La sostenibilidad empresarial no solo se impulsa por las demandas del mercado y los consumidores, sino también por un marco regulatorio cada vez más exigente. En 2024, las empresas en España enfrentan el reto de cumplir con las normativas tanto nacionales como europeas que buscan mitigar el impacto ambiental y promover un desarrollo económico más sostenible.
La Taxonomía Verde de la Unión Europea, que entró en vigor en 2020, establece un marco claro para que las empresas clasifiquen sus actividades económicas en función de su impacto ambiental. Este sistema tiene como objetivo fomentar la inversión en proyectos sostenibles y evitar el greenwashing —la práctica de exagerar o falsear el compromiso ambiental de una empresa o producto—.
A partir de 2024, todas las empresas cotizadas en bolsa y las instituciones financieras deben cumplir con los requisitos de divulgación establecidos por esta normativa. En España, el cumplimiento de la Taxonomía Verde ha sido particularmente relevante para los sectores energético y financiero.
Empresas como BBVA y CaixaBank han adoptado la taxonomía como parte de sus estrategias para financiar proyectos sostenibles. En 2023, BBVA destinó más de 35.000 millones de euros a proyectos relacionados con la transición energética, como parte de su compromiso de movilizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible entre 2018 y 2025.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece las directrices para la transición energética de España, es otro de los marcos regulatorios clave que están impulsando el cambio hacia una economía más sostenible. Este plan, que cubre el periodo 2021-2030, establece un objetivo de reducción del 23% de las emisiones de GEI para 2030 en comparación con los niveles de 1990 y un objetivo de que el 74% de la electricidad provenga de fuentes renovables para ese mismo año.
En el caso de Heineken España, la cervecera ha alineado sus actividades con las normativas europeas y españolas. Su estrategia de sostenibilidad ha sido verificada por terceros como Aenor, siguiendo la metodología de la iniciativa Science Based Targets (SBTi) para la validación de sus objetivos de descarbonización. Además, cumplen con los requisitos de la Taxonomía Verde de la UE, enfocándose en alcanzar la neutralidad en carbono para 2040.
La transformación del propósito corporativo
La transformación hacia un modelo de negocio sostenible no puede limitarse a cambios en las operaciones o en el cumplimiento normativo. Para que estas estrategias tengan éxito, es necesario que se integren en la cultura corporativa de las empresas, promoviendo un compromiso colectivo entre todos los empleados y fomentando la adopción de prácticas sostenibles en todos los niveles de la organización.
En 2024, muchas empresas españolas han lanzado programas de formación interna para sensibilizar a sus empleados sobre la importancia de la sostenibilidad. Según el último informe de Randstad, más del 60% de las grandes empresas en España ya cuentan con programas formativos centrados en la sostenibilidad.
"El 67% de los jóvenes profesionales españoles prefieren trabajar en empresas que demuestren un compromiso tangible con el medio ambiente"
La consultora multinacional Deloitte es un ejemplo destacado, ya que ha desarrollado un programa interno en el que más del 80% de su personal ha sido capacitado en temas de sostenibilidad y transición energética, con el objetivo de integrar estos valores en sus operaciones diarias. La cultura de sostenibilidad también está jugando un papel clave en la atracción de talento.
Las nuevas generaciones de profesionales, especialmente los millennials y la Generación Z, valoran enormemente trabajar en empresas con un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Según un estudio de PwC publicado en 2023, el 67% de los jóvenes profesionales españoles prefieren trabajar en empresas que demuestren un compromiso tangible con el medio ambiente.
Un aspecto clave de la cultura corporativa es la capacidad de las empresas para gestionar los riesgos asociados al cambio climático. Indra, una de las mayores empresas tecnológicas de España, ha implementado un sistema de análisis de riesgos climáticos que les permite anticiparse a posibles interrupciones en su cadena de suministro debido a eventos extremos como inundaciones o incendios forestales.
Estas medidas son esenciales para garantizar la continuidad operativa y cumplir con las expectativas de los inversores, cada vez más interesados en la gestión del riesgo climático.
La cultura de sostenibilidad en Heineken es central. En 2023, un 93% de los empleados mostró un fuerte sentimiento de orgullo por trabajar en la compañía, que también invierte en formación continua en temas de sostenibilidad. Además, gestiona riesgos asociados al cambio climático mediante la reducción del consumo de agua, protegiendo las fuentes hídricas clave y devolviendo más de 1.900 millones de litros de agua a las cuencas que nutren sus fábricas.
Forética ha establecido nueve rutas ambiciosas pero realistas para la transformación hacia la sostenibilidad en todas las áreas clave de la actividad empresarial que abarcan desde la energía, la movilidad, las infraestructuras o la alimentación, hasta la salud, la tecnología y las finanzas
“Cada una de estas vías incluye una visión de la forma en que deben satisfacerse determinadas necesidades de la sociedad; una serie de transiciones fundamentales para alcanzar cada Visión; y 10 áreas de acción en las que las empresas deben centrarse en el transcurso de la próxima década”, explica Germán Granda, director general de Forética.
