BANI

“La comunicación será una gran aliada de las direcciones generales y de las propiedades de las empresas en esta nueva era” El mundo ya no es VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). A partir del estallido de la pandemia por coronavirus vivimos en un mundo BANI (quebradizo, ansioso, no lineal e incomprensible). Si la crisis del coronavirus ya puso el mundo patas arriba y nos paralizó -literalmente-, situaciones como la guerra de Ucrania; la crisis del transporte; la escasez de materias primas; la escalada de precios de la energía o la crecida inflacionista que estamos viviendo a nivel mundial están cambiando los paradigmas de nuestra sociedad.  El mundo en el que vivimos ahora es BANI. Se trata de un mundo quebradizo (lo vemos con la multitud de noticias negativas diarias) y que genera mucha ansiedad por los cambios bruscos que se están produciendo. Nuestro mundo no es lineal, sino sistémico, porque lo que ocurre en las antípodas afecta a nuestro entorno y se trata de un mundo incomprensible por todos los factores que influyen a la vez y desde diferentes ubicaciones geográficas.  Es el coste de la globalización, donde todo está interconectado a nivel mundial. Dentro de esta situación tan compleja, las organizaciones deben seguir siendo conducidas por líderes, que, a su vez muestran una lógica incertidumbre y ansiedad sobre el futuro. ¿Cómo afrontar este reto desde el liderazgo?  La perspectiva del liderazgo sistémico puede resultar muy útil para navegar en esta situación. El líder debe enfocarse en el conjunto, puesto que lo lineal ya no tiene cabida. La mirada sistémica es una mirada ‘desenfocada’, que se interesa más por las pautas y los patrones que por los detalles. Se centra más en las interrelaciones entre las personas que en cada miembro por separado.   Si la persona que ejerce el…