funerario

Los funerales han evolucionado desde el modelo tradicional del entierro en el nicho familiar hasta auténticas fiestas donde la personalización es la que manda. Analizamos este segmento junto a Alejandro Nieto, fundador y CEO de Pazy. ¿Qué es la ‘visión natural de la muerte’? Lo que tenemos todos en común y de lo que nadie quiere hablar, es la muerte, porque nos va a pasar a todos. Por otro lado, estamos en un país en el que el 50% de la población tiene un seguro de decesos, es decir, que más de la mitad de la gente tiene algún trámite realizado. Tenemos que ‘naturalizar’ la muerte, ese es el objetivo. El sector funerario es poco innovador, ¿verdad? Es un sector que lleva 100 años sin innovar, nosotros llegamos para generar un cambio. Ya hemos hecho el primer entierro con un féretro de cartón en España. La legislación no impide la innovación, pero realmente no la favorece mucho. Es muy antigua, hay partes relacionadas con políticas sanitarias que simplemente no están actualizadas. Por ejemplo, desde que fallece una persona, hay que esperar como mínimo 24 horas hasta incinerarla o enterrarla. Hace 100 años, no se podía determinar con rapidez si una persona estaba muerta o no, pero, a día de hoy, sí. Esperamos un cambio de legislación que se adapte más a la innovación. Las cremaciones ganan terreno a los entierros, ¿a qué se debe esto? ¿Es una moda? No es una moda, porque yo creo que viene para quedarse. Hace 20 años, la estadística era 80% entierro, 20%, incineración. A día de hoy, está al 50%. El entierro es algo muy tradicional y las familias ya se van dando cuenta de que tener a un familiar querido en un sitio concreto al que acudir todos los años es algo relativamente…
Juan Jesús Domingo, CEO de Mémora: "Hay que invertir para crecer y los ritmos del sector funerario no son rápidos, sino lentos" "En España hay un índice muy bajo de últimas voluntades y de testamento vital y es importante fomentarlo" La muerte es una parte inevitable e inexorable de nuestra vida. De hecho, durante los últimos años, el fallecimiento en España ha estado más presente que nunca. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de fallecidos pasó de las 418.703 personas en 2019 a las 493.776 en 2020, una cifra reveladora que se ha visto afectada por la irrupción de la Covid-19.   Afrontar esta situación excepcional antes, durante y después de la pandemia es un trabajo que no solo depende de la propia población y de los servicios sanitarios, ya que en la cadena de la salud pública también entra en juego el sector funerario. Porque, sin este segmento, el modelo se colapsa.   Juan Jesús Domingo, consejero delegado (CEO) de Mémora, atiende a Capital para analizar la situación del mercado funerario en España y la participación de los fondos de inversión en un sector que dirige su consolidación hacia la digitalización, la innovación y el compromiso social.    Con “cash flow” propio  Más de 1.100 empresas conforman el sector funerario en España que, como explica el consejero delegado de Mémora, “está híper atomizado”. Este es el gran problema de un negocio en el que abordar el proceso de digitalización en las pequeñas compañías, en muchas ocasiones, “es difícil porque no alcanzan ni el millón de euros de facturación”, recalca.  En el caso de Mémora, líder en el mercado funerario nacional, la Covid-19 tuvo un papel acelerador en el proceso de digitalización. Tal y como comenta Juan Jesús Domingo, “la pandemia nos ha obligado a ir más rápido. Asimismo, nosotros…