“Al principio teníamos más demanda que oferta y tuvimos problemas para cumplir la promesa al cliente”
Parclick: “Las grandes oportunidades vienen de la tecnología, el software es imprescindible en cualquier compañía”
Luis París. Ingeniero Industrial y Master en e-logistics and Supply Chain Management y Executive MBA por IESE Business School. Especializado con programas ejecutivos de Launching New Ventures en Harvard y M&A de London Business School. Con más de 15 años de experiencia, Luis es experto en la gestión de proyectos de IT (Tecnologías de la Información) y ha dirigido equipos multidisciplinares en empresas multinacionales como Hewlett Packard (HP), Procter & Gamble o British American Tobacco (BAT).
En 2011 funda junto a Iván Rodríguez Parclick, la app de referencia en España en reserva de parkings online, que conecta a los conductores con las plazas de aparcamiento de manera rápida. Parclick cuenta con presencia en 240 ciudades de ocho países europeos y con un millón de usuarios. París analiza con Capital el ecosistema emprendedor y las claves para convertir los proyectos empresariales en una realidad.
Tras trabajar en varias multinacionales, ¿cuáles fueron los motivos que le empujaron a dar el salto al mundo del emprendimiento?
Yo vengo de familia emprendedora, tanto mis padres como mis abuelos, hasta 4 o 5 generaciones, con empresas de más de 100 años de tradición, por lo que lo he vivido en casa desde pequeño. Pasé mis primeros 10 años de experiencia corporativa en empresas como HP, Procter, BAT, en las cuales me fui empapando sobre cómo funcionan las grandes multinacionales.
A medida que fui progresando, vi que, en estas corporaciones, los centros de decisiones siempre estaban en la matriz. Por ejemplo, en HP todas las decisiones se tomaban en Palo Alto y en las filiales implementábamos las estrategias que se habían decidido.
Cuando realmente tengo la necesidad de emprender es cuando me doy cuenta de que quiero estar más cerca de la estrategia, más cerca de esas decisiones importantes que se toman en las compañías. Eso significaba o bien mudarme a EEUU o hacer otra cosa, que era comenzar una compañía desde cero.
Parclick nace en el año 2011, ¿cómo surgió la idea?
La historia es muy curiosa. Estaba estudiando el MBA en IESE y teníamos que hacer un business plan (plan de negocio) con una idea. Coincidió que me fui a un concierto de U2 en San Sebastián, al que llegamos tardísimo por no poder aparcar el coche. Hubiera pagado lo que fuera por no llegar tarde, por tener una plaza de parking reservada y no haberme perdido la mitad del concierto. Esa frustración personal fue un poco la semilla de lo que es Parclick.
A partir de eso, y ya con la idea en la cabeza, hice el business plan con unos compañeros para una de las asignaturas del máster. Ese ejercicio quedó archivado durante un tiempo y lo sacamos de nuevo a la luz en un evento de startups en el cual se mezclaba gente de negocios y perfiles técnicos.
Ganamos el evento y hasta un inversor americano nos ofreció 200.000 dólares por el 40 % de la compañía, cuando en ese momento era solamente una presentación de PowerPoint. Fue cuando nos dimos cuenta de que había algo, aquello empezó a coger carrerilla y nos pusimos full-time con el proyecto.
¿Cómo fueron los inicios?
Fueron muy complicados, como siempre suele ser en estos casos. Una cosa es la idea y la buena acogida por parte de un determinado público, pero luego la realidad del mercado es otra y te llevas unas “collejas” espectaculares.
La primera versión tardamos muchísimo en desarrollarla, ya que el sector del parking como tal no lo conocíamos, y cuando nos pusimos a trabajar con ello nos dimos cuenta de que ese Excel tan bonito que teníamos no funcionaba como esperábamos.
El modelo inicial estaba enfocado a reservas para eventos y funcionó perfecto desde el punto de vista económico. Como startup, tuvimos el problema no de no vender, como le ocurre al 90 % de las startups, sino de las operaciones, de cumplir esa promesa que hacíamos al cliente. Había más demanda que oferta y llegamos a tener dificultades serias en determinados partidos de fútbol y otro tipo de eventos, en los cuales se formaban largas colas en las entradas de los parkings.
Este modelo empezó a hacer aguas y tuvimos que pivotar al modelo que ahora tenemos. Parclick pasó de ser una empresa enfocada a reservas para eventos a ser una empresa enfocada a ayudar a los parkings a subir la ocupación. ¿Cómo lo hacemos? Vendiendo productos que son adaptables a las necesidades del cliente y que antes no existían, como, por ejemplo, abonos temporales con tarifas muy competitivas.
Los últimos datos económicos y de facturación apuntan a un crecimiento importante de la compañía en el 2021 (32% desde antes de la pandemia, 5,5 millones de facturación en el 2º semestre del 2021). ¿Cómo han vivido estos meses tan difíciles?
La Covid-19 nos pasó como una apisonadora. Las ventas cayeron hasta un 95 %. Hemos tenido la suerte de que nuestro grupo inversor italiano FAAC nos ha dado mucho apoyo financiero, y, durante la pandemia, la estrategia ha sido invertir en el producto y “poner la casa en orden”. Hemos dedicado 18 meses a mejorar el producto; la usabilidad; la experiencia de usuario; los detalles de la aplicación, reducir los clics hasta la compra… En definitiva, que se viera más clara la propuesta de valor.
El segundo trimestre del 2021 fue muy bueno. Crecimos exponencialmente y vimos que esa inversión en tiempo, personas y recursos daba sus frutos, y el comienzo del 2022 va en esa misma dirección. El mercado se ha reactivado completamente, estamos creciendo en segmentos que antes estaban estancados y el crecimiento está por encima del 30 % o el 40 % con respecto al 2019.
¿Cuál es la estrategia para mejorar la experiencia del usuario?
El objetivo principal es automatizar todo el proceso de aparcamiento, de principio a fin. Nuestro grupo inversor FAAC es fabricante de barreras de aparcamiento y el siguiente paso sería la integración y esa mejora de la experiencia de usuario.
La frase que usamos nosotros es “no hay nada mejor que no tener que hacer nada”. Es decir que, cuando llegues al parking, directamente te reconozca la matrícula y te dé la bienvenida. Y lo mismo, al salir. Sin tener que hablar con nadie de la garita, sin tickets, todo completamente automatizado.
Esta tecnología ya existe desde hace años, pero la implementación es difícil, ya que los parkings son negocios tradicionales a los que les cuesta invertir.
En el futuro, todo ello nos lleva a vertientes muy interesantes, como por ejemplo la creación de abonos totalmente a la medida, algo en lo que ya estamos trabajando. Por ejemplo, con la pandemia una de las tendencias que hemos visto es la caída de abonos mensuales, ya que la gente no va todos los días a la oficina, y nos solicitan cada vez más abono solo para tres días, o tres medios días. Es una reacción a lo que el mercado nos está pidiendo a día de hoy.
Hablar de éxitos siempre es positivo y alentador. Pero qué nos puede decir de los fracasos, de las caídas, de las decepciones… Tan mal vistas en nuestro país. ¿En algún momento pensó en dejarlo todo?
Hemos cometido muchos errores, pero ninguno letal como para abandonar la compañía.
Movilidad, sostenibilidad… ¿hacia dónde va el parking del futuro?
En cuanto al tema medioambiental, hay que decir que la media de búsqueda de plaza de aparcamiento es de 15 minutos. Por tanto, al tener una plaza reservada con nuestra app, se evita ese tiempo de emisiones de CO2 y de consumo innecesario de combustible. Si haces un cálculo por encima, puedes darte cuenta que poder aparcar de forma rápida reduce considerablemente la contaminación en las ciudades.
La movilidad ha cambiado tanto, que el parking se está convirtiendo en un activo neurálgico alrededor del cual giran muchas piezas. Por ejemplo, la micromovilidad (patinetes, motos eléctricas...) tiene una alianza muy natural con el parking, ya que se convierte en el lugar perfecto en la ciudad cerca de donde está el cliente para recargas, reparaciones, etc. De esta forma, las empresas que se encargan de este tipo de medios de transporte evitan un coste elevadísimo de logística.
¿Qué consejos darías a aquellas personas que quieran emprender un negocio?
La fase vital es fundamental. No es lo mismo un recién graduado con 23 años, que una persona con 30 o 40. Las responsabilidades varían muchísimo.
Mi consejo es ser muy sincero con respecto a los riesgos que puedes sufrir. Los emprendedores solemos ser muy positivos por naturaleza, pero hay que estar preparado para esos casos en los que no todo es tan perfecto.
¿Cuál es vuestra máxima cuando vienen malos tiempos?
Mantener firme el timón. Si has tomado decisiones en función de la realidad que tienes, normalmente el resultado de esas decisiones no es inmediato.
¿Cómo definirías tu visión de futuro en una frase?
Todas las empresas acabarán convirtiéndose en empresas de software, y esto no es frase mía. La tecnología nos va llevando a que el software sea imprescindible en cualquier negocio. Eso no significa que se vaya a sustituir a la persona. Pero sí hay que ser capaces de identificar en todos los sectores, como la digitalización puede mejorar en todos los sentidos. Las grandes oportunidades vienen de la tecnología.