soft skills

Los expertos coinciden en la importancia de las 'soft skills' para la empleabilidad y muestran preocupación ante la carencia de las mismas entre los graduados universitarios El mercado laboral se ha presentado bastante complejo durante los últimos años, con la circunstancia de que se mezcla una gran demanda de ciertos perfiles, a lo que se suma la carencia de ellos y, a la vez, un nivel de paro más elevado que el de los comparables europeos. Ahora, con la introducción de las soft skills al panorama de reclutamiento, la situación se dificulta. Las soft skills, o habilidades blandas, son habilidades centrales de las personas que se pueden aplicar a cualquier profesión. Algunos ejemplos son el pensamiento crítico, la inteligencia emocional o la capacidad de escuchar. Durante los últimos años estas habilidades han ido ganando importancia en el panorama laboral, aún más con la introducción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) o la automatización, que dejan obsoletas algunas habilidades técnicas humanas. La inteligencia artificial y las soft skills Con la aparición de nuevas IA como Chat GPT ha resurgido el debate sobre la utilidad del factor humano en ciertos puestos de trabajo. Ahora la tecnología es capaz de realizar actividades que antes dependían de los trabajadores como escribir noticias, diseñar logos o analizar datos. ¿Para qué contratar personas cuando una máquina puede encargarse por un coste menor? Lo que diferencia estas tecnologías de los humanos son las ‘soft skills’. Las habilidades que son inherentemente humanas y que ninguna máquina podrá desarrollar. Es por esto que la demanda de habilidades blandas ha aumentado en gran medida y se espera que en los próximos años sean las más demandadas en el mercado. Deloitte predice que los puestos de trabajo centrados en las ‘soft skills’ representarán dos tercios de todos los empleos en…
El teletrabajo se ha desplomado y ha descendido prácticamente a la mitad en las organizaciones en comparación con el de 2020, hasta situarse en un 17,2 % La llegada de septiembre ha supuesto para muchos un cambio en el trabajo, algunos en remoto, otros en híbrido e incluso muchos volviendo a la total presencialidad. El teletrabajo sigue presente en muchas compañías desde el inicio de la pandemia, aunque poco a poco la mayoría de empresas han ido incorporando de nuevo a la oficina a sus empleados. De hecho, según el informe COTS de CCOO, el teletrabajo en España se ha desplomado y ha descendido prácticamente a la mitad en las organizaciones en comparación con 2020, hasta situarse en un 17,2%. Es decir, 4 de cada 5 trabajadores no teletrabajan. La vuelta a la presencialidad es un gran cambio que va a suponer un esfuerzo para muchos, ya que tendrán que potenciar determinadas soft skills. Por eso, IEBS Business School señala las habilidades necesarias para la nueva realidad del trabajo. Adaptación: La digitalización ya es un hecho. La pandemia ha acelerado los procesos de transformación digital en las empresas y, para afrontar esta nueva situación, los profesionales deben ser capaces de adaptarse a un entorno de constantes cambios. Por eso, es importante tener la habilidad de reaccionar siempre de forma asertiva ante cualquier novedad y de aprender constantemente. Flexibilidad: En la línea del punto anterior, la situación de volatilidad e incertidumbre hace necesario que los trabajadores sepan responder de forma flexible y eficiente en cada contexto. El aprendizaje ágil y la formación continua son las claves para conseguirlo. Además, cuando eres receptivo al cambio puedes adaptarte a problemas inesperados en la empresa, lo que la convierte en una de las características más valiosas. Liderazgo: Un buen líder resalta por generar confianza…
Cada vez son más las empresas que ofrecen a sus empleados formación para mejorar su adaptación al puesto, prepararlos para el uso de nuevas herramientas y procesos o, incluso, en contenidos digitales para facilitar la transformación digital de la compañía. Sin embargo, frente al 82% de las formaciones dirigidas a la adquisición de conocimientos técnicos, solo el 49% de las empresas forman en soft skills, según el estudio sobre realidad de las empresas españolas sobre competencias y Transformación Digital de B-Talent. ¿A qué se debe? Existen muchos motivos, como limitación de presupuesto, problemas logísticos, nuevas herramientas implantadas en la compañía, etc. Uno de los más importantes es que no se perciben las consecuencias negativas de no formar en competencias, porque los beneficios de hacerlo no siempre se pueden observar de forma clara, directa o a corto plazo. B-Talent nos explica algunas de las consecuencias de no formar a los empleados en soft skills y los efectos negativos para la compañía en diferentes niveles: Recursos humanos. Este departamento deberá contemplar las habilidades blandas como un punto fundamental a la hora de desarrollar procesos como el de contratación o formación. Por ejemplo, en el proceso de selección, las soft skills facilitarán que los nuevos empleados puedan adaptarse o no al perfil profesional para el que han sido contratados, evitando el abandono en los primeros meses y el coste económico y recursos que este supone. En cuanto a los empleados ya incorporados, no formar en soft skills puede provocar que exista un gran desequilibrio entre los perfiles. Generando profesionales con altos niveles técnicos frente a bajos niveles competenciales, que dificultan su desarrollo dentro de la empresa. Resultados. El desarrollo de competencias por parte de los empleados repercutirá directamente en el incremento de los ingresos, la rentabilidad, la cuota de mercado o la productividad y…
A medida que los empleos atraviesan un proceso de automatización cada vez más evidente, la relevancia de las llamadas "habilidades blandas" (o soft skills en inglés) en los trabajadores va en aumento. Dichas capacidades, de las que las ordenadores y robots carecen, tienen un gran peso tanto en los empleados -y ya no solo en los puestos de cara al público-, como a nivel general en la cultura empresarial. De hecho, un informe de Accenture Strategy sostiene que el desarrollo de habilidades más humanas o "blandas" como liderazgo, creatividad, inteligencia emocional y pensamiento crítico, reduciría significativamente la pérdida de empleos por la automatización. Concretamente, afirma que si se duplicase la tasa de los profesionales que desarrollan este tipo de habilidades, la cuota de los trabajos con riesgo de ser automatizados en EE.UU. en 2025, se reduciría del 10% al 4%. De esa forma, a medida que las compañías se digitalizan y transforman, la gestión de conflictos o el manejo del cambio son algunas de las habilidades soft y empresariales más importantes en el trabajo este año, según Udemy, la plataforma global de formación online más grande del mundo: Gestión de conflictos. Cuando trabajadores con distintas experiencias laborales y perspectivas coinciden en un entorno de alta presión, los conflictos suelen aparecer Por ejemplo, en Estados Unidos, el 85% de los empleados aseguran haber experimentado alguna vez algún tipo de conflicto en el trabajo, y se destina una media de 2,8 horas semanales a resolver este tipo de conflictos. Esta habilidad tiene así el primer puesto de las capacidades blandas más necesarias en la oficina1. Gestión del tiempo. Si bien la cantidad de herramientas para aumentar la productividad como el correo electrónico, el chat y los espacios de colaboración en línea han proliferado en los últimos años, no hay duda de que el…