2024 es un año clave para la sostenibilidad corporativa en España. Las empresas se enfrentan al desafío de reducir su huella de carbono y cumplir con las regulaciones más estrictas, además de adoptar nuevas tecnologías, fomentando una cultura corporativa de sostenibilidad y preparándose para un futuro en el que será un diferenciador clave en el éxito empresarial.
Aunque los desafíos son considerables, las oportunidades para las empresas que lideren el camino hacia un modelo de negocio más sostenible son inmensas. Con el apoyo del marco regulador europeo, la inversión en tecnologías limpias y la creciente demanda de consumidores y empleados por empresas más responsables, España tiene el potencial de ser un referente mundial en sostenibilidad corporativa en los próximos años.
En los últimos años, el concepto de sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia emergente a convertirse en un imperativo estratégico para las empresas en España. Este año, las compañías afrentan una presión sin precedentes para alinear sus operaciones con los objetivos medioambientales globales, especialmente en relación con los Acuerdos de París y los compromisos asumidos por la Unión Europea para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Pero este cambio, además de responder a regulaciones más estrictas; también es impulsado por una creciente demanda de los consumidores, una presión financiera desde los inversores y una conciencia empresarial sobre los riesgos y oportunidades que el cambio climático presenta.
De la mano de expertos del sector, Capital se adentra en las estrategias clave que están marcando la sostenibilidad corporativa en España en 2024. Exploramos la reducción de la huella de carbono, la adopción de energías renovables, la innovación tecnológica aplicada a la eficiencia energética, la economía circular y el cumplimiento de las normativas europeas, además de la transformación cultural dentro de las empresas y las tendencias futuras que seguirán marcando el rumbo hacia una economía más verde y sostenible.
La reducción de la huella de carbono
La reducción de la huella de carbono es uno de los pilares fundamentales de las estrategias de sostenibilidad corporativa en España. Alineado con las directrices de la Unión Europea y los compromisos del Acuerdo de París, se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990, y alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Si hablamos de los objetivos de descarbonización y planes empresariales, hay que tener en cuenta que este contexto ha llevado a las grandes empresas a definir y ejecutar planes ambiciosos de reducción de emisiones. Iberdrola, por ejemplo, ha sido pionera en la integración de las energías renovables en su modelo de negocio.
La compañía, una de las mayores eléctricas del mundo, ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones en un 50% para 2030 respecto a los niveles de 2017 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. En 2023, el 80% de su producción ya procedía de fuentes renovables, y en 2024 continúa liderando la transición energética con nuevas inversiones en energía eólica y solar.
Por otro lado, Endesa ha acelerado su proceso de descarbonización, comprometiéndose a cerrar todas sus plantas de carbón antes de 2027, lo que representa una reducción del 55% de sus emisiones en comparación con los niveles de 2019. Además, la compañía ha anunciado que invertirá más de 7.500 millones de euros entre 2023 y 2030 en proyectos de energías renovables y almacenamiento, con el objetivo de duplicar su capacidad renovable en ese periodo.
El sector industrial también está haciendo grandes avances. Repsol, uno de los gigantes energéticos y petroquímicos, ha anunciado que destinará 1.000 millones de euros anuales a la transformación de sus refinerías en centros de producción de combustibles renovables, con el objetivo de reducir en un 35% las emisiones de carbono generadas por sus productos para 2030 y convertirse en una empresa neutra en carbono para 2050. Además, Repsol ha iniciado proyectos de hidrógeno verde y captura de carbono que serán clave en su estrategia de descarbonización.
Ana Herrero, directora de Transformación Sostenible de Forética, explica a Capital que, actualmente, “las crisis gemelas (crisis climática y crisis de biodiversidad) están marcando la agenda de empresas y gobiernos”.
Ana Herrero (Forética): "Debemos asegurar que, para 2030, al menos el 30% de la tierra, el agua dulce y los océanos se encuentren protegidos"
Herrero apunta que “en materia climática, para garantizar y contener el aumento de temperatura en 1,5°C respecto a niveles preindustriales para final de siglo, es necesario conseguir el objetivo net-zero (cero emisiones netas) para 2050, tal y como se establece en el Acuerdo de París y se concreta en los informes posteriores del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés) así como en las metodologías de medición y reporte que el sector empresarial está utilizando, como los Science Based Targets (objetivos basados en la ciencia o SBT)”.
La experta añade que “la Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece el objetivo de alcanzar la neutralidad climática de España para 2050, para lo cual establece objetivos intermedios, estableciendo el año 2030 como clave en la reducción de las emisiones del conjunto de la economía española en, al menos, un 23% respecto al año 1990”.
Por otro lado, Herrero puntualiza que, en materia de naturaleza y biodiversidad, según el acuerdo de Kunming-Montreal, “debemos asegurar que, para 2030, al menos el 30% de la tierra, el agua dulce y los océanos se encuentren protegidos y que el 30% de los ecosistemas degradados sean recuperados para 2030”.
“La recientemente aprobada en Europa Ley de Restauración de Ecosistemas establece el objetivo de restaurar al menos el 20 % de las zonas terrestres y marinas para 2030 y todos los ecosistemas que lo necesiten para 2050. Para alinear las agendas empresariales con estos objetivos, se requieren estrategias bien coordinadas e integradas con el negocio en materia de naturaleza y biodiversidad, así como climática, tanto desde la perspectiva de mitigación como de adaptación, que incluyen estrategias energéticas corporativas para asegurar la transición energética necesaria”, señala.
Y apunta que “en este contexto, el modelo que plantea la economía circular proporciona un marco holístico para abordar estos grandes desafíos (cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad). La forma en la que producimos y consumimos productos y alimentos, es responsable directa del 45% de las emisiones globales de GEI, así como de la creciente presión sobre los recursos naturales y la biodiversidad (el día de la sobrecapacidad de la tierra en 2024, para España, ha sido el 20 de mayo, es decir, ese día entramos en déficit ecológico). Además, la economía circular ha emergido como una megatendencia indiscutible en los últimos años”, reitera la experta.
Y asegura que para acelerar el camino a la circularidad se requiere de un cambio significativo por parte de múltiples agentes; desde las empresas que necesitan adaptar su oferta de productos y servicios, hasta los gobiernos que deben implementar regulaciones específicas para promover esta transición, así como los consumidores que tienen la responsabilidad de reconsiderar sus decisiones de consumo.
Valentín Alfaya (Ferrovial): "Apostamos por el autoconsumo, por la compra de electricidad renovable y por certificados de garantía de origen"
Desde Ferrovial, su director de sostenibilidad, Valentín Alfaya, indica que su plan para conseguir la transición a una compañía 100% electricidad renovable en 2025 se basa en “una apuesta por el autoconsumo, compra de electricidad renovable y compra de certificados de garantía de origen donde no haya fuentes renovables disponibles”.
Además de la reducción de emisiones, Ferrovial ha desarrollado un enfoque integral para mitigar los riesgos asociados al cambio climático. Uno de los proyectos más innovadores en esta área es la herramienta Adaptare, una metodología que permite a la empresa identificar y gestionar los riesgos físicos relacionados con el clima en las infraestructuras que construye y gestiona.
Esta herramienta se ha desarrollado en colaboración con la Universidad de Cantabria y tiene en cuenta diferentes escenarios climáticos para diseñar infraestructuras más resilientes. Adaptare ofrece una solución integrada para evaluar riesgos y aplicar medidas en el ámbito de la adaptación que aseguren la continuidad operativa de las infraestructuras ante fenómenos climáticos extremos.
Esto incluye desde el diseño de infraestructuras resistentes al cambio climático hasta la creación de planes de emergencia y la contratación de seguros para cubrir posibles pérdidas derivadas de eventos extremos. “Esta nueva metodología no sólo supone un avance en la gestión de riesgos y oportunidades del cambio climático, sino que implica una ventaja competitiva para Ferrovial y sus clientes en su compromiso con la transición hacia una economía sostenible”, afirma Alfaya.
Elena García Vallés (Schindler): "Más de la mitad de los ascensores de España tiene 20 años o más y necesitan una renovación tecnológica que los haga más sostenibles"
Desde Schindler, multinacional suiza especializada en la fabricación, instalación, mantenimiento y modernización de ascensores, escaleras mecánicas y rampas móviles, han marcado uno de los objetivos más ambiciosos de la industria: cero emisiones netas para 2040. Este compromiso implica reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en todas las áreas (alcances 1, 2 y 3) para esa fecha, tomando como base el año 2020.
“Esto cubre desde las emisiones directas de sus operaciones, hasta las de flota de vehículos y edificios, pasando por las indirectas derivadas de la electricidad consumida y las propias de la cadena de suministro. A medio plazo, para 2030, nos hemos propuesto una reducción del 50% de las emisiones operativas (alcances 1 y 2) y un 42% en la cadena de valor (alcance 3)”, resalta Elena García Vallés, responsable de Calidad y Medio Ambiente de Schindler Iberia.
“En Schindler creemos que la conectividad será un pilar fundamental en el tránsito vertical de las personas en las ciudades del futuro. Por ello, hemos realizado inversiones significativas en I+D para crear soluciones digitales como Schindler Port y Schindler Metacore, dirigidas a transformar los sistemas de elevación y crear ciudades inteligentes más sostenibles y eficientes”, añade.
Y puntualiza que, “por un lado, Schindler PORT optimiza el flujo de tráfico en los edificios y las redes de infraestructura reduciendo los tiempos de espera y las aglomeraciones. Es simple: a menor número de trayectos, menos consumo del ascensor. Por su parte, Schindler Metacore permite readaptar los edificios existentes y, por tanto, reducir la necesidad de demolerlos y volver a construirlos, lo que contribuye a reducir la huella de carbono en el sector de la construcción”.
García Vallés informa que “se estima que el 80% de los edificios de 2050 ya están construidos. Teniendo en cuenta este dato, en Schindler proponemos soluciones para modernizar y transformar estructuras existentes en inmuebles más sostenibles: En España, por ejemplo, de los más de 1 millón de ascensores, más de la mitad tienen 20 años de antigüedad o más”.
“Ante este escenario, en Schindler hemos creado una solución llamada ‘Schindler ReNew’, capaz de reducir el consumo energético del ascensor en un 50% al actualizar o sustituir componentes antiguos con nuevas tecnologías. Estas modernizaciones incluyen la implementación de motores sin engranajes con imanes que reducen la fricción, drives regenerativos que devuelven la energía generada durante el uso del ascensor al sistema eléctrico del edificio o modos de ahorro standby, que reduce el consumo cuando el equipo no está en uso”, concluye.
Desde Heineken España nos informan de que la cervecera ha logrado una reducción del 24% de su huella de carbono en toda su cadena de valor desde 2018. Además, ha implementado el uso de energías renovables en sus procesos productivos, alcanzando un 51% de energía renovable en 2023, y espera llegar al 62% a finales de 2024
La multinacional, con operaciones en más de 70 países y un equipo de aproximadamente 90.000 empleados en todo el mundo, ha apostado por proyectos innovadores, como la instalación de plantas termosolares en Sevilla y Valencia, que permitirán una mayor cobertura de energía térmica en esas fábricas. Para cumplir con los Acuerdos de París y la normativa europea, la empresa tiene objetivos ambiciosos para 2025, como alcanzar cero emisiones netas en producción y reducir las emisiones de CO2 en toda la cadena de valor en un 30%.
Etienne Strijp, presidente de Heineken España, apunta que creen “en la necesidad de hablar de nuestra agenda de sostenibilidad con rigor y transparencia. Por eso, un año más rendimos cuentas de nuestros avances y nos apoyamos en la comunidad científica y terceros independientes para medirlos y certificarlos. Decididos a seguir trabajando con la misma pasión y humildad que nos impulsó hace más de dos décadas, cuando nos embarcamos en este apasionante viaje, e impulsando la colaboración con empresas, instituciones y ciudadanos”.
El autoconsumo energético mediante fuentes renovables, como la energía solar y eólica, es otra tendencia que está marcando el panorama empresarial en España. En 2023, el gobierno de España aprobó una serie de medidas para fomentar el autoconsumo y las energías renovables en el sector empresarial, lo que ha llevado a un aumento considerable de las instalaciones de paneles solares en fábricas y oficinas.
Empresas como Acciona, que ha sido líder en sostenibilidad durante décadas, han cerrado acuerdos de compra de energía renovable (PPA, por sus siglas en inglés) con otras corporaciones que buscan asegurar un suministro energético limpio y estable a largo plazo. Estos acuerdos, que permiten a las empresas comprar electricidad a largo plazo directamente de generadores de energía renovable, son una herramienta clave para impulsar la transición energética y asegurar la estabilidad de precios.
Según datos de Bloomberg, en 2023, España fue el segundo mercado de PPAs más grande de Europa, solo superado por el Reino Unido, con 5 GW de nuevos contratos firmados. Una de las empresas que más ha destacado en este ámbito es Mercadona, que ha invertido millones en la instalación de paneles solares en sus tiendas y centros logísticos. A finales de 2023, la compañía había instalado paneles solares en más de 400 tiendas, cubriendo así gran parte de su demanda energética con energía limpia.
Además, Mercadona ha firmado un PPA con Acciona para garantizar que el 100% de la electricidad que utiliza provenga de fuentes renovables. En el sector hotelero, Iberostar ha sido pionero en la integración de energías renovables, con una estrategia para que todos sus hoteles funcionen con energía 100% renovable para 2030. Actualmente, ya han logrado que más del 60% de sus operaciones en España sean neutras en carbono.
Desde Schindler informan que, como miembros del RE100 -una iniciativa liderada por las organizaciones sin ánimo de lucro ‘Climate Group’ y CDP-, la empresa se ha comprometido a garantizar que el 100 % de su electricidad provenga de fuentes renovables, sin hibridación con otras fuentes de energía convencionales.
“En este sentido, tenemos previsto realizar la transición completa a la electricidad renovable a lo largo de 2025, habiendo cerrado 2023 con un 90% de la electricidad comprada procedente de fuentes renovables. Ya solo en Iberia, más del 98% de la electricidad consumida es energía verde certificada”, garantiza Elena García Vallés, responsable de Calidad y Medio Ambiente de Schindler Iberia.
