Telespazio Ibérica es la filial española de Telespazio, una joint venture entre Leonardo (con el 67%) y Thales (con el 33%) que da servicios relacionados con el espacio, a través de satélites, drones, etc. ¿Su diferenciación? El enfoque a la prestación de servicios. Lo explica para Capital su CEO, Carlos Fernández de la Peña.
¿Podría describir el papel de Telespazio Ibérica en el sector?
Para empezar, me gustaría señalar que lo que este sector tiene de especial es que es un sector de muy alto valor añadido, es muy exportador. Mucho de lo que hacemos se exporta fuera y además mucho de lo que hacemos en el espacio tiene una utilidad para los ciudadanos que no siempre es obvia.
Dicho eso Telespazio Ibérica es la filial española del Grupo Telespazio. Estamos presentes en 15 países, con una facturación de 800 millones de euros. Es un grupo grande, es uno de los grandes campeones europeos. Lo que nos diferencia es que somos un grupo espacial muy orientado a proporcionar servicios, más que a crear tecnología espacial. En ese sentido, nuestro cliente no es necesariamente o casi nunca un cliente del sector espacial. Es un cliente exterior, que pueden ser administraciones públicas, nacionales, regionales, autonómicas, locales y europeas. Y también hay compañías privadas. Para que te hagas una idea, entre estos servicios está el uso de imágenes satélite y cada vez más de vehículos aéreos no tripulados, la usamos para sacar y extraer información útil para tomar decisiones. Por ejemplo, como del riesgo de inundación del Manzanares. Esta sería la parte de geoinformación, pero también está el área de comunicaciones por satélite
La tercera actividad es la operación de sistemas espaciales. En este caso, hablamos de sistemas espaciales relativos a satélites de la ESA.
¿Qué peso tiene la filial española dentro del conjunto del grupo?
Hay cuatro líneas principales donde tenemos un conocimiento único dentro del grupo. La primera es que tenemos la capacidad de hacer sistemas o mapas cartográficos usando imagen de satélite y de otros medios de una forma muy eficaz, que es un complemento muy útil a proyectos espaciales.
Otra línea es un centro de desarrollo de software para el grupo, con un equipo grande y muy experto. En este centro desarrollamos software para nosotros, pero tenemos la capacidad también de hacerlo para otros.
Y luego hay otros dos proyectos que son especialmente sofisticados. Vemos que no siempre son suficientes los satélites y a veces necesitas imágenes con más resolución o con más frecuencia de paso o con características distintas. Es por eso que, en algunos proyectos estamos utilizando drones. Unos de los que vuelan más bien bajito, así como otros que vuelan a media altura y vehículos estratosféricos que se llaman UPS como complemento al satélite. Estos los usamos porque proporcionan imágenes más frecuentes, con mejor resolución y con más nivel de detalle, por ejemplo, para incendios forestales. Un satélite no es la herramienta perfecta porque pasa con poca regularidad.
"Están surgiendo pequeñas compañías que son solo un ejemplo de hay opciones de hacer cosas rompedoras e interesantes"
Por último, hay un cuarto elemento, que es una línea para comunicaciones seguras. Si los computadores cuánticos van a poder romper las comunicaciones típicas de internet. En resumen, vamos a trabajar con esta tecnología para aplicarla a las comunicaciones, con el fin de que estas no se rompan ni tengan grietas de seguridad. Ahora con un satélite podemos extender esa distribución de una clave de este tipo a miles de kilómetros desde el espacio. Hemos diseñado un sistema para distribución cuántica de claves basado en satélites que permite que esa clave que se comparte entre todos los elementos que quieren comunicar sea completamente segura. No se puede romper con computación cuántica y además sabes que nadie la ha escuchado y por tanto la comunicación es completamente segura.
En los últimos meses estamos viendo el florecer de muchas empresas españolas en este ámbito. ¿Cómo observáis esta dinámica?
Pues con mucha alegría, la verdad y mucho optimismo. Lo que se entiende como el sector espacial tradicional, el que tiene 50 años de historia, se ha superado en el sentido de que el acceso al espacio era caro, difícil, complejo y requería tiempos largos.
Hace unos años apareció un concepto que se llama New Space, que a casi nadie le gusta el nombre. Se basa en que, en lugar de satélites tan grandes, tan sofisticados, usamos dispositivos más ligeros, que pueden fallar pero que son baratos y puedo evolucionar la idea con la experiencia.
Es un concepto que ha permitido que muchas compañías pudieran entrar al sector espacial sin necesidad de hacer enormes inversiones o crear gigantes continentales. Por eso estamos viendo la eclosión de un montón de compañías, además, en muchos lugares de España. El sector espacial tradicional está básicamente concentrado en Madrid, en Tres Cantos y un poquito en Barcelona. Pero Madrid es, digamos, el foco principal. Este sector que te digo que es New Space, está por todas partes. Andalucía, Valencia. País Vasco, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León…
Para nosotros está siendo muy positivo. Somos una compañía que lidera un proyecto grande, pero que se acompaña de socios expertos en sus campos. Estas pequeñas compañías que están surgiendo son solo un ejemplo de hay opciones de hacer cosas nuevas rompedoras e interesantes, apoyándonos en el ecosistema que a mí me parece que es fantástico.
¿De qué manera está influyendo SpaceX en este New Space?
A veces se puede considerar que es muy especial en el sentido de que hace las cosas de forma distinta, con una agilidad y unos tiempos que no son los de grandes compañías tradicionales. A la vez, son una compañía enorme y en la práctica pues casi tienen un monopolio en lo que se refiere a los lanzamientos.
El principal impacto, de todos modos, ha estado en el número de lanzamientos. Ha sido brutal. El número de lanzamientos de SpaceX es enorme. Más de 100 por año. Y en términos de coste son muy competitivos. Entonces vemos ese impacto en primer lugar en el precio.
"El sector espacial tradicional está básicamente concentrado en Madrid, en Tres Cantos, pero ahora el New Space, está por todas partes: Andalucía, Valencia. País Vasco, Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León…"
Y desde luego, ha cambiado por completo el panorama de lanzadores en el mundo. Es verdad que SpaceX lanza mucho, pero también lanza mucho porque lanza sus propios satélites de Starlink. Vamos, que es cliente de sí mismo, digamos, en lanzadores. Europa tiene que pegar un salto adelante y hay iniciativas que están en ello.
Eso lo estamos viendo con algunas empresas emergentes en España, algunas de ellas con planes muy prometedores y que confiamos en que devuelvan a España y a Europa una autonomía estratégica de acceso al espacio. Eso va a ser muy importante.
También quería tratar el crecimiento del sector de la Defensa. ¿Cómo observa esta etapa de disrupción que se está viendo? ¿Cree que es una oportunidad para Telespazio Ibérica?
Desde Telespazio, vemos esta situación con mucha simpatía y con muchas ganas de trabajar y aportar. La tecnología espacial, por su naturaleza, es tecnología dual. Nosotros distinguimos el uso militar del uso civil, pero la tecnología es la misma. Todo lo que hacemos en geoinformación, es igual de valioso en la gestión de emergencias como fue el caso de la DANA o la gestión de operaciones donde estás vigilando tropas enemigas. Al final, la tecnología y los elementos son los mismos. Es una gran oportunidad para el sector espacial porque lo que hacemos es dual por naturaleza y el uso. Además, en este momento, explotar más el uso dual de lo que hacemos es una prioridad de todos,
Por nuestra parte, hemos reforzado el equipo y hemos alineado la estrategia para que Defensa sea uno de los pilares de crecimiento de los próximos años. Sin ninguna duda, es una gran oportunidad. Como ejemplo, fíjate en lo que ha pasado recientemente. Una de las primeras cosas que Estados Unidos hizo cuando ha querido presionar a Ucrania para negociar es quitarles el acceso a datos de satélites. Consecuencia: Ucrania quedó parcialmente ciega, porque recibía por otros medios, pero ha dejado de recibir durante unos días satélites americanos de seguridad, defensa y eso ha provocado que ellos pudieran hacer una interpretación de la situación más débil.
Por otro lado, podemos hablar de que hay constelaciones en marcha. Copernicus es una gran constelación europea, de mucha calidad y además de uso gratuito para todo el mundo. Pero tiene que haber un paso más y creo que lo va a haber para dotarnos de una mayor independencia y de seguridad espacial.

