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El Banco de España ha comenzado a evaluar la imposición de limitaciones en las condiciones de concesión de préstamos bancarios, en caso de materializarse riesgos para la estabilidad financiera. Esta información surge de su Informe de Estabilidad Financiera de primavera, publicado el pasado martes. En el documento, el organismo detalla que está avanzando en el desarrollo de un marco que permita seguir y calibrar los límites sobre estas condiciones de concesión. Se ha iniciado un plan de trabajo analítico para profundizar en el seguimiento de los estándares de concesión de préstamos tanto a hogares como a sociedades no financieras. Asimismo, se ha reforzado el análisis de los posibles costes y beneficios de establecer límites macroprudenciales sobre dichos estándares. La activación de límites sobre las condiciones de concesión dependerá de la situación de los riesgos sobre la estabilidad financiera Además, el Banco de España aclara que la activación de límites no responde a señales actuales de relajación por parte de las entidades bancarias. El informe señala un creciente consenso internacional sobre la necesidad de implementar límites macroprudenciales estructurales en la concesión de préstamos hipotecarios. Este enfoque permite que, en fases bajistas, las entidades financieras tengan incentivos para aplicar estándares crediticios más exigentes, funcionando como una barrera latente y no como una restricción efectiva. En contraposición, en períodos alcistas, especialmente durante expansiones en el mercado inmobiliario, estas limitaciones serían de carácter restrictivo, ayudando a prevenir una relajación excesiva de los estándares crediticios. Aunque la mayoría de los países de la Unión Bancaria ya han activado este tipo de límites, España se encuentra entre los pocos que aún no lo han hecho, debido a la falta de identificación de riesgos sistémicos en el sector inmobiliario. El informe también aborda los riesgos sistémicos relacionados con el colchón de capital anticíclico, que se mantienen en…
La Comisión Europea augura que las reglas fiscales comunitarias, que establecen límites al déficit y la deuda públicos de los países, seguirán suspendidas también en 2022 para que los gobiernos puedan seguir adoptando medidas de estímulo que impulsen sus economías y compensen el impacto de la pandemia. La decisión todavía no es firme y se tomará seguramente en junio, cuando existan más certezas sobre la evolución prevista de la economía, pero todo apunta a que la Unión Europea se prepara para mantener activada la "cláusula general de escape" del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, activada en marzo de 2020 para congelar las sendas de consolidación fiscal en los Estados miembros. Así lo prevé el documento de "orientaciones" presupuestaria que ha presentado este miércoles el Ejecutivo comunitario para abrir el debate al respecto. Bruselas considera, en concreto, que el criterio clave para activar de nuevo dicha cláusula es que la economía del bloque recupere su nivel previo a la pandemia. Esto supone, básicamente, que la economía remonte hasta alcanzar el PIB que tenía a finales de 2019, algo que no está previsto al menos hasta que acabe 2022. "En consecuencia, las actuales indicaciones preliminares apuntarían a seguir aplicando la cláusula de escape general en 2022 y a desactivar a partir de 2023", subraya el texto.