“Los notarios funcionamos por la vía digital de forma muy intensa desde hace dos décadas”
La figura del notario no solo es una cuestión simplificada de “dar fe”, sino que facilita y asesora a los ciudadanos en determinados actos legales que pueden cambiar su futuro en el corto plazo. José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado, lo sabe muy bien. En sus más de cuatro décadas de trayectoria profesional, ha visto evolucionar los problemas de las empresas españolas y su sociedad, a la par que desde el oficio han buscado poner soluciones a los mismos. Por todo ello, ¿a qué se están enfrentando en estos momentos?
“Ahora mismo estamos muy esperanzados en que salga una normativa que ya está fraguándose de trasposición de la directiva de herramientas digitales, que establece la posibilidad de introducir en los estados miembros de la Unión Europea procedimientos para la constitución de sociedades a distancia”, responde Martínez Sanchiz en conversación con Capital, catalogando este reto como un auténtico “proyecto”.
“El objetivo, fundamentalmente, es avanzar precisamente en la relación con la sociedad, con una sociedad cuya transformación también viene guiada por los más jóvenes en el ámbito de la sociedad de la información”, añade éste, que recuerda que este tipo de progresos “son una forma de ampliar las relaciones entre los notarios y las personas”.
De hecho, desde el momento de su nombramiento, uno de los principales elementos de su hoja de ruta en el seno del Consejo General del Notariado ha sido “reforzar el documento en el ámbito electrónico”. “Esto estaba dentro de las ideas que me animaron a presentarme en el momento en que tomé posesión del cargo. Era una época en la que estábamos inmersos en plena crisis hipotecaria, y, en ese instante, había una lógica incertidumbre sobre cómo iba a evolucionar la hipoteca. Una forma de reforzar la escritura de la misma fue precisamente la introducción del acta previa, del acta de información precontractual”, recuerda Martínez Sanchiz.
Desde entonces han pasado seis años, pero, para el presidente del Consejo General del Notariado, hay aspectos que siguen siendo elementales. Como, por ejemplo, la digitalización. “El notariado lleva con estos temas desde hace casi 25 años”, apunta. “El centro tecnológico lo tenemos desde hace 20 y en realidad hemos venido funcionando por la vía digital de forma muy intensa”, señala Martínez Sanchiz, que apunta que “son muchísimos los millones de copias autorizadas que se mandan en el ámbito de la Administración”.
Igualmente, añade que “todos los notarios españoles estamos conectados en una red desde hace 20 años, desde el que está en una población con 500 habitantes hasta el que lo hace desde una gran ciudad como Madrid”.
En tiempo presente hay que hablar de que el parque de notarios en España está compuesto por unos 3.000 profesionales alrededor del país. Pero, ¿habría que reforzar esta cifra? Para el presidente del Consejo General del Notariado es importante reseñar que “el número de notarios se determina mediante la demarcación”, de tal forma que “ésta se va radicando cada diez años con el Ministerio de Justicia y valoramos las necesidades del servicio”.
Igualmente, Martínez Sanchiz recuerda que “los notarios estamos organizados en colegios. Una idea muy antigua cuya primera institución data del siglo XIII en Valencia y que siempre ha buscado ayudar y fomentar las buenas prácticas”, de tal forma que “si un notario no actúa de forma correctamente o no procede bien, la primera sanción la recibe del propio usuario del servicio porque puede irse a otro notario”. Al fin y al cabo, “los notarios tenemos una progresión y una función que está regulada por una ley disciplinaria y a su vez trabajamos en un régimen de competencia entre nosotros”.
En estas circunstancias, ¿cuáles son los principales problemas por los que los españoles, empresas y particulares, acuden a ellos? Para este veterano profesional, “desde la propia constitución de una sociedad hay que hacer una visita al notario”, de tal forma “cuando un emprendedor quiere iniciar una actividad, hay que acudir al notario para que le explique cuáles son los pasos a seguir”. Igualmente, considera vital hacerlo “si son actividades que se emprenden por varias personas, pues ahí hay que establecer una regulación, unos estatutos que traten de resolver problemas que se puedan dar el día de mañana”. Porque, ¿qué ocurre si no nos ponemos de acuerdo?
“Muchas veces la familia está vinculada a la empresa y es más fácil que aparezcan los problemas. Por eso es vital que acudan al notario. Más en España, donde las empresas son fundamentalmente muy pequeñas. Muchas de ellas son microempresas que no duran más allá de la vida del empresario, o, como se dice, por dos generaciones. Pero esto también hay que tratarlo de superar, ya que no es nada bueno para la propia sociedad española”. Y suma: “Nosotros podemos ayudar a asesorar en cómo llevar a efecto la sucesión y con otros mecanismos como pueden ser los familiares que tratan precisamente de salir al paso de las dificultades”.
Con este conocimiento del tejido empresarial español cabría plantearse la posibilidad de que este sector pudiese prever cómo va a evolucionar la creación y disolución de empresas en nuestro país. Y, en cierto modo, así es, puesto que, según las últimas cifras del Notariado, en el mes de julio la construcción de nuevas empresas bajó un 10,8%.
Unos datos negativos para la propia economía ante los que José Ángel Martínez Sanchiz recuerda: “Nosotros no podemos prever cuál es el futuro de las empresas, porque ser empresario es algo muy meritorio que implica una asunción de riesgos en un mundo muy complicado. Nosotros lo que podemos hacer es asesorarles en el ámbito jurídico”.
Pero, asimismo, alega: “Las notarías somos un termómetro de la economía”. De esta forma, “cuando se produce una crisis, nosotros también la padecemos”. Y recuerda: “En la crisis de 2008 lo pasamos muy mal porque también tuvimos que hacer frente a los gastos de las oficinas, pero no nos podemos quejar porque a final de cuentas no estuvimos separados del resto de la sociedad. Vivimos con ella y con las mismas dificultades desde un punto de vista económico”.
En estos tiempos, uno de los aspectos cuya preocupación más ha rebotado ha sido el del precio de productos que pueden abarcar desde una cesta de alimentos hasta la compra de una vivienda. Y es que la subida de tipos de interés y los altos niveles de inflación han puesto en jaque a consumidores y empresas.
Algo sobre lo que el Consejo General del Notariado recuerda que “aquí cumplimos una función de trato personal con los ciudadanos” y “aunque no somos una instancia que pueda marcar qué criterios se tienen que adoptar desde el prisma de la política económica de un Gobierno, nosotros somos testigos de la realidad de manera que vemos cómo evoluciona el mercado”. El ejemplo más claro se encuentra en “el repunte de las compraventas y de los préstamos hipotecarios”, un ámbito en el que “hasta el momento, ha habido una situación bastante estable, pero en el que inevitablemente se abre ahora una gran incertidumbre”.
La cuestión es cómo evolucionará, tanto el mercado hipotecario como la propia economía nacional. Pero Martínez Sanchiz sentencia: “Son muchas las circunstancias que influyen para saber que algo marcha bien o marcha mal económicamente. Es un mundo de una complejidad extraordinaria, pero nosotros solo somos unos observadores de su evolución”.