En un sector tan competitivo como el tecnológico, las empresas buscan constantemente nuevas formas de diferenciarse. En este contexto, OpenAI —la compañía que desató la actual fiebre por la inteligencia artificial y responsable de ChatGPT— ha puesto en marcha una estrategia para reafirmar su liderazgo frente a nuevos rivales como Gemini de Google o Perplexity.
ChatGPT se estanca: los usuarios cada vez lo usan menos
La compañía ha anunciado un acuerdo con Broadcom, uno de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo, para el desarrollo conjunto de nuevos chips diseñados exclusivamente para inteligencia artificial. En concreto, esta colaboración permitirá crear y desplegar chips personalizados denominados “aceleradores de IA”, optimizados para ejecutar los complejos cálculos que requieren los modelos de IA más avanzados.
Según el acuerdo, OpenAI se encargará del diseño de los chips, mientras que Broadcom asumirá la fabricación y la integración en los sistemas de red. OpenAI considera esencial diseñar sus propios chips, ya que esto le permitirá aplicar la experiencia adquirida en el desarrollo de modelos como ChatGPT, Sora y otros proyectos, además de reducir su dependencia de terceros. No obstante, la empresa necesita la experiencia técnica de Broadcom para la implementación en granjas de servidores reales, basadas en los productos de este fabricante. El resultado será una infraestructura con una capacidad total de hasta 10 gigavatios en centros de datos de OpenAI y compañías asociadas, entre 2026 y 2029.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha descrito el acuerdo con Broadcom como un “paso crítico” hacia la construcción de la infraestructura necesaria para “desbloquear el potencial de la IA” y generar beneficios tangibles “para las personas y las empresas”.
OpenAI no es la única que ha apostado por esta estrategia. Compañías como Google, Amazon y Meta ya han desarrollado sus propios chips para alimentar sus proyectos de IA, mientras que Microsoft ha comenzado recientemente a dar pasos en la misma dirección. Todos comparten un objetivo común: reducir su dependencia de proveedores externos como Nvidia y AMD.
Nvidia alcanza los 5 billones de dólares en valoración, liderando la capitalización bursátil mundial
Sin embargo, OpenAI ha optado por un enfoque distinto. En lugar de desarrollar todo desde cero, ha decidido asociarse con un actor consolidado del sector de los semiconductores para acelerar el desarrollo de sus propios chips y optimizar recursos. Su estrategia, a diferencia de la de sus competidores, no consiste en cerrar la puerta a la colaboración, sino en abrirla.
Nvidia, socio preferente
A pesar de esta ruptura, Nvidia y OpenAI anunciaron recientemente una colaboración estratégica histórica para desplegar al menos 10 gigavatios de sistemas Nvidia destinados a la próxima generación de infraestructura de inteligencia artificial de OpenAI. El acuerdo contempla una inversión de hasta 100 mil millones de dólares por parte de Nvidia, con la primera fase prevista para la segunda mitad de 2026 mediante la plataforma Vera Rubin.
“Esta inversión y alianza en infraestructura marcan el próximo gran salto: desplegar 10 gigavatios para impulsar la nueva era de la inteligencia”, afirmó Jensen Huang, CEO de Nvidia. Por su parte, Sam Altman, CEO de OpenAI, destacó que “la infraestructura de cómputo será la base de la economía del futuro”, subrayando el papel central del cómputo en el desarrollo de la IA avanzada.
La colaboración consolidaba a Nvidiacomo socio estratégico preferente de OpenAI en materia de cómputo y redes. Sin embargo, con este cambio, OpenAI podría marca un posible cambio de rumbo en la estrategia, que ahora busca diversificar sus socios tecnológicos y reducir su dependencia de un único proveedor clave.

