El turismo de pantalla o turismo cinematográfico, también conocido como turismo de localizaciones, ha experimentado un auge notable en los últimos años. Esta modalidad turística se centra en la visita de lugares que han sido utilizados como escenario para películas, series de televisión e incluso videojuegos, permitiendo a los viajeros sumergirse en los mismos paisajes y ambientes que han visto en pantalla. En España, este fenómeno se ha convertido en una herramienta clave para la promoción de destinos y el desarrollo económico de diversas regiones, generando un creciente interés por conocer en persona los escenarios de producciones audiovisuales de gran impacto.
La diversidad geográfica, la riqueza cultural y el extenso patrimonio histórico de España la convierten en un plató natural ideal para todo tipo de narrativas visuales. Desde sus imponentes ciudades monumentales hasta sus paisajes naturales únicos, nuestro país ha sido el escenario de innumerables rodajes tanto nacionales como internacionales. Esta constante presencia en la pantalla ha despertado el interés de millones de espectadores, quienes ven en estos lugares una oportunidad para revivir escenas icónicas y conectar de manera más tangible con sus producciones favoritas.
Además, en cifras, el impacto global del turismo de pantalla es innegable. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), alrededor de 100 millones de viajeros se desplazan cada año motivados por el deseo de visitar localizaciones cinematográficas. Se estima que este mercado podría superar los 122.000 millones de euros en 2032, con una tasa de crecimiento anual del 6,8%. Aunque estos datos reflejan una tendencia global, España se encuentra bien posicionada para beneficiarse de este crecimiento gracias a su prominente papel en la industria audiovisual y la amplia variedad de escenarios naturales y urbanos que ofrece.
El interés de los propios españoles por este tipo de turismo también es considerable. Un estudio reciente indica que casi el 40% de los españoles estarían dispuestos a viajar a un lugar que haya sido escenario de un rodaje, y cuatro de cada diez considerarían pagar más por disfrutar de una experiencia vinculada al turismo de pantalla. Este aumento en la demanda ha impulsado a instituciones y empresas a desarrollar estrategias específicas para potenciar esta modalidad turística, desde la creación de rutas temáticas hasta la promoción de destinos a través de campañas audiovisuales y plataformas interactivas.
El turismo de pantalla ha experimentado un auge significativo en los últimos años
El impacto del turismo de pantalla en destinos españoles
El turismo de pantalla ha crecido en España gracias a la aparición de diversos destinos en producciones de renombre. Las películas y series no solo brindan entretenimiento, sino que han convertido a ciertas localidades en puntos de atracción turística, estimulando la economía local y promoviendo la cultura de distintas regiones del país. “Alrededor de un 12% de turistas buscan inspiración en películas para sus viajes y España se encuentra por encima de la media europea ya que cuenta con muchos destinos famosos por sus filmaciones. Con la llegada de las plataformas, el consumo de cine y series de televisión ha aumentado considerablemente. Es cierto que la asistencia a los cines ha disminuido, pero en los hogares, las personas están suscritas a diversas plataformas, lo que ha llevado a un incremento en el consumo de producciones audiovisuales”, señalan desde la Spain Film Commission, la asociación sin ánimo de lucro que coordina la red de film commission y film offices de toda España, “liderando el posicionamiento del país en la industria de los rodajes y convirtiéndolo en destino preferente para todo tipo de producciones”.
Uno de los casos más emblemáticos es Sevilla, que ha visto un notable incremento en el número de visitantes gracias a su protagonismo en Game of Thrones. La Plaza de España, en el Parque de María Luisa, se transformó en el escenario de las escenas de Dorne, lo que atrajo a miles de fanáticos de la serie. Además, el Barrio de Santa Cruz y otras localizaciones sevillanas fueron utilizadas para filmar diversos momentos, posicionando a la ciudad en el radar de los turistas interesados en conocer los lugares donde se rodaron estas escenas. Sevilla, históricamente uno de los destinos turísticos más importantes, ha logrado aumentar aún más su afluencia de visitantes gracias a este fenómeno audiovisual.
Almería es otro destino que ha experimentado una transformación significativa gracias al cine. Conocida por sus paisajes desérticos, Almería fue el lugar de rodaje de los westerns de la década de 1960, convirtiéndose en la "Hollywood europea" en el desierto de Tabernas. La localidad también adquirió notoriedad internacional por su aparición en Game of Thrones, especialmente en la Alcazaba, que se transformó en el palacio de la Casa Martell. El desierto de Tabernas ha sido escenario de varias películas, incluidas Lawrence de Arabia y El bueno, el feo y el malo. Hoy en día, los turistas pueden explorar los escenarios de estas famosas producciones y disfrutar de un recorrido por el paisaje que inmortalizó el cine del oeste.
Alcalá de Henares, famosa por ser la ciudad natal de Cervantes, ha visto un repunte en su turismo cultural gracias a su participación en la serie La Casa de Papel. Algunas escenas de la exitosa producción de Netflix fueron grabadas en la Plaza de Cervantes y en el Corral de Comedias. Este fenómeno ha convertido a Alcalá en un destino atractivo para los fans de la serie, que desean recorrer los lugares donde los personajes más populares se encontraron o realizaron acciones clave.
La diversidad geográfica de España, su riqueza cultural y su extenso patrimonio histórico, la convierten en un plató natural ideal para todo tipo de narrativas visuales
Zumaia, en el País Vasco, es otro claro ejemplo de cómo el turismo de pantalla puede transformar un destino. La localidad, conocida por sus impresionantes acantilados y formaciones geológicas, se hizo mundialmente famosa tras su aparición en Ocho apellidos vascos, una de las películas españolas más taquilleras de la historia. Los acantilados de flysch, que sirvieron de telón de fondo en la película, han atraído a turistas interesados en disfrutar de un paisaje espectacular, lo que ha tenido un impacto positivo en el sector turístico de la región.
En Lanzarote, los paisajes volcánicos se han convertido en un imán para los turistas desde que fueron utilizados en Solo para tus ojos, de James Bond. La playa de las Salinas, ubicada en la isla, fue el escenario de una famosa escena de acción, lo que convirtió a Lanzarote en un destino imprescindible para los seguidores de la saga. Además, la singularidad de sus paisajes volcánicos ha atraído a turistas interesados en disfrutar de su belleza natural. La isla se ha beneficiado también de su aparición en Furia de titanes y Rambo V: Last Blood, consolidándose como un destino cinematográfico de alto nivel.
Cádiz, conocida por su playa de La Caleta, también ha visto un incremento en su afluencia turística gracias a su aparición en Muere otro día, una de las películas de James Bond. La playa se convirtió en un escenario clave para una de las escenas más emblemáticas de la película, lo que ha convertido a la ciudad en un destino atractivo para los turistas que quieren caminar por los mismos lugares que el famoso espía.
Finalmente, Tenerife ha aprovechado su espectacular paisaje volcánico en el Parque Nacional del Teide, que fue utilizado como escenario en producciones de renombre como Furia de titanes y Rambo V: Last Blood. Estas películas han mostrado la isla en su máximo esplendor, atrayendo a turistas que buscan explorar los impresionantes paisajes que han sido inmortalizados en la pantalla grande. Tenerife ha demostrado ser uno de los destinos más populares para los amantes del cine, con una industria cinematográfica que sigue creciendo gracias a la belleza natural de sus escenarios.
Iniciativas para potenciar el turismo de pantalla en España
Conscientes del potencial de esta modalidad turística, cada vez más instituciones y organizaciones en España han desarrollado iniciativas para promover y facilitar el turismo de pantalla. La Spain Film Commission, por ejemplo, ha lanzado el proyecto Spain Screen Grand Tour, un mapa interactivo que permite a los usuarios descubrir las localizaciones reales de series y películas rodadas en nuestro país. "Esta herramienta facilita la planificación de rutas turísticas basadas en producciones audiovisuales, ofreciendo información detallada sobre cada localización y su contexto en la producción", indican.
A nivel regional, Madrid ha sido pionera en esta tendencia. La Madrid Film Office, en colaboración con el Ayuntamiento, ha lanzado ocho productos turísticos específicos, incluyendo rutas basadas en series, mapas ilustrados y recorridos centrados en directores como Pedro Almodóvar y Álex de la Iglesia. También participa en eventos como Open House y Madrid Otra Mirada, incorporando actividades relacionadas con el turismo de pantalla.
En el País Vasco, la Bilbao Bizkaia Film Commission desarrolla el proyecto "Paisajes de Cine", con rutas basadas en producciones como La Casa del Dragón, 30 Monedas o El Hoyo. Navarra también ha potenciado este segmento con películas como Irati, mientras que Gran Canaria ha comenzado a cartografiar sus rodajes, destacando superproducciones como Han Solo o Fast & Furious 6.
Las películas y series no solo ofrecen entretenimiento, sino que han convertido a ciertas localidades en puntos de atracción turística, impulsando la economía local
Por su parte, Andalucía es una de las comunidades más avanzadas en este ámbito. Su Film Commission, en colaboración con la Consejería de Turismo, ha desarrollado las "Rutas de Cine por Andalucía", aprovechando el atractivo de los rodajes para promocionar la región.
Por último, aunque en Cataluña aún no existe una estrategia consolidada, las autoridades reconocen su potencial y buscan integrar el turismo de pantalla en un modelo más desestacionalizado y diversificado. Patrick Torrent, de la Agència Catalana de Turisme, asegura que el contenido audiovisual debe desempeñar un papel más relevante en la promoción turística de la región. Cataluña busca evolucionar hacia un modelo turístico "4D", caracterizado por ser “más desestacionalizado, desconcentrado, diversificado y con mayor impacto económico”.
Desafíos del turismo de pantalla
El turismo de pantalla aporta beneficios significativos a los destinos que lo acogen, ya que permite dinamizar la economía local mediante el aumento del flujo de visitantes. Este incremento de turistas repercute directamente en sectores como la hostelería, la restauración y el comercio, generando empleo y nuevas oportunidades de negocio. Sin embargo, esta modalidad también plantea desafíos que deben ser gestionados de manera eficiente para garantizar su sostenibilidad. Uno de los principales problemas es la sobresaturación, especialmente en destinos pequeños o frágiles que no estaban preparados para recibir grandes volúmenes de visitantes. El aumento abrupto de turistas puede ejercer presión sobre los recursos locales, afectar la conservación del patrimonio y alterar la calidad de vida de los residentes, quienes ven cómo sus espacios cotidianos se transforman en escenarios de gran afluencia turística.
Otro desafío importante, relacionado en cierto modo con lo anterior, es la falta de infraestructuras adecuadas para gestionar este aumento de visitantes. En muchos casos, las localidades que han sido escenario de rodajes no cuentan con suficientes alojamientos, transporte o servicios básicos para absorber la demanda generada por el turismo de pantalla. La presión del turismo puede llevar a la desaparición de negocios locales con valor añadido, que son reemplazados por tiendas de recuerdos y comercios dirigidos únicamente a los turistas", se puede leer en el informe técnico específico sobre este asunto de algunas regiones de nuestro país. "Además, el aumento del turismo fomenta la proliferación de alojamientos ilegales o de baja calidad, lo que afecta tanto a la seguridad de los visitantes como a la imagen de la ciudad".
Por último, la preservación del entorno se convierte en un reto crucial, sobre todo en escenarios naturales o en enclaves patrimoniales de alto valor histórico. La afluencia masiva de turistas puede poner en peligro la integridad del paisaje, generar acumulación de residuos o provocar un deterioro en estructuras arquitectónicas sensibles. Para evitar estos impactos negativos, es imprescindible establecer estrategias de sostenibilidad que regulen el acceso a los lugares más vulnerables, promuevan el respeto por el medio ambiente y fomenten prácticas responsables entre los visitantes.



