Tecnología

Las olas de calor amenazan la infraestructura digital: centros de datos al límite

Por Redacción Capital

En la actualidad, las olas de calor ya no son fenómenos esporádicos asociados al verano, sino una amenaza persistente y creciente que afecta a múltiples sectores. Uno de los ámbitos más vulnerables es, sin duda, el de la infraestructura digital. Mientras que en el pasado la preocupación por las altas temperaturas se centraba principalmente en el bienestar de las personas, hoy en día también se extiende a los centros de datos, que representan el corazón operativo de muchas empresas en todo el mundo.

Los centros de datos, incluso en condiciones normales, operan muy cerca de su capacidad máxima. Esta situación se complica cuando se enfrentan a temperaturas extremas, ya que incrementa significativamente la presión térmica sobre los sistemas. Este sobrecalentamiento se traduce en un aumento de las interrupciones del servicio, una menor eficiencia operativa y, en última instancia, un riesgo considerable para la continuidad de los servicios digitales críticos. En un mundo donde cada segundo de inactividad implica pérdidas económicas y daños a la reputación, estos riesgos son inaceptables.

En este contexto, FNT Software, proveedor global de soluciones de gestión de infraestructuras de TI, telecomunicaciones y centros de datos, ha lanzado una advertencia clara: el enfoque tradicional de aumentar la capacidad de refrigeración ya no es suficiente ni sostenible. La verdadera clave para enfrentar estos desafíos reside en la adopción de plataformas de DCIM (Data Center Infrastructure Management) que permitan una supervisión integral, anticipación de riesgos y respuesta eficiente en tiempo real.

En los últimos años, los operadores de centros de datos en regiones como Europa y Norteamérica han experimentado un alarmante incremento de incidentes térmicos críticos. Equipos que operan constantemente al borde del colapso, racks sobrecargados y sistemas de ventilación que no logran disipar el calor de manera adecuada son ya parte del día a día. A pesar de ello, muchas organizaciones siguen confiando en modelos de gestión reactivos, que se activan solo cuando el problema ya se ha manifestado. En un entorno cada vez más exigente, este tipo de estrategia resulta claramente insuficiente.

En contraposición, el enfoque que propone FNT Software mediante plataformas DCIM convierte la infraestructura física en un sistema vivo, inteligente y adaptativo. Estas soluciones permiten detectar zonas calientes con anticipación, automatizar alertas, redistribuir cargas térmicas y coordinar respuestas técnicas desde una plataforma centralizada. El resultado es una operación más segura, eficiente y resiliente.

Entre las capacidades clave de esta tecnología destacan:

  • Monitoreo detallado del consumo energético: posibilita la visualización precisa del uso de energía por rack o servidor, facilitando el análisis de patrones históricos para prever posibles picos térmicos.

  • Detección temprana de puntos críticos: gracias a una monitorización continua, se identifican zonas calientes antes de que generen fallos operativos graves.

  • Supervisión térmica avanzada: ofrece lecturas precisas de la temperatura en la entrada de los equipos, superando en fiabilidad a los sensores ambientales tradicionales.

  • Control integral de la refrigeración: permite evaluar el rendimiento de sistemas como enfriadores, emitir alertas ante ineficiencias y optimizar el flujo de aire en la sala.

  • Centro de comando operativo: centraliza la gestión de incidencias mediante automatización, simulaciones de escenarios extremos y coordinación de equipos.

  • Fomento de la sostenibilidad: ayuda a reducir el consumo innecesario de energía, mejorar la eficiencia de recursos y alinear la operación con metas ESG.

Tal como afirman desde FNT Software, "el calor ya no es una anomalía estacional; se ha convertido en un factor estructural que afecta directamente a la resiliencia digital". Ante este nuevo panorama, las decisiones empresariales deben estar fundamentadas en datos fiables y en tiempo real. No hay margen para la improvisación.

Por tanto, la implementación de plataformas DCIM no solo es una medida inteligente para garantizar la continuidad del negocio ante fenómenos climáticos extremos, sino también una oportunidad para avanzar hacia una operación más sostenible y eficiente. En un contexto donde los compromisos medioambientales y la reputación corporativa son más relevantes que nunca, adoptar este tipo de soluciones refuerza tanto la resiliencia operativa como el posicionamiento estratégico de las organizaciones.

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