La computación cuántica se está convirtiendo en una realidad tangible y se perfila como una revolución tecnológica de gran magnitud, al empujar los límites del cálculo tradicional. Se trata de una tecnología que abrirá el camino para resolver problemas cuya complejidad o requisitos de tiempo están fuera del alcance de los ordenadores clásicos.
Ámbitos como la investigación farmacéutica, la modelización financiera, las predicciones meteorológicas, la detección de fallos o la investigación científica avanzada se encuentran entre los primeros en beneficiarse de esta capacidad de procesamiento inédita.
Así, a medida que los primeros prototipos se materializan y los algoritmos cuánticos se ponen a prueba, las compañías deben empezar a prepararse para esta transición. Esta anticipación estratégica les permitirá aprovechar antes las oportunidades que ofrece dicha tecnología, especialmente en lo que respecta al cálculo paralelo ultrarrápido, y obtener de esta manera una ventaja competitiva sostenible.
Una tecnología revolucionaria, pero con riesgos importantes
Si bien está claro que los ordenadores cuánticos resolverán problemas de gran complejidad, también traen consigo riesgos importantes para tener en cuenta. A largo plazo, esta potencia de cálculo sin precedentes podría transformar numerosos aspectos de la vida diaria y profesional. Sin embargo, estas tecnologías también suponen una amenaza para los sistemas de cifrado actuales, poniendo en riesgo infraestructuras críticas. Este es el caso, por ejemplo, del sector financiero o de las comunicaciones, cuya confidencialidad y seguridad podrían verse gravemente comprometidas.
Por ello, los últimos estándares de criptografía publicados por el NIST de EEUU (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología) se están adaptando a los riesgos asociados a la computación cuántica, garantizando una mayor seguridad frente a las amenazas futuras. En este sentido, es imprescindible que las organizaciones comiencen desde ahora a incorporar estos estándares en sus sistemas de seguridad.
Con el auge de esta tecnología, las empresas deben integrar esta evolución en su planificación de riesgos a largo plazo, con el fin de anticipar las amenazas y limitar sus impactos potencialmente disruptivos y costosos.
"Los ordenadores cuánticos resolverán problemas de gran complejidad, también traen consigo riesgos importantes para tener en cuenta"
Esto implica una revisión de los protocolos de cifrado en todos los niveles de la arquitectura informática, desde los centros de datos hasta los dispositivos móviles, pasando por las API (Interfaz de Programación de Aplicaciones). También resultaría necesario realizar un inventario preciso de los sistemas, aplicaciones y datos críticos expuestos a vulnerabilidades cuánticas, para priorizar las acciones de remediación.
Otro punto clave es considerar los datos cifrados históricos, que podrían ser objeto de ataques retrospectivos. Para orientar su preparación, al asignar los presupuestos adecuados y jerarquizar las acciones según la urgencia y el nivel de riesgo, las empresas pueden apoyarse en el Teorema de Mosca, una referencia en la evaluación de los costes asociados a la resiliencia cuántica.
Estos retos de ciberseguridad afectan a una gran mayoría de sectores. Por ello, los bancos y otras instituciones financieras están optando cada vez más por migrar hacia algoritmos criptográficos diseñados para resistir ataques cuánticos. Lo mismo ocurre con los gobiernos y organismos del sector público, que manejan datos sensibles. Al estar altamente expuestos, estos actores podrían sufrir consecuencias graves en caso de un ataque.
La importancia de contar con un experto
Para alcanzar y mantener la resiliencia cuántica, es recomendable que las empresas colaboren con equipos de expertos capaces de ofrecer tanto tecnología adecuada como un acompañamiento estratégico. El objetivo: identificar los activos en riesgo, reforzar las defensas frente a amenazas emergentes y desplegar soluciones en la intersección entre la computación cuántica y la ciberseguridad. Además, combinadas con la IA, estas soluciones permitirán analizar conjuntos masivos de datos para predecir amenazas con aún mayor precisión.
Las aplicaciones potenciales de la computación cuántica son inmensas y prometedoras. Pero, a medida que los avances se aceleran, las empresas están descubriendo tanto las oportunidades que ofrecen los ordenadores cuánticos para afrontar desafíos, como los peligros que esta nueva tecnología puede acarrear.
Dado que la transición se acerca, es primordial que las industrias se preparen para proteger sus infraestructuras en un contexto donde los mecanismos de cifrado actuales están quedando obsoletos. En ello reside toda la importancia de lograr una verdadera resiliencia cuántica.
