La tecnología, el ingenio y la concienciación social forman un cóctel perfecto para ayudar a las personas que más lo necesitan. En el caso de las personas con discapacidad visual, los métodos empleados hasta el momento para facilitar su vida están quedando anticuados para la capacidad inabarcable con la que cuenta la tecnología.
Desde Londres, la start up Hope Tech Plus Ltd, está comprometida a lanzar un dispositivo que cambie la vida de las personas invidentes. Concretamente, hablamos de un sistema de sensores que avisa sobre obstáculos físicos que se encuentran en el entorno. Capital conversa con Brian Mwenda, fundador y CEO de esta empresa inglesa para conocer más acerca de esta iniciativa.
¿Cuál fue la inspiración detrás del desarrollo de este dispositivo?
La inspiración para iniciar este proyecto está basada en mi experiencia personal. Tuve la oportunidad de poder estudiar en una escuela con personas con distintas discapacidades. Cuando empecé a estudiar ingeniería fue un impulso natural empezar a pensar cómo ayudar a personas con discapacidad a través de este campo.
La unión de mi experiencia personal con mis estudios de ingeniería ha dado pie a la creación de una herramienta con la que ayudar a las personas invidentes y contribuir a facilitarles su movilidad allá donde vayan.
¿Qué problemas específicos para personas con discapacidad visual buscaban resolver?
El principal problema al que queremos poner solución es que las personas invidentes puedan participar en todo tipo de actividades, ya sea en sus empleos o en la vida cotidiana. De esta manera queremos que las personas con discapacidad visual no tengan impedimentos para participar en cualquier tipo de evento y evitar así cualquier tipo de marginalidad involuntaria por su invidencia.
“España es uno de nuestros objetivos de expansión”
¿Cómo define el impacto que espera tener en la vida de las personas con discapacidad visual?
Esperamos ayudar a mejorar exponencialmente la forma de vivir de las personas dándoles la oportunidad de hacer cosas que antes no podían hacer, desde tener mayores oportunidades de empleo hasta participar en las distintas actividades sociales.
Una de las razones por las que nombramos Hope Tech a nuestra compañía es porque damos la oportunidad a las personas de estar integrados de manera completa en la sociedad y facilitamos que desaparezcan las marginalidades involuntarias a causa de su minusvalía.
¿Cómo visualizan el futuro de la empresa a corto plazo?
Uno de nuestros objetivos principales en el próximo año es lanzar nuestro producto al mercado inglés y mejorar el producto con las opiniones de nuestros clientes.
A largo plazo, esperamos poder expandir la start up a la Unión Europea con el respaldo de fundaciones y empresas estratégicas que nos ayuden a implementar nuestro producto en cada vez más países. España, por supuesto, es uno de nuestros objetivos de expansión, ya que cuenta con una de las fundaciones más importantes en cuanto a personas con discapacidad como es la ONCE.
¿Existen colaboraciones estratégicas que consideren importantes para su crecimiento y expansión?
Diferentes organizaciones están ayudando a que este proyecto salga adelante. Dos colaboraciones claves en Reino Unido son Global Disability Innovation Hub y la Royal Academy of Engineering. Estas dos organizaciones han sido las que más nos han apoyado en el desarrollo del producto. Estas alianzas aportan a nuestra start up ese punto de validez y credibilidad frente a inversores y consumidores.
En Austria, por ejemplo, otro de nuestros focos, tenemos a Access Austria, una de las fundaciones para personas con discapacidad más longevas que nos ayuda a conectar con este público.
Hope Tech siempre está dispuesta a conectarse con organizaciones de cualquier región interesadas en acceder a nuestra tecnología. Consideramos que las colaboraciones son cruciales para nuestra expansión internacional.
Sensores, vibraciones y GPS: un cambio radical en su vida
Para conocer más en profundidad el producto que están desarrollando, hablamos con Pau Alcón, product designer español que, desde Londres y junto con Jim Reeves, se encarga del desarrollo de este dispositivo.
¿Qué tecnologías emplea el producto?
Principalmente usamos sensores analógicos de distintos tipos que nos ayudan a detectar obstáculos. Empleamos sensores distintos con el fin de contrarrestar las carencias que tienen uno frente al otro, de este modo, podemos detectar obstáculos de manera muy efectiva y precisa.
Para poder avisar de los obstáculos se emplea una tecnología distinta. Gracias a los motores hápticos, mediante vibraciones a cada lado del cuello y en la zona de la nuca, podemos alertar de los obstáculos según su posición.
Por otro lado, encontramos las tecnologías de navegación, que nos orientan y guían de un punto a otro sin necesidad de sostener un dispositivo móvil en mano. Estas se basan en tecnología GPS y el uso de comandos de voz, que hace la interacción con el producto más accesible.
Se trata de un producto que puede funcionar de manera totalmente autónoma, en el caso de la función de detección de obstáculos, incluso sin conexión a internet.
Tal y como hemos comentado, este dispositivo está pensado para las personas con discapacidad visual, ¿se adapta según el nivel de discapacidad?
Es cierto que cada persona puede tener una discapacidad distinta. Únicamente un 3-4% de estas personas es totalmente ciega, por lo que, según el grado o el tipo de ceguera, el dispositivo se adapta avisando de los obstáculos que están fuera de cada rango de visión.
¿Funciona en cualquier parte del mundo o tiene que adaptarse específicamente a cada territorio?
Se trata de un proceso automático. Al igual que Google Maps, en el momento en el que estás en un país distinto, la adaptación tanto en el producto como en la aplicación es instantánea. Por el momento, eso sí, estamos trabajando con dos idiomas: inglés y alemán, ya que la primera vez que salgamos al mercado, será en estos dos territorios.