Estefanía Ferrer es ingeniera química y lidera una empresa sevillana que lleva la ingeniería cosmética a lo más alto. LICO Cosmetics es ese sueño que se materializó con la disciplina y constancia de una granadina que trabajó más de diez años en Airbus DS. Apasionada de la cosmética desde un punto de vista científico, se lanzó a crear el producto perfecto que no encontraba en el mercado. Lo que comenzó siendo un hobby es ahora una marca digital con cuatro años de trayectoria que está en continuo crecimiento. Estefanía es una viajera incansable, y en cada esencia de LICO establece las mejores sinergias entre ingeniería cosmética y naturaleza. La “ingeniería de los detalles” lo llama.
Háblenos de su trayectoria profesional hasta la creación de Lico Cosmetics
Soy ingeniera química por la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla. Mi trayectoria comienza en una empresa muy emblemática de Sevilla como es Abengoa, donde realicé mis primeras prácticas. Me trasladé a Madrid y comencé a trabajar en FRV, un fondo de capital riesgo enfocado solo a las renovables, encargándome de desarrollo de proyectos. En esta empresa, aprendí muchísimo de negocios, finanzas, fue como hacer un MBA.
Y de ahí pasé a Airbus Defensa y Espacio, trabajando en la parte de defensa militar. Aquí fui la responsable de implantar Reach a nivel Airbus DS España, por lo que adquirí muchísimo conocimiento sobre sustancias CRM, categorías de toxicidades, restricciones y autorizaciones en la Unión Europea (UE), lo que fue decisivo para posteriormente fundar LICO. Estuve 10 años, me encantaba mi trabajo, pero no era mi pasión. Mi pasión era la cosmética.
¿Qué le llevó a crear LICO COSMETICS?
LICO nace por mi pasión por la cosmética, no tanto por la parte de autocuidado, si no por la parte de formulación, de cómo interactúan los ingredientes entre sí y cómo reaccionan cuando los aplicas en la piel. Todavía trabajaba en Airbus cuando llegó la pandemia y nos mandaron a casa. En esos tres meses de confinamiento, me dedicaba a hacer ‘pociones’ en un pequeño laboratorio que monté en uno de los cuartos de baño.
Tuve mucho tiempo para pensar y, de repente, vi la luz. Tuve claro que una salida laboral era emprender, que tenía la capacidad de montar mi propio negocio y vivir de esto, de mi pasión. Vi el repunte de los e-commerce en plena pandemia y lo que vino después. Además, mi entorno me apoyó y me ayudó muchísimo. Fue cuando decidí dejar Airbus y dedicarme a tiempo completo a LICO.
“No existe la cosmética 100% natural, siempre hay química presente”
¿Por qué el nombre de LICO?
LICO significa Laboratorio de Ingeniería Cosmética. El pilar fundamental de la marca es la ingeniería cosmética, es la innovación. Digamos que la innovación transforma el conocimiento en resultados, entonces es la base de cualquier formulación de nuestros productos y tratamientos.
En un sector tan saturado como el de la cosmética ¿Cómo encontró el nicho para LICO?
Actualmente, solo hay dos líneas de tendencia en el mercado: la marcas que se están posicionando como muy naturales (eco, bio...), que realmente no sé muy bien que significa, ya que como ingeniera química tengo que decir que no existe la cosmética 100% natural, siempre va a estar la química presente.
Y, por otro lado, tenemos esas marcas de laboratorio que tienen ingredientes interesantes, pero también algunos que nunca me pondría como consumidora. LICO es lo mejor de ambos mundos. Une lo mejor de la naturaleza y la ingeniería para resolver un problema de la piel.
¿Cuál es el valor diferencial de LICO Cosmetics?
Ingeniería cosmética y búsqueda de ingredientes muy efectivos, naturales, que complementan esa parte de la ingeniería. Además, añado la ingeniería del detalle: texturas, esencias, fórmulas, envíos… Y, por supuesto, como marca nativa digital que somos, el cliente es lo más importante. El cliente es el jefe en Lico. Nos desvivimos por él y creo que eso se percibe.
¿Qué tipo de tratamientos desarrollan en LICO?
Cada tratamiento de LICO resuelve una necesidad de la piel. Nuestro tratamiento ‘African’ mejora la luminosidad; ‘Amazonian’, la firmeza; Japón, las manchas; y Borneo, que ha sido un exitazo, trata las arrugas del collar de Venus y papada y la firmeza y la celulitis en el cuerpo.
Estamos muy especializados en zonas localizadas. Tenemos un producto específico para el surco nasogeniano, para el párpado caído, para las bolsas, las ojeras, etc.
“Unimos lo mejor de la naturaleza y la ingeniería para resolver un problema de la piel”
¿Cómo ha evolucionado la empresa desde su creación, a nivel facturación?
Siendo una empresa que empezó de cero, ya el año 2021 lo cerramos con medio millón de euros de facturación, 2022 se cerró con dos millones, y 2023, con seis millones de facturación. Solo a través del canal online (nuestros productos solo se venden online) y solo en España. Tenemos una tasa de repetición espectacular que habla por sí sola.
¿Qué es para usted la belleza?
La belleza es un estado, estar cómoda en tu piel. Es el resultado de trabajar muchos pilares, a nivel espiritual, a nivel físico y psíquico. Hay belleza en todas las personas, todas emanan un tipo de belleza.
¿Cree que se está llevando al límite la obsesión por una belleza en demasiadas ocasiones muy artificial?
Yo creo que hay un problema de referentes. Si analizas bien la historia de la humanidad, hemos pasado por distintos referentes de belleza: personas más entradas en kilos, con menos, piel blanca, piel morena, rubias, morenas… Ahora se persigue un canon de belleza que bajo mi punto de vista es muy peligroso, porque el referente son algunas ‘instagramers’ o actrices y en el que se intenta imitar al 100% el patrón facial.
Ese patrón facial incluye una serie de intervenciones y de tratamientos estéticos que pueden tener efectos negativos. Por ejemplo, si entramos en el tema de inyectables, veo que llevan algunas sustancias que yo jamás me pondría en mi piel. Piensa que cuando la gente empezó a fumar no se conocían los efectos de que una generación entera, desde que tiene 20 años hasta los 80, haya fumado. Ahora que se conocen, las autoridades sanitarias dicen ‘no fuméis’.
Creo que con este tema de la belleza estética puede llegar a pasar lo mismo, ya que hay un colectivo que está abusando demasiado de ciertas sustancias y se desconocen las consecuencias, ya que no hay ensayos.
“Hay un colectivo que abusa demasiado de ciertas sustancias inyectables de belleza estética y se desconocen las consecuencias”
¿Qué consejos daría a aquellas personas que quieran emprender un negocio?
Lo más importante es tener una pasión, y tiene que ser una pasión desbordante. Hay días en los cuales todo son problemas y no hay ni una alegría. Con esa pasión, te dices a ti misma ‘no pasa nada, sigo’. Otro sería conocer si con mi proyecto estoy solucionando un problema o una necesidad de una gran masa crítica de clientes. Si la respuesta es SÍ, adelante. El foco tiene que estar siempre puesto en el cliente, sea la idea que sea, sea producto o servicio.
¿Cómo valora el ecosistema emprendedor en España?
En general le doy baja puntuación, aunque es verdad que se está haciendo muy buen trabajo a nivel comunidades autónomas como por ejemplo Valencia, Madrid, Andalucía o País Vasco.
En este punto, quiero destacar la magnífica labor y el papel que lleva a cabo Lanzadera, la incubadora de Juan Roig, iniciativa que lleva a cabo con su patrimonio privado. Que una persona esté invirtiendo su patrimonio privado para que en este país haya empresarios y que sean buenos empresarios y que vayan a ser exitosos me parece clave y muy importante.
Yo no tenía conocimiento de una serie de áreas que son básicas para comenzar un negocio. Me fui a Valencia y estuve un año y medio ‘incubada’ ahí. Recibí formación de finanzas, contable, laboral, legal, marca, comunicación, etc. Aproveché la oportunidad al máximo. Estoy muy agradecida. Creo que sería muy importante que este tipo de iniciativas se llevaran a cabo también desde la Administración.
Próximos retos, objetivos de la firma…
Debido a la gran demanda de nuestros clientes, nuestro próximo reto a corto plazo es el lanzamiento de una línea capilar, un tratamiento antiaging (antiedad) y antienvejecimiento capilar que va a estar enfocado en redensificar y engrosar la fibra, que el cabello esté más sano más brillante. Esto, con la edad, es fundamental.
¿Y los fracasos? ¿Qué ha aprendido de ellos?
Yo siempre pongo este ejemplo. Fui deportista de élite, jugaba al badminton y estuve becada para la Olimpiada de Sidney, estaba en un centro de alto rendimiento.
Tenía 18 años. Dediqué cinco horas al día, de lunes a sábado, a entrenar con el único objetivo de ir a unas Olimpiadas, y no conseguirlo fue el mayor fracaso en mi vida. La cantidad de esfuerzo físico y mental que destiné a ello, del cual me tuve que recuperar, me hizo ser una persona que al llegar al mundo empresarial ha tenido la capacidad de afrontar todo lo que ha aparecido. Hay que tener una resiliencia descomunal, porque las dificultades van a aparecer, siempre vas a tener retos que superar.
¿Cuál es su máxima o tu lema cuando vienen malos tiempos?
Hay que capear el temporal, no queda otra. Cuando algo no está al alcance de tu mano, hay que aguantar el tirón y con la mejor de las sonrisas.
Su visión de futuro en una frase
Innovación. El avance de la sociedad se basa en la innovación, en la investigación. La base del futuro es innovar en el presente.
