El sector de la movilidad está viviendo una transformación sin precedentes tanto en España como a nivel mundial. La transición hacia la descarbonización, el uso de energías renovables y la digitalización están redefiniendo no solo nuestra manera de desplazarnos, sino también la configuración de nuestras ciudades y economías. Este reportaje analiza las estrategias y avances de actores clave; asociaciones y empresas como ANFAC, AEDIVE, GANVAM y AUVE, EMT o Renfe, así como las tecnologías emergentes y las políticas que están dando forma al futuro de la movilidad en España. Con una visión clara y planes bien definidos, existe un gran potencial para liderar la transición hacia un modelo de movilidad más sostenible, eficiente y conectado, que posicione al país como un referente en Europa.
La movilidad eléctrica en España sigue avanzando a un ritmo más lento que en otros países europeos, pero se percibe un futuro optimista para 2025, según expertos y actores clave del sector. Diversas entidades, como AUVE, Renfe y EMT, están tomando medidas relevantes para acelerar la transición hacia un modelo de transporte más sostenible, descarbonizando flotas y transformando infraestructuras. A pesar de los desafíos, como la lenta adopción de vehículos eléctricos y la necesidad de expandir la infraestructura de carga, se reconoce un esfuerzo creciente en la industria para cumplir con los objetivos de descarbonización y mejorar la oferta de vehículos. En este contexto, las inversiones en flotas eléctricas y proyectos de innovación, como los trenes de hidrógeno y las estaciones de carga de alta potencia, buscan posicionar a España como un referente en la transición energética. Sin embargo, aún persisten retos económicos y sociales que exigen políticas fiscales y ayudas continuas para facilitar la accesibilidad a la movilidad eléctrica para todos los ciudadanos.
Ángel García, presidente de AUVE (Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos), señala que la implantación de la movilidad eléctrica en España está siendo más lenta que en otros países del entorno, pero se mantiene muy optimista sobre su evolución futura, especialmente para este año que arranca. Asegura que muchos de los problemas percibidos por los usuarios están en vías de solución, “lo que cambiará su percepción y los animará a informarse más y dar el 'salto' hacia la movilidad eléctrica". Y afirma que para 2025, su principal meta es fortalecer las relaciones con fabricantes, operadores de puntos de carga y otros actores del ecosistema eléctrico, con el objetivo de ganar influencia, aumentar su base de asociados a través de acuerdos que les ofrezcan ventajas tangibles y, en última instancia, brindarles un mejor servicio.
En palabras de Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica), el futuro del sector de la movilidad eléctrica es prometedor, ya que las nuevas restricciones de emisiones de CO2 que entrarán en vigor en 2025 obligarán a los fabricantes a centrarse en la producción y matriculación de vehículos con cero emisiones. Además, puntualiza que el aumento de opciones de vehículos eléctricos está atrayendo más a los consumidores, lo que ofrece una mayor variedad para todo tipo de usuarios. En cuanto a la infraestructura de recarga, se considera que en España hay más puntos de carga de los necesarios para la cantidad actual de vehículos eléctricos, por lo que, recuerda, es crucial que el número de cargadores crezca al mismo ritmo que la flota de coches eléctricos.
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Según Ángel García (AUVE), la infraestructura actual es técnicamente suficiente para la flota actual y, sobre todo, “percibimos que los planes de los operadores de carga están siendo lo bastante ambiciosos como para que su crecimiento siga la curva de adopción futura del Vehículo Eléctrico”. Y añade: “No obstante, tenemos que entender que la presencia de coches eléctricos en las calles y la existencia de puntos de carga operativos, abundantes y atractivos son los dos mensajes principales que reciben los usuarios de vehículos “convencionales”, y en ese sentido, creemos que hace falta más infraestructura. De igual manera, nuestros asociados demandan más infraestructura de alta potencia para viajes. Consideramos prioritario simplificar y acelerar el proceso de despliegue de nuevos cargadores, y lo que los operadores de carga nos comunican es que los principales escollos se encuentran en la legalización así como en la burocracia y la técnica relacionada con la distribución de energía, de manera que nos gustaría que mejorasen esas partes del proceso de despliegue”.
Desde la industria automovilística, ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) destaca la necesidad de una transición ágil hacia la movilidad electrificada para cumplir con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea. Con inversiones de 250.000 millones de euros en Europa, las marcas están apostando por la producción de vehículos electrificados. Sin embargo, España aún tiene margen para incrementar la cuota de mercado de vehículos eléctricos, que se encuentra por debajo de la media europea. Para ello, aparecen herramientas como los incentivos fiscales y el fortalecimiento de su infraestructura de recarga. “Desde ANFAC creemos y estamos comprometidos firmemente con la transición hacía una movilidad más sostenible y conectada. El mayor ejemplo y el más claro, es que las marcas están invirtiendo 250.000 millones de euros en Europa para pasar de la producción de vehículos de combustión a los electrificados”, asegura Félix García, director de comunicación de ANFAC.
Por otro lado, Fernando Miguélez, director general de GANVAM (Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos), explica a Capital que la demanda de vehículos eléctricos en España registra una velocidad inferior a la esperada, sobre todo, por una cuestión de renta disponible de las familias. “Desde GANVAM consideramos que el vehículo eléctrico es una pieza clave en la descarbonización, pero no la única. Es importante que esta transición sea justa en términos económicos y sociales porque con los objetivos tan ambiciosos que tenemos no nos podemos permitir que haya grandes capas de la población que se queden fuera de la movilidad cero emisiones por motivos económicos”. Y puntualiza: “Dinamizar la demanda pasa por garantizar la continuidad de los planes de ayuda directa con el apoyo al usado joven como medida para convertir esta movilidad eficiente en una opción asequible para todas las rentas. De cara a 2025, nuestras previsiones apuntan a que habrá un incremento de las matriculaciones de vehículos híbridos no enchufables, mientras que las de electrificados se verán lastradas”.
Pero, ¿qué papel juega España en el contexto europeo como referente en la industria automovilística frente a esta transformación? Según Félix García (ANFAC), España es un referente industrial de la automoción, “posicionándonos como el segundo productor europeo y el octavo a nivel mundial. Una posición alcanzada sin tener ningún centro decisor en nuestro país”. En su opinión, España ha demostrado que tiene herramientas y capacidad para mantener su posición, incentivando la llegada de nuevas inversiones para el sector en los próximos años: Por ejemplo, Chery ha anunciado su compromiso de fabricar en la Zona Franca de Barcelona, además, de la puesta en marcha de las gigafactorías de baterías de Sagunto (Valencia), Figueruelas (Zaragoza) y Navalmoral de la Mata (Cáceres). Pero -matiza- para ratificar estas apuestas “debemos mandar un mensaje claro de que España como país apuesta por el vehículo eléctrico. Es fundamental establecer medidas que potencien un mercado de vehículos electrificados que crece muy lento frente al resto de Europa”. Y concluye: “España cerrará 2024 en torno al 11% de cuota frente al 20% de media en Europa. Por ello, y en ello estamos trabajando con las administraciones, la continuidad de un plan de ayudas en 2025 es fundamental. Y, de igual modo, establecer una serie de políticas industriales a través de la Ley de Industria, que den continuidad a los PERTE VEC para acelerar y potenciar nuestra transformación. Al mismo tiempo se necesitan medidas fiscales positivas que faciliten la compra de vehículos electrificados por las empresas, pymes y autónomos e implementar una red de infraestructura de recarga pública de alta potencia en los principales corredores españoles”.
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Analicemos el caso de empresas como EMT o RENFE. En el avance hacia la electrificación, EMT tiene una estrategia global de reducción de impacto ambiental de la movilidad con el objetivo de convertirse en una empresa verde y energéticamente sostenible. Por ello, están descarbonizando su flota y transformando sus infraestructuras. “Los primeros autobuses eléctricos de EMT Madrid comenzaron a circular en 2008 si bien, en los últimos años, el aumento de la flota eléctrica ha sido vertiginoso y esperamos alcanzar la totalidad de autobuses cero emisiones en 2033”, explica Alfonso Sánchez, CEO y director gerente de EMT Madrid.
“Para dar servicio a esta flota, EMT está adecuando todos sus centros de operaciones. En Carabanchel contamos con un innovador sistema de carga eléctrica mediante pantógrafo invertido y actualmente el centro cuenta ya con 260 puntos de recarga. En Entrevías hemos puesto en marcha nuestra hidrogenera que abastece a los nuevos autobuses propulsados con hidrógeno verde y que abarca todo el ciclo de este vector energético (producción, almacenamiento y distribución). La Elipa se convertirá en el centro de referencia para gestión de flota 100 % eléctrica, Fuencarral ha iniciado un proyecto para instalar un sistema de automatización de la carga eléctrica mediante pantógrafo invertido y en Sanchinarro, hasta ahora dedicado exclusivamente a autobuses de gas, se instalarán cargadores por cable para dar cabida a los autobuses eléctricos”, enumera.
Respecto a los principales proyectos de movilidad que liderará la EMT en 2024-2025 dentro del marco de la Estrategia Madrid 360, Alfonso Sánchez, CEO y director gerente de EMT Madrid, confiesa que van a seguir avanzando en los objetivos que, dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, nos ha marcado el Ayuntamiento de Madrid: “Seguiremos en el camino de la descarbonización con una flota 100% limpia y hacia las cero emisiones, seguiremos transformando y electrificando nuestras infraestructuras y continuaremos apostando por ofrecer a los madrileños soluciones innovadoras que suponen una alternativa real de movilidad sostenible como bicimad, el sistema de bicicleta eléctrica de Madrid, nuestro Bus Rapid, con vías reservadas y prioridad semafórica o el Smart Bus con el que ahondamos en la experiencia del bus bajo demanda”.
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Con un fuerte compromiso hacia la neutralidad en carbono, Renfe está invirtiendo en renovación de flota, integrando tecnologías de conducción eficiente y explorando soluciones como el tren de hidrógeno desarrollado en el proyecto FCH2RAIL. Gracias a estos esfuerzos, el 90% de la tracción de sus trenes ya es eléctrica y alimentada por energía 100% renovable. También están modernizando sus operaciones para maximizar la eficiencia energética, reduciendo el consumo en un 30% mediante el uso de freno regenerativo.
Sonia Araujo, directora general de innovación, sostenibilidad y transformación digital de Renfe explica a Capital que es la empresa de transporte de viajeros y mercancías con mayor eficiencia energética en España y eje vertebrador de la movilidad sostenible: “Somos conscientes de esta responsabilidad y por ello, nuestra apuesta por la sostenibilidad (medioambiental y social) es completa. En nuestros más de 80 años de historia como operador público de transporte ferroviario nos hemos enfrentado al reto de transformar el transporte urbano y metropolitano con la creación de Cercanías, de desarrollar el transporte regional de Media Distancia, nos hemos enfrentado a la competencia por carretera y del avión, consolidándonos como líderes en los principales corredores consiguiendo el trasvase modal hacia el ferrocarril y, nos estamos enfrentando ahora al cambio de tendencias de los clientes, que demandan rapidez, mayor oferta, personalización, combinar modos y acceso fácil a los mismos…Y siempre sin perder de vista nuestro papel clave en la mitigación del cambio climático, nuestro compromiso con el Pacto Verde Europeo, los ODS y la Agenda 2030. El horizonte de Renfe es alcanzar la neutralidad en carbono para seguir liderando la movilidad sostenible, conectando personas y territorios mientras impulsamos el desarrollo social, económico y medioambiental”.
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Renfe (en todos sus servicios) transportó en 2023 la cifra récord de 522 millones de pasajeros y, evitó la emisión 4, 1 millones de toneladas de CO2 y la circulación de 350 millones de vehículos privados. “Una de las claves para esta reducción energética es la renovación de la flota, para lo cual Renfe está realizando el mayor esfuerzo inversor de las últimas décadas, con más de 5.000 millones de euros para la compra o remodelación de trenes y locomotoras, tanto de viajeros como de mercancías, para maximizar el rendimiento, con el mínimo consumo energético. En esta línea, los trenes incorporan sistemas de conducción eficiente integrados en los modos de conducción automática”, puntualiza Araujo. Gracias a la conducción eficiente de sus 5.200 maquinistas, ha reducido un 30% el consumo energético, mientras que el uso del freno regenerativo permite devolver a la red hasta un 40% de la energía en Cercanías. Más del 90% de la tracción de sus trenes es eléctrica y la totalidad de esta es suministrada por Adif y procede de fuentes renovables con certificación de Garantía de Origen. Solo el 10% de la tracción restante se realiza con diésel, un porcentaje que disminuye año tras año con el objetivo de alcanzar el consumo cero de diésel en 2030. “En esta misma línea, hemos instalado paneles fotovoltaicos en 14 bases de mantenimiento para autoconsumo eléctrico, que cubrirán el 41% de las necesidades de energía eléctrica de estos talleres, con un ahorro de 3,8 millones de euros al año. Con todas estas acciones, Renfe reafirma su liderazgo como motor de movilidad sostenible y su compromiso con un futuro más limpio y eficiente”, concluye la directora general de innovación, sostenibilidad y transformación digital de Renfe.
