Héctor David Rodríguez (AUVE): “El Gobierno tiene que mejorar la fiscalidad de los vehículos eléctricos para que las empresas y los ciudadanos apuesten por ellos”
Al 2022 podríamos titularlo como el año de la “tormenta perfecta” para el sector de la automoción, ya que se ha visto afectado por numerosos frentes abiertos que aún siguen arrastrando al mundo del motor a iniciar el 2023 con cierta cautela.
Este ha sido un año marcado, en todos los sentidos, por la guerra de Ucrania y la crisis económica y energética a nivel mundial, sumada a un aumento de los precios y de los tipos de interés que han azotado a todos los sectores que conforman la economía de global. A ello, se le añade, en este caso para el sector de la automoción, más problemas para la cadena de suministros de las fábricas, como es la crisis de suministros para la fabricación de coches, es decir, la crisis de los microchips y la de semiconductores, así como la subida de precios de los carburantes.
Una crisis sin precedentes
En la actualidad siguen faltando coches y aquellos que se fabrican siguen tardando varios meses en estar disponibles para los compradores. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, explican que, tanto la subida del precio de los carburantes, como la guerra de Ucrania y la crisis económica que ha generado un alza de precios y de tipos de interés, además de la crisis de los microchips, ha afectado notablemente al sector de la automoción.
Así, frente a una crisis de suministros sin precedentes, Félix García, director de Comunicación y Marketing de ANFAC, sostiene que están trabajando para poder solventarla y que, lo que están observando es que “con la llegada del vehículo eléctrico hay una posibilidad de relocalizar componentes de este vehículo electrificado en España y ganar autonomía estratégica”.
En este sentido, Héctor David Rodríguez Rodríguez, secretario de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), apunta que, principalmente, la crisis de suministros ha afectado a las marcas europeas, a diferencia de las orientales. Estas últimas, que están comenzando a entrar en Europa desde hace un tiempo, no se han visto tan afectadas como las europeas, por lo que sí han podido continuar abasteciendo al mercado.
“Las marcas europeas son las principales que, frente a esta escasez de componentes, han visto reducida su producción, tanto de vehículos de combustión, como de vehículos eléctricos”, sentencia el secretario de AUVE.
Desde el punto de vista de los fabricantes, en ANFAC resaltan que, ante esta situación, “hay que tratar de elevar las ventas de vehículos electrificados, vehículos eléctricos a batería (BEV) y vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV), porque los fabricantes hemos aceptado el reto al que nos obliga Europa y el Gobierno de España, que es el de no vender coches que contaminen en 2035”.
De este modo, remarcan que ya hay aproximadamente 200 variantes electrificadas disponibles en España, pero que el problema está en que “el Gobierno tiene que mejorar la fiscalidad de estos vehículos para que las empresas y los ciudadanos apuesten por ellos”, a lo que Félix García añade que “no puede ser que en España tengamos el parque más viejo de Europa con 13,5 años y subiendo, solo por detrás de Grecia”.
El sector de la automoción en cifras
Según los últimos datos recogidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), las ventas de turismos y todoterrenos cerraron en positivo en el pasado mes de noviembre, con un crecimiento del 10,3%, encadenando, de este modo, cuatro meses de aumentos en el mercado nacional, aunque aún por debajo de los datos registrados en 2021, acumulando una caída del 4,4%. Esto, tal y como explican, se debe principalmente a la incertidumbre económica, marcada por la subida de la inflación y la crisis de los microchips, que ha condicionado el stock de modelos en los concesionarios de automóviles.
En cuanto a las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros, en noviembre acumularon un total de 10.159 unidades, lo que supone un retroceso del 3% con respecto a 2021. Sin embargo, los datos de las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses en noviembre, fueron algo más positivos, ya que cerraron otro mes en positivo, con un alza de las ventas del 18,5% y un total de 2.705 unidades matriculadas.
En lo que respecta a las ventas de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) acumularon un total de 8.782 unidades, lo que supone un crecimiento del 14,7% respecto al mes de noviembre del año pasado, representado, así, el 10,17% del mercado total. Por su parte, las matriculaciones de vehículos de cero y bajas emisiones (electrificados, híbridos y de gas), lograron un aumento del 24%, con un total de 35.034 unidades, representando el 40,57% del mercado y manteniéndose como primera opción de compra en el mercado.
Así, las matriculaciones de turismos electrificados, híbridos y de gas aumentaron sus ventas en noviembre en un 25,2% con respecto al mismo mes del año anterior y representando el 46,42% de la cuota de mercado, es decir, casi la mitad de las ventas de turismos del mercado general.
La alternativa eléctrica
Ante estas cifras, Héctor David Rodríguez Rodríguez, secretario de AUVE, defiende que el momento de apostar por la alternativa de los coches eléctricos no es ahora, sino que ya llegó hace bastantes años, ya que, económicamente, “siempre es más rentable un coche eléctrico que uno de combustión”, independientemente del precio que tengan, por ejemplo, los combustibles.
Frente a esto, surge la duda de si realmente son rentables o no los vehículos eléctricos. “Cuantos más kilómetros se hacen en un año, más rentable es. Al único perfil al que no le es rentable comprarse un coche eléctrico es al que hace menos de 10.000 km al año, porque la diferencia en el precio que hay en los vehículos eléctricos con respecto a los de combustión significa que, lo que te vas a ahorrar en combustible, vas a tardar mucho tiempo en compensarlo. Pero, si realizas más de 10.000 o 12.000 km al año, la diferencia en rentabilidad se nota y en cuestión de dos o tres años, rentabilizas la diferencia de precio de uno y otro”, aclaran desde AUVE.
Por ello, para empresas que cuentan con flotas de vehículos, taxistas o transportes públicos, que suelen hacer muchos kilómetros al año, la opción del vehículo eléctrico es muy rentable desde el principio.
Pero ya no solo se trata de buscar la rentabilidad económica del consumidor, sino también la rentabilidad del planeta. Para alcanzar el objetivo de neutralidad climática en 2050, la Unión Europea está poniendo en marcha una serie de normativas para reducir las emisiones de los automóviles, entre ellas, la de que, a partir del año 2035, todos aquellos coches nuevos que salgan al mercado sean cero emisiones, con el objetivo de que en 2025 el sector del transporte sea neutro en carbono.
Esto no impide que los conductores puedan seguir utilizando sus vehículos de combustión a partir de 2035, ya que esta normativa no afecta a los coches existentes, sino que no se puedan comprar este tipo de vehículos nuevos a partir de ese año. Sin embargo, lo que se estima es que sí aumenten los costes de propiedad de estos vehículos de cara a la compraventa de coches de segunda mano.
Por tanto, ¿será el futuro de la movilidad únicamente eléctrico y sostenible? Félix García, director de Comunicación y Marketing de ANFAC, lo tiene claro, y es que “en Europa no queda otra que apostar por la movilidad eléctrica”. A pesar de ello, resalta que los fabricantes están comprometidos con la descarbonización, pero “queremos que las reglas ya no se modifiquen más”.
Por su parte, AUVE defiende que hay que ir hacia el objetivo de una movilidad únicamente eléctrica y sostenible, porque “el cambio climático y el calentamiento global hacen que tengamos que ir relegando los combustibles fósiles al menor uso posible”.
“Las ayudas en España a los vehículos eléctricos son insuficientes”
Héctor David Rodríguez Rodríguez, secretario de AUVE
De igual forma, explican que antes, la autonomía era el problema de los vehículos eléctricos, hablábamos de una autonomía de menos de 200 km, y ahora la mayoría de los vehículos eléctricos que salen en el mercado cuentan con autonomías que oscilan entre los 400 y los 600 km, que es más que suficiente para cubrir la necesidad de autonomía, ya que según la DGT, en 400km un conductor debería parar aproximadamente dos veces para descansar y, mientras tanto, puede recargar el vehículo, “por tanto, esto ya es una meta alcanzada”.
La revolución de la movilidad
Actualmente, con la puesta en marcha y la implementación de las alternativas sostenibles, se plantea un futuro muy diferente al conocido hasta ahora en lo referente a la movilidad. En este sentido, desde la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos hacen hincapié en que la movilidad debe evolucionar hacia un mayor transporte público y a ir relegando el coche privado hasta desaparecer, aunque pueda seguir existiendo en algunas poblaciones muy remotas o en barrios del extrarradio.
“La movilidad privada tiene que tender a desaparecer, no solo hablamos de convertir los coches de combustión en coches eléctricos, sino de que las autopistas y las carreteras están colapsadas y, para lograr una movilidad sostenible, no solo se deben cambiar los combustibles, sino también reducir la cantidad de vehículos que circulan por las carreteras y esto solo se reduce favoreciendo y potenciando el transporte público y que este sea eléctrico”, objetan.
Al hilo de lo anterior, Félix García, director de Comunicación y Marketing de ANFAC sostiene que para que España esté a la vanguardia en cuanto a movilidad sostenible, se debe apostar por un modelo donde el coche limpio sea parte de la solución y no parte del problema.
“No se puede demonizar al ciudadano y empresa que usa su coche privado. ¿Cómo van a invertir las empresas en fabricar vehículos eléctricos en España si España no quiere el coche privado?”, recrimina, a lo que añade que la tendencia, en las grandes ciudades, es ir paulatinamente hacia la compra de servicios de movilidad en detrimento de la propiedad del vehículo.
Además, para que todo vaya hacia un mismo objetivo, no se puede dejar de lado la ayuda que brinda la digitalización a todo este tipo de procesos, ya que es clave para que el sector de la automoción sea más competitivo, y, además, “elimina ineficiencias, hace que los robots tengan un mantenimiento predictivo, se mejoran los tiempos de la logística y permite reducir los residuos y la fabricación con menos uso de agua y energía”, comentan desde ANFAC.
Es más, la transformación digital ha traído consigo realidades como el coche conectado y la fabricación 4.0, algo que ya se ha implementado en el sector. En este último sentido, Félix García desvela que el reto está en el tejado de la educación, ya que se necesitan más perfiles para las fábricas inteligentes y conectadas, además de una aceleración de la tecnología 5G, ya que siempre se puede mejorar tecnológicamente, aunque “el sector de la automoción es uno de los que más invierte en I+D, incluidos los fabricantes de componentes, y este sector es puntero en industria 4.0”.
En consonancia con lo que explica Félix García, desde AUVE comentan que actualmente comienza a haber numerosas alternativas para todos los medios de transporte que pueden estar comprendidos tanto por carga eléctrica, como por batería. “Ahora se está investigando y subvencionando mucho todo lo relacionado con el hidrógeno, que se utiliza, a su vez, para generar electricidad, pero la electricidad está claro que es un medio fácilmente accesible con otros medios renovables, como el viento, el sol o la geotermia. Tenemos muchos medios con los que el planeta nos puede ayudar a convertir a base de tecnología, electricidad para todo tipo de transportes y así evitar todas las emisiones que están haciendo que vivir en un futuro en nuestro planeta sea bastante complicado”.
La necesidad de un apoyo gubernamental
“Es necesario que se refuerce toda la estructura de subvenciones y de ayudas que hay para los consumidores que se decantan por las alternativas eléctricas. Actualmente, toda la burocracia que hay que llevar a cabo para solicitar este tipo de ayudas es muy tediosa, se suministran a través de las comunidades autónomas, etc., por lo que es un proceso muy largo y poco accesible para el usuario”, denuncia Héctor David.
“La transformación digital ha traído consigo realidades como el coche conectado y la fabricación 4.0”
Félix García, director de Comunicación y Marketing de ANFAC
Tal y como explica, estamos hablando de usuarios que tardan hasta más de un año en recibir este tipo de ayudas, por lo que el consumidor tiene que adelantar toda la cuantía y esperar todo este tiempo a que el Gobierno le de esta ayuda, que además hay que declarar en la declaración de la renta.
“Esto solo pasa en España, no tiene sentido que se dé una ayuda para posteriormente quitar una parte de ella, en otros países o se reduce el IVA o la ayuda es directa a la hora de comprar y no tienen tratamiento fiscal a posteriori. Por tanto, las ayudas en España a los vehículos eléctricos, en este momento, son insuficientes, a pesar de que hayan mejorado con respecto a años anteriores”, determina.
En referencia a lo anterior, España sigue intentando avanzar hacia este tipo de movilidad. De hecho, ya se está implementando, en cierta medida, lo estipulado en el real decreto-ley 29/2021, que obliga a todos los parkings públicos y de las administraciones públicas con más de 20 plazas a poner puntos de recargas.
Así, la normativa establece que, a partir del 1 de enero de 2023, todos los aparcamientos privados no residenciales con más de 20 plazas estarán obligados a disponer de un punto de carga y, por cada 40 plazas, deberán disponer de puntos extra. Además, las edificaciones que sean propiedad de la Administración General del Estado
Uno de los principales problemas de España es que, por ejemplo, aquellos ciudadanos con vehículos eléctricos que no cuentan con un aparcamiento privado dependen de una escasa infraestructura de recarga rápida para vehículos eléctricos y esto es un gran problema. Esto ocurre tanto en las ciudades como en las autovías y autopistas nacionales. Ahora, gracias a las últimas leyes que se han ido aprobando, las gasolineras que facturan más de 5 millones de litros están obligadas en 2023 a tener puntos de recarga eléctrica.
“Estas medidas, que van en pro de conseguir esa mayor infraestructura de recarga, son favorables, pero van muy lentas y, de hecho, ya se empieza a ver cómo hay ciertas gasolineras que tratan de escaquearse de estas medidas. Es importante que cualquiera, tenga garaje o no, se plantee la compra de un coche eléctrico porque sepa que lo va a poder cargar en cualquier lugar, igual que hoy en día no te preocupas de si va a haber una gasolinera cerca o si va a estar muy ocupada”, sentencia el secretario e AUVE.
Un 2023 de nuevos presagios
En lo que a los fabricantes de vehículos respecta, esperan que, al ser el 2023 un año electoral, el Gobierno tome las medidas que se necesitan para acelerar la implementación del vehículo eléctrico y de la infraestructura de recarga.
“Estamos a la cola de Europa en electrificación, algo que no es coherente con lo que el Gobierno ha formado en Bruselas. No están siendo coherentes. Y no podemos perder un año más, porque hay países que están utilizando los fondos europeos para ganar competitividad en el sector de automoción. Los modelos electrificados que no vengan a España se harán en países de la UE. Hay que apostar por la industria española de automoción. Veremos cómo queda finalmente la futura Ley de Industria. Por ejemplo, al sector de automoción no le ha venido bien la reforma laboral que elimina la temporalidad: las fábricas necesitan flexibilidad para los picos de producción, más en estos momentos de falta de piezas y chips”, valoran desde ANFAC.
Con respecto a la movilidad eléctrica, el 2023 traerá consigo una amplitud de modelos donde elegir gracias a la entrada de las marcas chinas en el mercado europeo, que romperán con la diferencia de precios que hay actualmente, porque entran con muy buenas características y a un precio más asequible que las marcas europeas, lo que facilitará la adquisición de estos vehículos.
Esto, explica Héctor David, lo que va a conseguir es darle un toque de atención al mercado y a las marcas europeas para que bajen los precios y para que hagan más asequibles sus productos. Las ventas de coches eléctricos no han parado de duplicarse de año en año, este año, antes de finalizar el verano, ya se había vendido la misma cantidad de coches que en 2021 a pesar de la escasez de componentes.
“El 2023, con una mayor infraestructura y una mejor información en cuanto a los vehículos eléctricos, será otro despegue más de la movilidad eléctrica en España”, auguran desde AUVE.
En cuanto a las tendencias que favorecen este tipo de movilidad, cabe destacar aquellas de coches compartidos, más conocido como carsharing, que ofrecen un alquiler por minutos, o la de los vehículos de movilidad personal (VMP), como los patinetes eléctricos o las bicicletas.
Además, la Asociación de Usuarios de Vehículos espera que en 2023 la movilidad evolucione hacia una bajada de precios en cuanto a los vehículos eléctricos, llegando a igualarse a los de combustión. De hecho, todas las investigaciones que se están haciendo actualmente sobre el desarrollo de baterías con nuevos materiales y proyectos innovadores prometen esa bajada de precios.
“Ahora hay que ir hacia la bajada de precios y hacia la conducción autónoma, porque facilitaría mucho el que uno no deba tener un coche si vive, por ejemplo, a las afueras de una ciudad, sino que el coche le pueda llevar hasta su casa, sea donde viva, y vuelva de nuevo a un punto diferente para poder transportar a otra persona”, comenta el secretario de AUVE.
Por ende, con el pistoletazo de salida de este 2023, habrá que esperar para comprobar si esta tormenta perfecta vira en pro de una nueva revolución en el sector de la automoción o si, por el contrario, España continúa estando a la cola en materia de movilidad. ¿Será el futuro de la automoción únicamente sostenible o no?
