La innovación tecnológica juega un papel crucial en la transformación hacia un modelo de negocio más sostenible. La adopción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el big data y el Internet de las Cosas (IoT) están permitiendo a las empresas españolas optimizar sus procesos productivos, mejorar la eficiencia energética y reducir el desperdicio de recursos.
La combinación de IA y big data permite a las empresas monitorizar y optimizar sus procesos en tiempo real. En el sector de la energía, Naturgy ha desarrollado una plataforma de big data que permite a sus clientes industriales ajustar su demanda energética en función de los precios y las condiciones del mercado, lo que reduce el consumo en los momentos de mayor demanda. Se espera que estas soluciones puedan reducir hasta en un 15% el consumo energético de las empresas en los próximos cinco años.
Otro ejemplo de cómo la tecnología está impulsando la sostenibilidad es Telefónica, que ha implementado el Internet de las Cosas (IoT) en sus edificios corporativos para reducir el consumo de energía mediante la monitorización de sensores en tiempo real. Este sistema permite ajustar automáticamente la iluminación, la calefacción y la climatización en función de la ocupación y las condiciones meteorológicas.
Telefónica ha logrado reducir sus emisiones en un 70% desde 2015, en parte gracias a la implementación de estas soluciones tecnológicas. En el sector agrícola, la integración del Internet de las Cosas (IoT) y el big data está revolucionando la gestión de cultivos y la optimización de recursos hídricos.
Uso eficiente del agua
España, como uno de los mayores productores de frutas y hortalizas de Europa, enfrenta grandes retos relacionados con el uso eficiente del agua, especialmente en las zonas más áridas del país. Startups como Agrosmart Solutions están utilizando sensores inteligentes en los campos para monitorizar en tiempo real las condiciones del suelo y del clima, permitiendo a los agricultores ajustar el riego y la fertilización de manera precisa.
Estos sistemas no solo ayudan a reducir el uso de agua, sino que también aumentan la productividad de los cultivos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la adopción de tecnologías digitales en el sector agrícola ha aumentado un 30% en los últimos tres años, impulsada por la necesidad de hacer frente a los desafíos climáticos.
“La inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) están destinadas a seguir creciendo considerablemente en los próximos años, prometiendo una auténtica revolución para el sector de la elevación en términos productividad y eficiencia”, indica García Vallés, Responsable de Calidad y Medio Ambiente de Schindler Iberia.
Telefónica implementa IoT en sus edificios y recorta en un 70% las emisiones de CO2 desde 2015
“Hasta el momento, hemos conseguido que más del 30 % de nuestros dispositivos estén conectados a la nube. Aumentar esta cifra es clave, no solo para nosotros y el sector, sino para todas las industrias implicadas en reducir el impacto medioambiental de las ciudades del futuro. Por otro lado, la continua monitorización de las instalaciones a través de nuestra
plataforma IoT, junto con los potentes algoritmos de aprendizaje automático, nos permiten adelantarnos al fallo llegando a predecir averías. Esto contribuye activamente a reducir la huella de carbono, al anticipar fallos y solventarlos antes de que sucedan, con el consumo de energía que supone”, concluye.
El uso de big data para optimizar el consumo energético es otra tendencia clave en la sostenibilidad empresarial. Siemens Gamesa, uno de los mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo, ha implementado un sistema de que monitoriza en tiempo real el rendimiento de sus turbinas eólicas. Esto les permite identificar y solucionar problemas antes de que afecten al rendimiento de las turbinas, mejorando así la eficiencia energética y reduciendo los costes operativos. Se estima que este sistema ha aumentado la eficiencia de sus parques eólicos en un 10%.
Economía circular aplicada al día a día de la gestión
La economía circular es otro de los pilares fundamentales en la estrategia de sostenibilidad de muchas empresas españolas. Este enfoque, que busca reducir el consumo de recursos y minimizar la generación de residuos, está impulsando la innovación en sectores tan diversos como el textil, la automoción y la electrónica.
Heineken se ha comprometido a maximizar la circularidad y ha certificado sus cuatro fábricas como "Cero Residuos a Vertedero". La compañía ha logrado reutilizar el 99,6% de sus residuos y ha aumentado el uso de envases reutilizables, alcanzando un 82% en hostelería y un 45% en el mercado total. Además, nos aseguran que se ha priorizado la eliminación de las anillas de plástico en favor de anillas de cartón en todas las fábricas.
Inditex recoge la ropa usada en tiendas para su posterior reciclaje o reutilización
“En 2020 nos convertimos en la primera cervecera que elaboraba sus productos con electricidad 100% renovable. Y no descansaremos hasta hacer que toda la energía que utilizamos en producción lo sea, con proyectos como las dos termosolares que hemos inaugurado en los últimos seis meses, primero en nuestra fábrica de Sevilla y ahora en la de Valencia. Apostamos por la innovación local para impulsar y hacer más competitiva la economía española e inspirando a otras empresas en el camino hacia la descarbonización de nuestra industria”, comenta Carmen Ponce, directora de Asuntos Corporativos de Heineken España.
El sector textil, uno de los más contaminantes a nivel global, ha comenzado a integrar los principios de la economía circular en su cadena de valor. Inditex, la empresa matriz de Zara, ha lanzado una serie de iniciativas que incluyen la recogida de ropa usada en tiendas para su posterior reciclaje o reutilización. Según el informe anual de sostenibilidad de la compañía, en 2023, el 25% de sus prendas ya se fabricaban con materiales reciclados o sostenibles, con el objetivo de alcanzar el 50% para 2025. Además, en el sector de la automoción, empresas como Seat están desarrollando vehículos eléctricos fabricados en parte con materiales reciclados, y están impulsando programas de economía circular que incluyen la reutilización de componentes en la fabricación de nuevos vehículos. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), se espera que para 2030 el 30% de los vehículos nuevos en España contengan materiales reciclados.
Carmen Ponce (Heineken):
"En 2020 nos convertimos en la primera cervecera que elaboraba sus productos con electricidad 100% renovable"
El sector de la electrónica también está avanzando en la adopción de la economía circular. Apple, por ejemplo, ha implementado en España su programa de reciclaje y reutilización de dispositivos, donde los clientes pueden devolver sus dispositivos antiguos para recibir un descuento en la compra de nuevos productos. La compañía ha desarrollado un sistema de desmontaje robótico que permite recuperar materiales valiosos como el cobre, el aluminio y el oro de los dispositivos viejos, que luego son reutilizados en la fabricación de nuevos productos.
Por otro lado, Ecoalf, una empresa española que se ha convertido en un referente en moda sostenible, utiliza materiales reciclados como el plástico marino para la creación de prendas de ropa. A través de su fundación, Ecoalf ha recogido más de 500 toneladas de residuos plásticos del mar Mediterráneo desde 2015, que luego son convertidos en tejidos de alta calidad para su línea de ropa sostenible.