una gran ayuda en el tratamiento de enfermedades crónicas; en la industria aeroespacial, desde las comunicaciones críticas a través de redes no terrestres (NTN) hasta los activos de campo conectados, las expansiones de conectividad como las redes 5G pueden impulsar enormemente las capacidades y el rendimiento de los usuarios.

Por último, en el retail, la conectividad permitirá a los comercios minoristas gestionar el inventario, mejorar las operaciones de almacén, coordinar las cadenas de suministro, eliminar las actividades de caja y añadir realidad aumentada para mejorar la información sobre los productos, entre muchos otros beneficios. 

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