El modelo de consumo energético global se ha transformado por completo en los últimos años, con tendencias en auge como el autoconsumo, en un proceso de transición ‘verde’ y marcado por la sostenibilidad. En este contexto, el empoderamiento del consumidor juega un papel muy relevante en el mix de energía a nivel global.
Analizamos el mercado junto a Juan Carlos Domínguez, head of Sales Distributed Generation de EDP Solar España. La compañía ofrece un servicio integral de autoconsumo fotovoltaico para particulares, comunidades de vecinos, empresas y/o negocios que permite alcanzar el máximo ahorro en instalación solar. Además, sus baterías consiguen que las cargas que se realizan en los periodos más baratos tengan en cuenta las predicciones del día siguiente. Sí, el futuro ya está aquí: el autoconsumo solar nos espera.
¿Qué balance hace del ejercicio del último año?
2023 ha sido un año duro en el que el sector se ha ralentizado y reestructurado. Veníamos de 2022, que fue un año espectacular para el autoconsumo solar, y 2023 lo calma por varios motivos: uno es el precio del dinero, con la inflación, y otro es el precio de la energía, que baja, con lo cual, el mercado se atenúa. Además, es un año tremendamente retador para nosotros, porque tuvimos que ajustar todo lo que hicimos en 2022, y todas las dimensiones a las que llegamos, a una nueva circunstancia muy volátil que, efectivamente exige tener una capacidad muy grande para adaptarnos a los nuevos tiempos.
Hay que recordar que veníamos además de 2021, un año en el que el mercado empezaba a tener buena prensa, y la gente comenzaba a entender qué era todo esto del autoconsumo solar y qué significaba eso de “autogenerar energía”. Vimos que, en 2022, este escenario se disparó, como he comentado, con factores externos como la guerra de Ucrania, la subida de precios... En definitiva, estos cinco años hemos visto que estamos ante un mercado nuevo, apasionante y de crecimiento. Aunque con muchos picos.
“El autoconsumo solar es el camino para ahorrar en la factura de la luz, ser más independiente de la red eléctrica y contribuir con el medio ambiente”
¿Qué futuro cree que le espera a la energía renovable en España?
La energía renovable es imparable. Si hablamos de la energía renovable en general, tanto a nivel residencial, de industria, etcétera, creo que no hay manera de pararlo, está en la agenda de todos los países y gobiernos e instituciones. Pero desde el punto de vista del cliente, y a nivel empresarial, considero que tampoco hay vuelta atrás.
La capacidad de autogenerar tu propia energía y tener estabilidad dentro de ese coste, así como la capacidad que proporciona autogenerar tu propia energía para poder crear, en el caso de una industria, más inversión, y ser más sostenible, también es imparable. Lo que hay que hacer, como pasa en todos los mercados nuevos, es tener los resortes y players adecuados para que el mercado siga creciendo. Estamos en un camino sin retorno, tanto en las renovables, como en la movilidad eléctrica.
¿Qué países podría tomar como ejemplo?
Nosotros siempre hemos tomado como referencia Estados Unidos (California o Florida) y Alemania, que empezó en este sector hace mucho tiempo. De hecho, hace nada salió una noticia en la que concluían que Alemania genera más energía renovable, más energía fotovoltaica en concreto, que España, ya que tienen un parque de renovables muy amplio (con la característica de que, en el caso de la fotovoltaica, este país ve el sol cuatro veces menos que nosotros). Ambos países ya tienen ese mix energético integrado.
Y luego existen otros, como Australia, que también empezó mucho antes, que actualmente su problema es de almacenamiento, que es otro de los factores relevantes en la fotovoltaica. Es decir, no sólo hay que generar energía fotovoltaica, también hay que plantearse cómo almacenar esa energía y en qué momento óptimo emplearla.
¿Qué aspectos considera que le faltan a las eléctricas o qué déficits encuentra en el sector en España?
El mercado del autoconsumo solar empieza desde que el cliente entiende qué implica la instalación de los paneles, pero es mucho más complejo que todo eso. El déficit todavía está en llegar al cliente con una solución global. Es decir, empieza por el autoconsumo, pero pasa por el almacenamiento; es decir, que esa generación de energía sea inteligente.
El caso de un particular con un coche eléctrico es muy claro. Pongamos que salgo de mi casa por la mañana y quiero cargarlo por la noche, cuando estoy durmiendo y, lógicamente, quiero elegir el momento en que el precio sea más barato. Por tanto, si tengo un sistema inteligente que lo genera por la mañana cuando hay sol, y lo almacena y lo invierte cuando lo demanda el coche, tendré un sistema inteligente de gestión de la energía.
Eso es lo que todavía el sector no ha puesto en valor, el cliente no lo entiende porque se aferra al corto plazo… Pero es lógico, porque es un sector tan nuevo que hay que ir paso a paso.
“En 2030, el 95% de la generación de EDP será ‘verde’”
¿Cómo influyen las políticas y regulaciones gubernamentales en el desarrollo y la adopción de soluciones de energía solar?
En este país hace ya tiempo, en 2019, tuvimos la suerte de que se derogó el famoso ‘impuesto al sol’, que no permitía que el sector fotovoltaico, entre otros en España, floreciese. A partir de aquí nos encontramos un sector que nace, pero que también tiene muchas barreras regulatorias -sobre todo, en la parte de la industria- que hay que facilitar. Existe aún mucha burocracia entre la distribuidora, quien pone la solución de autoconsumo, el cliente, etc. que provoca que el proceso sea muy engorroso.
En España, en el caso de los clientes particulares, tenemos una gran oportunidad con las comunidades de vecinos, ya que estamos ante un país más de verticales que horizontales. Antes hablábamos de California, Florida... aquí sucede todo lo contrario. En concreto, en España hay unos cuatro millones de clientes residenciales a los que se les puede instalar luz solar y existen 18 millones de edificios en los que vivimos la mayoría de nosotros.
Todavía a nivel regulatorio tenemos mucho que avanzar como país y ser capaces de dar soluciones a estas comunidades que sean más ágiles. Es cierto que es un sector energético tradicionalmente regulado, pero en este caso hay que ser más hábil y generar soluciones sencillas para el cliente, ya que, ahora mismo, su percepción es que todo esto es un lío.
Sin embargo, aquí es donde nosotros tenemos un papel importante y nos gusta presumir de ello. En EDP intentamos que el cliente tenga solución a todos sus problemas, desde que empieza a contratar o poner sus paneles hasta que acaban por legalizar la instalación.
¿Cómo están innovando las energéticas en el campo del autoconsumo? ¿Qué tecnologías específicas están liderando esta transformación?
El avance está en crear todo ese ecosistema inteligente. Los clientes somos muy exigentes, tanto en la industria, como a nivel residencial. Buscamos un sistema que genere energía y a la vez sea eficiente e inteligente; que sea capaz de entender la necesidad y sea capaz de ofrecerlo en cada momento concreto.
Nosotros contamos con una batería inteligente que carga energía de autoconsumo de lo que cada uno genera. Y, cuando no está generando, carga de la red en el momento más barato y lo hace sola, ya que cuenta con unos algoritmos que detectan ese timing.
Además, estamos todos trabajando en aplicaciones que ayuden al cliente a entender qué le está pasando, qué está generando, qué es lo que puede hacer con su energía, qué es lo que está ocurriendo… En definitiva, es un ecosistema con soluciones globales. Todo este ecosistema, insisto, no es tan sencillo de entender en un primer momento, pero es hacia donde todos vamos -ahí está la Agenda 2030- y es la propuesta de valor real, porque todos vamos a electrificar nuestras casas.
¿Cuánto cree que puede ahorrarse una familia instalando en su hogar energía solar aproximadamente?
La familia media española de un hogar unifamiliar tipo puede estar entre un rango de 100 o 150 al mes de energía, aunque es cierto que esto nunca es lineal. Se puede estar ahorrando entre el 60% y el 70% de la factura, y esto es mucho dinero.
La barrera es que, para optar por el autoconsumo, hay que hacer una inversión, y ese es el juego, preguntarse cuánto tiempo lo vamos a amortizar y si merece la pena. La respuesta es que indudablemente sí, porque existen pocos productos como este que duren 30 años. Es súper rentable por sí mismo y actualmente no necesita subvención, porque probablemente en seis o siete años esté amortizado.
Además, si optas por el autoconsumo, estás revalorizando tu hogar. De hecho, hay estudios en EEUU que concluyen que la casa puede llegar a valer un 5% más… Al margen de la sostenibilidad y de la concienciación ante lo que está pasando.
“Mis equipos trabajan a gusto conmigo porque saben hacia dónde tienen que ir, cómo y lo que está pasando en cada momento”
¿Cómo cree que contribuye EDP a la sostenibilidad y a la reducción de la huella de carbono a nivel global?
Como energética global y multinacional, EDP es una de las compañías eléctricas más comprometidas en este aspecto. Su mix de generación de energía la coloca como la tercera más grande en producción eólica a nivel mundial. Además, somos los primeros en asegurar que, en 2030, el 95% de la generación de EDP será ‘verde’. Tenemos una ambición de expansión y un papel tremendamente estratégico y clave en toda esta transición energética.
¿Cuáles son las previsiones y retos más importantes de este 2024?
Analizando el mercado español y nuestro camino como EDP Solar, 2024 es un año de estabilización del mercado. Desgraciadamente en 2022, a raíz de todo este boom de las ventas, salieron muchísimos players al mercado con la obsesión de vender mucho a corto plazo.
Por eso, creo que, después de un par de años de locura, 2024 va a ser el año del filtro y veremos quiénes somos los que vamos a quedarnos aquí. Es un sector apasionante en el que en tres años parece que han pasado 30.
Centrándonos en usted, ¿cómo se definiría a nivel profesional? ¿Cuáles son las claves de su liderazgo?
Fui jugador de baloncesto profesional y lo recuerdo como una gran etapa en mi vida, porque con apenas 18 años, tuve la oportunidad de ser profesional en algo. Esto tiene su peaje, ya que eres muy joven y ya estás dentro del mundo laboral, con todo lo que conlleva, pero, en general, me ayudó a aprender, a sacrificarme, a perder, a ganar... y creo que por eso encajé tan bien en el mundo comercial.
Al final, este mundo también va de eso. Es un reto constante en el que hay que alcanzar objetivos y retos, algunos empiezan y acaban muy rápido, otros van mejor o peor; pero el equipo siempre es fundamental y tener a la gente motivada también. A mí el deporte me marcó la personalidad.
Las claves de mi liderazgo son dos. Por un lado, soy muy competitivo, pero creo que uno de mis puntos fuertes es la comunicación. Intento establecer siempre con mis equipos unas vías de comunicación muy fuertes, muy claras; y tratarles con el respeto que merecen, explicándoles, siempre, los porqués… Y en un sector como este, que cambia cada tres meses, es fundamental. Creo que mis equipos trabajan a gusto conmigo porque saben a dónde, cómo tienen que ir y qué está pasando en cada momento.
Y ya para terminar, ¿cómo imagina a EDP en 2030?
Siendo un protagonista. EDP no para de realizar proyectos que preparan a la compañía para ser el actor principal de esta transición ecológica en 2030, 2050 o 2060. Tenemos las capacidades y el foco para lograrlo y siempre acompañaremos a nuestros clientes en este camino. Es un recorrido que va a estar lleno de cambios y nuevas tecnologías, por lo que se necesita un player de esta solidez para lograrlo.