En la era de los datos, todo lo que se guarda en el mundo digital se puede robar, tanto o más como se hace en el mundo físico. Las criptomonedas no son una excepción y, tan solo en la primera mitad del año, se robaron 1.380 millones de dólares en criptomonedas.
Esta cifra duplica la del año pasado a estas alturas, es decir, hasta junio de 2023, el botín alcanzaba los 657 millones de dólares. Así lo estiman desde TRM Labs. La clave, al igual que el año pasado, se encuentra en que se realizaron un pequeño número de ataques, pero obtuvieron la mayor parte del botín. Concretamente, hablamos de cinco 'hackeos' y 'exploits', que obtuvieron el 70% de la cantidad robada.
Asimismo, durante cada uno de los seis primeros meses de 2024 se robó más dinero que en los meses correspondientes de 2023, con un 'hackeo' medio un 150% mayor, aunque los robos fueron un tercio inferiores del mismo período en 2022, que sigue siendo un año récord.
El pasado mes de mayo, DMM Bitcoin, una plataforma japonesa de intercambio de criptomonedas, sufrió el mayor ataque en lo que va de año, que resultó en la sustracción de 4.500 BTC, valorados en ese momento en más de 300 millones de dólares (277 millones de euros).
Si bien los autores del estudio no han observado cambios fundamentales en la seguridad del ecosistema de criptomonedas que puedan explicar esta tendencia alcista, en los últimos seis meses se observaron precios promedio de los tokens significativamente más altos en comparación con el año pasado, lo que probablemente haya contribuido al aumento del volumen de robos.