“La solidez del mercado inmobiliario español y las perspectivas de inversión auguran una tendencia alcista a lo largo del año”
2023 ha sido un año de transición para el sector inmobiliario en nuestro país, marcado por un entorno macroeconómico complejo, con el incremento de la inflación y la subida de tipos de interés, que ralentizó las transacciones, de tal manera que el volumen de inversión llegó a reducirse en un 35%, según datos de CBRE.
2024 se presenta como un año más optimista para el inmobiliario, donde se esperan cerrar operaciones arrastradas del año anterior y se empieza a observar, por tanto, un mayor movimiento en las transacciones. La inversión en el mercado inmobiliario español seguirá muy influenciada por la evolución de los tipos de interés, que parecen haber tocado techo, y su esperado ajuste a la baja a partir de verano, así como el descenso de las tensiones inflacionistas y el mayor dinamismo de la economía a medida que avance el año, lo que permitiría a los inversores actuar con mayor comodidad.
El sector persigue un claro objetivo en nuestro país: canalizar el apetito inversor del mercado. Hay que señalar que, dentro del contexto europeo, España tuvo un mejor comportamiento que la media de la zona euro, y se espera que esto vuelva a ser así en el 2024. Este contexto debería animar al inversor extranjero, la fuente de capital predominante en el sector en nuestro país y sin cuyo apoyo sería difícil alcanzar los volúmenes de inversión medios que hemos visto en los últimos años.
Por subsegmentos de mercado, hay algunos que están concentrando el interés de los inversores, como pueden ser los centros de datos o el living no residencial, y que observamos con interés. Con todo, serán los activos tradicionales los que presenten una mayor oportunidad.
En este sentido, el mercado residencial del living y los hoteles, que concentran el grueso de la inversión, son dos segmentos con gran potencial en España. Principalmente, por el buen desempeño del turismo, que alcanza cifras récord con casi cinco millones de turistas en enero de este año: un 15,3% más respecto al mismo mes de 2023. En cuanto al residencial en alquiler, los vaivenes regulatorios no están ayudando a un segmento marcado por la fuerte demanda y la poca oferta.
A su vez, la inversión en residencias de estudiantes destaca por su gran atractivo, motivado por el desequilibrio entre la alta demanda de viviendas universitaria, que no se ve compensada con la oferta actual disponible. Un segmento en el que, en Hines, ponemos sin duda el foco a través de aparto, nuestra plataforma de gestión que, a día de hoy, cuenta con dos residencias en Barcelona, aparto Pallars y aparto Cristóbal de Moura, y un total de 1.100 camas.
Durante los últimos años, el segmento de oficinas se ha visto afectado por el auge del teletrabajo, que propició una menor demanda de espacios de trabajo y que comienza a revertir. Al igual que en otros segmentos como el residencial, las oficinas se enfrentan al desafío de las diferencias en cuanto a las expectativas de precio entre compradores y vendedores, por lo que esta será una de las claves para la evolución del cierre de transacciones. Asimismo, se trata de un segmento en plena transformación para adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de los inquilinos y a las nuevas formas de trabajo.
Por su parte, el retail es un segmento con apetito inversor y fortaleza en sus fundamentales, aunque muestra cierta cautela. Los inversores están mostrando interés nuevamente en los centros comerciales, que tienen un performance positivo y buen rendimiento. Asimismo, a pesar de la digitalización y el comercio online, las tiendas físicas y los locales ubicados en las zonas prime de las principales ciudades destacan por la demanda de ocupantes y el aumento de la inversión minorista.
Finalmente, la logística cuenta con un gran interés por parte de los inversores por su elevada demanda y tasas de ocupación, aunque se han de analizar con cuidado las micro ubicaciones y en concreto la potencial oferta futura.
En definitiva, la solidez del mercado inmobiliario español, así como las perspectivas de inversión, auguran una tendencia alcista a lo largo del año. Si bien, su evolución estará marcada en gran medida por la recuperación económica, así como por el contexto geopolítico y macroeconómico, a nivel mundial.