En los últimos años, el arte ha experimentado una transformación radical gracias a las nuevas tecnologías y la digitalización. Lo que hace apenas una década parecía impensable, hoy es una realidad que está cambiando el modo en que percibimos, coleccionamos y, sobre todo, invertimos arte. Los tokens no fungibles (NFTs), un tipo de activo digital basado en tecnología blockchain, han creado una ola de interés en el mundo del arte y la inversión. Este fenómeno ha permitido que tanto artistas emergentes como inversores encuentren nuevas formas de interactuar con el mercado del arte, especialmente en el ámbito digital. Desde la explosión del criptoarte hasta la democratización de la compra y venta de obras a través de plataformas digitales, los NFTs han abierto un abanico de posibilidades que merecen ser exploradas en profundidad.
La introducción de los NFTs al mercado de arte digital ha sido una de las más grandes innovaciones en este campo. Los NFTs son activos digitales únicos que se verifican mediante la tecnología blockchain, lo que les otorga autenticidad y propiedad, similar a cómo los certificados de autenticidad funcionan para las obras físicas. Sin embargo, lo que distingue a los NFTs es que no son intercambiables entre sí, lo que significa que cada uno tiene un valor único y específico. Esta característica los convierte en una excelente herramienta para los artistas digitales que desean garantizar que su obra sea reconocida y protegida en el mundo digital. “Los NFTs han brindado a los artistas digitales nuevas herramientas para monetizar su trabajo, lo cual es un impacto positivo”, señala Alexadr Chevtaev, co-founder de Artifact Labs y profesor de ‘Blockchain en el Mundo de los Negocios’ en IE Business School.
Tokenización y el auge del mercado digital
La evolución de la tokenización de activos está transformando la inversión en múltiples sectores, incluyendo el arte digital. Según estimaciones de Boston Consulting Group, se prevé que el mercado de activos tokenizados alcance los 16 billones de dólares en 2030. Este crecimiento está impulsado por el interés de los inversores en activos alternativos y por el respaldo de regulaciones en mercados clave como Europa, Reino Unido y Estados Unidos. Y el arte digital no ha sido ajeno a esta transformación. La tokenización permite fraccionar la propiedad de activos, haciéndolos accesibles a más inversores y facilitando su comercialización en mercados secundarios. En palabras de Carlos Matilla, CEO DE OpenBrick: “La tokenización está redefiniendo las reglas del juego, permitiendo a los inversores acceder a activos más diversificados con menores barreras de entrada y mayores eficiencias operativas”.
En este contexto, los NFTs han servido como una de las principales aplicaciones de la tokenización en el arte, ya que permiten que los creadores vendan directamente sus obras a coleccionistas sin necesidad de intermediarios. Además, los contratos inteligentes han mejorado la eficiencia operativa, permitiendo a los artistas recibir regalías en cada reventa de su obra, algo que no era posible en el mercado tradicional. “Si analizamos el mercado de los NFTs como un sector empresarial, la primera fase estuvo marcada por una volatilidad extrema y una demanda especulativa impulsada, en gran medida, por los traders de criptomonedas. Los precios con frecuencia superaban el valor real del mercado, lo que generó un efecto burbuja”, explica por su parte Chevtaev.
El impacto en los artistas emergentes
La relación entre los NFTs y el arte emergente ha sido particularmente significativa. Anteriormente, los artistas que no formaban parte del circuito tradicional de galerías y casas de subastas se enfrentaban a grandes barreras para comercializar su trabajo. Los artistas emergentes solían depender de la representación de galerías físicas o de la mediación de curadores establecidos para conseguir visibilidad en un mercado altamente competitivo. Con la llegada de los NFTs, este panorama ha cambiado, ya que ahora los artistas tienen acceso directo a un público global. Las plataformas que facilitan la creación y venta de NFTs, como OpenSea, Rarible, SuperRare y Foundation, han permitido que artistas de todo el mundo puedan subir sus obras digitales a la red y comenzar a venderlas de manera inmediata.
Este cambio ha sido particularmente revelador para los creadores de arte digital, ya que les ofrece la posibilidad de comercializar su trabajo sin estar limitados a un mercado local o regional. Además, los contratos inteligentes, una característica de la tecnología blockchain, permiten a los artistas recibir regalías de manera automática cada vez que su obra es revendida, lo que crea una fuente de ingresos pasiva y continua. Este modelo es completamente novedoso en el mercado del arte, donde históricamente los artistas no obtenían beneficios de las ventas secundarias de sus obras. “Algunos artistas tradicionales han experimentado con NFTs con éxito, generando una gran demanda sin afectar su reputación en el mundo del arte tradicional. Otros han lanzado proyectos NFT menos exitosos, pero en general, esto no ha tenido un impacto negativo significativo en la industria en su conjunto”, opina Alexadr.
"El arte ha experimentado una transformación radical gracias a las nuevas tecnologías y la digitalización"
El crecimiento del mercado de arte digital ha sido asombroso. En 2021, las ventas de arte digital a través de NFTs superaron los 2.5 mil millones de dólares, según datos de NonFungible. Esta cifra contrasta fuertemente con los valores mucho más modestos de años anteriores, lo que muestra el rápido ascenso de este tipo de arte en el mercado global. Además, plataformas como OpenSea, que es la mayor plataforma de comercio de NFTs, superaron los 10 mil millones de dólares en volumen de ventas durante ese mismo año, lo que subraya la magnitud de la revolución que los NFTs han traído al mundo del arte. Uno de los ejemplos más emblemáticos de la popularidad de los NFTs en el arte es la venta de la obra Everydays: The First 5000 Days del artista digital Beeple. Esta obra, que consiste en una recopilación de imágenes digitales creadas diariamente durante más de 13 años, se vendió en una subasta de Christie's por la increíble suma de 69 millones de dólares en marzo de 2021.
Este fenómeno, sea como fuere, encaja con la tendencia más amplia de la inversión en activos digitales. Carlos Matilla, CEO DE OpenBrick destaca que: “Si bien la digitalización de activos abre nuevas oportunidades para los inversores, también implica desafíos en cuanto a capacitación y comprensión del mercado. En España, el interés por estos activos está creciendo, pero aún es necesario reforzar la educación financiera para que los inversores puedan desenvolverse con confianza en este ecosistema emergente”. Es decir, al igual que ocurre con la tokenización de otros activos, los NFTs han abierto nuevas puertas para los artistas y coleccionistas, pero su adopción requiere una mayor educación sobre su funcionamiento y riesgos.
El auge del criptoarte como forma de inversión
La adopción masiva de los NFTs en el arte ha permitido a los inversores diversificar sus carteras, especialmente en un momento en que las tasas de interés son bajas y los mercados tradicionales de inversión pueden parecer estancados. Los NFTs no solo ofrecen a los coleccionistas una forma de poseer arte digital único, sino también una forma de especular sobre su apreciación en el mercado. Muchos inversores ven en los NFTs una oportunidad para obtener beneficios sustanciales en un mercado en auge, aunque la volatilidad de los precios también representa un riesgo significativo. La rápida revalorización de algunas piezas de criptoarte ha llamado la atención de un público más amplio, incluidos grandes coleccionistas de arte, celebridades e incluso instituciones financieras.En palabras de Alexadr: “Se puede invertir comprando en galerías de prestigio que participan en ferias de arte internacionales, adquiriendo obras de artistas que han expuesto en museos contemporáneos de renombre o que han colaborado con curadores reconocidos, o apostando por artistas con un historial probado de crecimiento de precios y alta demanda”.
Sin embargo, al igual que cualquier otra inversión, el mercado de NFTs conlleva riesgos. La especulación sobre el valor de un NFT, la falta de regulación en muchos aspectos del mercado, y la volatilidad inherente a los precios de criptomonedas como Ethereum (la moneda más utilizada para comprar y vender NFTs), pueden generar incertidumbre. Además, aunque la tecnología blockchain ofrece seguridad en términos de autenticidad, el hecho de que muchas de estas obras sean digitales plantea preguntas sobre la longevidad de los archivos y su conservación a largo plazo. Los inversionistas deben tener en cuenta que la naturaleza digital de estos activos implica que las copias pueden ser replicadas y distribuidas sin que esto afecte su valor en la blockchain, aunque solo haya una versión original que esté certificada por el NFT. “Hasta ahora, ninguna plataforma digital ha logrado automatizar eficazmente el papel de los asesores de arte en la selección de piezas valiosas. Sin embargo, creo que la inteligencia artificial pronto desempeñará un papel importante en este ámbito”, añade.
El futuro de los NFTs y el arte digital
El mercado de NFTs aún está en sus primeras etapas, y es probable que continúe evolucionando de manera acelerada en los próximos años. En el futuro, podríamos ver una mayor integración de los NFTs con otras tecnologías emergentes, como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR), lo que podría abrir nuevas formas de interactuar con el arte digital. Imagina asistir a una galería virtual de arte donde puedes experimentar las obras no solo como imágenes estáticas, sino como experiencias inmersivas en 3D. De hecho, algunos artistas ya están explorando estas posibilidades, creando "mundos" virtuales dentro de los cuales los coleccionistas pueden comprar, vender y mostrar arte digital en entornos totalmente nuevos.
"Uno de los aspectos más debatidos sobre los NFTs es su sostenibilidad ambiental"
Además, a medida que más artistas, coleccionistas e inversores se suman a esta nueva economía digital, es probable que surjan nuevos tipos de NFT que expandan las fronteras del arte y la creatividad. Las obras de arte generadas por inteligencia artificial, las piezas interactivas que cambian según la participación del coleccionista, o incluso los proyectos colaborativos entre artistas y fans podrían formar parte de una nueva ola de innovación en el mercado de NFTs. “Desde la perspectiva del mercado del arte tradicional, los criterios para evaluar el arte no cambiarán radicalmente en el corto plazo. Las innovaciones seguirán apareciendo, pero los artistas deberán adaptarse respetando los principios fundamentales del mercado actual”, apunta Chevtaev.
Por otro lado, los NFTs también podrían convertirse en una forma de democratizar aún más el arte. Gracias a la accesibilidad de las plataformas y la baja barrera de entrada para crear y vender obras digitales, los artistas emergentes tienen más oportunidades que nunca para hacer llegar su trabajo a un público global. Esta democratización, sin embargo, también podría dar lugar a una mayor saturación del mercado, lo que generaría desafíos tanto para los creadores como para los coleccionistas a la hora de identificar obras de calidad. “La inteligencia artificial ha introducido un nuevo desafío para los artistas digitales emergentes, ya que ahora los algoritmos pueden generar imágenes de alta calidad de forma rápida. Por ello, volviendo a los factores clave para el éxito de un artista, será esencial ofrecer algo más que imágenes técnicamente impecables”.
