Por Javier Illán, presidente y consejero delegado de Millenium Hotels Real Estate.
El año 2020 ha sido probablemente el más distorsionante y duro de la historia para el sector hotelero, con niveles de ocupación impensables en cualquier plan de negocio e, incluso, con gran parte de los establecimientos cerrados. La crisis provocada por el coronavirus ha llevado los niveles de inversión a una caída del 62 % con respecto a los números de 2019 y ha supuesto un gran reto para los operadores, si bien también lo ha sido para los propietarios. Ante unas circunstancias excepcionales, y no contempladas ni reguladas por el marco jurídico, ambos han tenido que buscar soluciones para que esta gran industria que mueve nuestro país continúe y permanezca. A falta de ayudas por parte de las Administraciones competentes, la sensatez ha prevalecido y, en la gran mayoría de los casos, se ha conseguido llegar a acuerdos encaminados a facilitar la superación de esta complicada situación.
A pesar de que la crisis sanitaria aún no está superada, en este 2021 hay motivos para la esperanza. La aparición de la vacuna ha marcado un antes y un después en las expectativas del sector, y, aunque la fecha no es concreta, todos vislumbramos la recuperación. La economía antes de la realidad se mueve por las sensaciones y la percepción general es que este año conllevará una normalización y recuperación del sector, lo cual ya está generando un aumento del apetito inversor en esta clase de activos. Apostamos por una recuperación más pronto que tarde y que irá ganando velocidad a medida que pasen los meses. Si bien es cierto que es vital que nuestros gobernantes gestionen de manera adecuada la agilidad en el pro - ceso de vacunación, la concesión de las ayudas directas al sector de la hostelería y que, además, implementen medidas de impacto fiscal que ayuden a la rápida recuperación de la economía, dirigidas tanto a los empresarios como a las familias. En especial, que sean capaces de posicionar a España como un destino seguro para los turistas que nos visitan y que son la base de nuestro negocio.
Más allá de la esperanza en la pronta recuperación, quedarán consecuencias de lo vivido. La inevitable rotación de activos, que vendrá motivada en gran parte por las consecuencias económicas de la crisis, nos brinda una gran oportunidad de aplicar cambios estructurales en sector. Debemos apostar por una mejora de nuestra oferta de país y por el reposicionamiento del destino España como un destino de calidad más que de cantidad. Tenemos un gran país, con innumerables atractivos y debemos ponerlo en valor.
Desde Millenium llevamos años apostando por el segmento del cliente de lujo y seguimos convencidos de ello. Estos momentos tan estresados del mercado permiten comprobar lo acertado de la estrategia, que nos protege y que es capaz de adaptarse satisfactoriamente a los distintos momentos del ciclo económico, e incluso aprovecharlos debido a la solidez de los pilares en los que se fundamenta. Entre ellos, la inversión solo en activos de calidad, la priorización de la solvencia del balance, los contratos de alquiler flexibles con un mínimo garantizado y los inquilinos de reconocida solvencia.
En las circunstancias actuales, grupos inversores de todo el mundo están buscando nuevas oportunidades de crecimiento y consolidación en el sector hotelero español, siendo conocedores tanto de su potencial como del creciente interés de las cadenas hoteleras internacionales de primer nivel por implantarse en España; lo que se suma a la apuesta ahora más clara que nunca por el modelo “asset light”. Esto aporta a empresas que, como Millenium, estén bien posicionadas, capitalizar el entorno de mercado actual oportunidades para reforzar sus carteras con inmuebles únicos, todo ello con el convencimiento de estar presentes en un país que es, y seguirá siendo, una de las primeras potencias turísticas del mundo y en un sector que seguirá siendo clave en nuestra economía.