El futuro de la sostenibilidad corporativa en España estará marcado por una serie de tendencias emergentes que seguirán transformando el panorama empresarial en 2024 y más allá.
La inversión en tecnologías limpias como el hidrógeno verde, los biocombustibles y la captura de carbono será crucial para lograr los ambiciosos objetivos de descarbonización. España, gracias a su geografía y recursos naturales, tiene el potencial de convertirse en uno de los mayores productores de hidrógeno verde en Europa. Según el Foro Económico Mundial, se espera que España invierta más de 10.000 millones de euros en proyectos de hidrógeno verde para 2030.
Por otro lado, el auge de las finanzas sostenibles continuará desempeñando un papel central en la transición energética y en el financiamiento de proyectos de sostenibilidad. En 2023, la emisión de bonos verdes en España alcanzó los 15.000 millones de euros, y se espera que esta cifra aumente un 20% en 2024, lo que refleja el creciente interés de los inversores por apoyar proyectos que tengan un impacto positivo en el medio ambiente.
Además, las regulaciones europeas, como la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), exigirán una mayor transparencia en la divulgación de los informes ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Esta normativa, que entra en vigor este año, afectará a más de 49.000 empresas en toda Europa, obligando a las empresas a ser más claras y precisas en la forma en que comunican su impacto ambiental y social.
Germán Granda (Forética):
"Las tendencias de sostenibilidad, marcan los hitos esenciales para las compañías"
El futuro de la sostenibilidad corporativa en España dependerá también de la colaboración intersectorial. Los sectores de la energía y el transporte, por ejemplo, ya están trabajando juntos para desarrollar soluciones integradas de movilidad sostenible. Iberdrola ha lanzado proyectos piloto para desarrollar redes de recarga de vehículos eléctricos en colaboración con Renfe, lo que podría acelerar la adopción de vehículos eléctricos en España.
En el caso de las fuentes consultadas, Heineken se prepara para futuras regulaciones y avances tecnológicos, con planes para aumentar su uso de energías renovables, optimizar la circularidad en sus operaciones y continuar con la reducción de su huella de carbono, todo para alinearse con los objetivos de sostenibilidad global para 2040.
Forética identifica cinco tendencias clave en materia de sostenibilidad: la consolidación de la apuesta por parte de los mercados por los activos sostenibles, un posible enfriamiento regulatorio en materia ESG con el nuevo ciclo político que se abre en Europa y Estados Unidos, el uso responsable de la inteligencia artificial, la integración de la sostenibilidad en los organigramas corporativos y la importancia de impulsar las medidas de adaptación frente al cambio climático.
“Estas tendencias de sostenibilidad marcan los hitos esenciales para las compañías, les permiten anticiparse a los futuros retos, estar a la vanguardia de las distintas temáticas y acelerar así la transformación sostenible”, explica Germán Granda, director general de Forética.
En 2023, la emisión de bonos verdes en España alcanzó los 15.000 millones y se espera que esta cifra aumente un 20% en 2024
Por su parte, desde Schindler garantizan tener metas para la reducción de emisiones indirectas de gases de efecto invernadero. “Sí, las emisiones de Alcance 3 son fundamentales para lograr las cero emisiones netas para 2040 marcadas por el grupo. Para abordarlas, en Schindler hemos integrado dos objetivos para 2030: reducción absoluta del 50 % de las emisiones de GEI de (Alcance 1 y 2) y reducción absoluta del 42 % de las emisiones de GEI de (Alcance 3) en toda la cadena de valor”, señala Elena García Vallés, responsable de Calidad y Medio Ambiente de Schindler Iberia.
“En concreto, el grupo ha evaluado e identificado la procedencia de las emisiones de Alcance 3 procedente de los bienes vendidos y adquiridos, el transporte y la distribución de los productos, los desplazamientos de los empleados, los viajes de trabajo y el tratamiento de los productos al final de su vida útil”, añade.
“Para erradicar estas emisiones, en Schindler llevamos a cabo las siguientes iniciativas: investigar características para reducir el consumo de energía en ‘modo de espera’ de los sistemas de elevación; optar por componentes más eficientes y materiales reciclados con bajas emisiones de carbono; reducir el peso de los materiales rediseñando los productos y componentes; aplicar medidas que promuevan la reparación y reutilización de los componentes; reforzar las alianzas orientadas a la sostenibilidad con los proveedores de materiales y componentes”, informa García Vallés.