Marruecos vive una jornada histórica de huelga general, convocada por las principales organizaciones sindicales del país, entre ellas la Unión Marroquí del Trabajo (UMT), la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) y otras centrales sindicales de relevancia. Esta movilización, la primera de tal magnitud en casi una década, refleja el profundo malestar de la clase trabajadora frente a una serie de medidas gubernamentales que, según los sindicatos, "ponen en riesgo sus derechos laborales y su estabilidad económica".
Desde primera hora de este miércoles, 5 de febrero, miles de trabajadores de distintos sectores, desde la administración pública hasta la industria y el comercio, participan en el paro, dejando calles vacías y servicios paralizados en varias ciudades del país, incluidas Casablanca, Rabat y Tánger. La huelga no solo interrumpe la actividad en numerosos centros de trabajo, sino que también sirve como plataforma de protesta contra políticas que los sindicatos consideran injustas y perjudiciales para la población laboral marroquí.
Motivos de la huelga
Uno de los principales detonantes de la huelga es la propuesta gubernamental de una nueva ley destinada a regular el derecho a la huelga. Los sindicatos denuncian que el proyecto de ley se ha elaborado sin una consulta adecuada a las organizaciones sindicales y sin considerar sus aportes, lo que representa una falta de diálogo social por parte del gobierno. Esta situación ha sido percibida como un intento de limitar un derecho constitucional fundamental para los trabajadores.
Además de la controversia en torno a la ley de huelga, los sindicatos han expresado su descontento con otras políticas gubernamentales que afectan negativamente a la población trabajadora. Entre estas preocupaciones se encuentran el aumento de los precios de bienes y servicios básicos, la pérdida constante del poder adquisitivo y la exclusión de ciertos grupos sociales de los programas de protección social. Estas medidas han agravado la precariedad económica de muchos marroquíes, especialmente de los sectores más vulnerables.

Otra fuente de inquietud es la intención del gobierno de fusionar la Caja Nacional de Organismos de Previsión Social (CNOPS) con la Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS). Los sindicatos temen que esta fusión pueda perjudicar los derechos de los afiliados y empeorar la calidad de los servicios prestados.
El proyecto de ley de huelga
El proyecto de ley orgánica que regula las condiciones y modalidades para el ejercicio del derecho a la huelga en Marruecos, ha generado una gran controversia desde su presentación, ya que los sindicatos consideran que su contenido restringe significativamente un derecho fundamental de los trabajadores. A pesar de las múltiples revisiones y discusiones en el Parlamento, el texto sigue sin satisfacer las exigencias de las organizaciones sindicales, que denuncian la falta de un verdadero diálogo social en su elaboración.
Las enmiendas introducidas por los consejeros parlamentarios incluyen la incorporación de un preámbulo que reafirma el derecho a la huelga como un principio constitucional y la redefinición de ciertos términos para evitar interpretaciones restrictivas. Sin embargo, estas modificaciones no logran disipar las preocupaciones de los sindicatos, que insisten en que el proyecto mantiene disposiciones que dificultan la convocatoria de huelgas y otorgan al gobierno y a los empleadores un margen de maniobra excesivo para frenarlas.
Para las organizaciones sindicales, el principal problemas radica en que la ley establece condiciones demasiado estrictas para ejercer este derecho, como la obligación de anunciar la huelga con un preaviso prolongado, la posibilidad de que los empleadores impugnen la legalidad de la convocatoria y la imposición de sanciones severas a quienes participen en paros no autorizados. Además, critican que el gobierno no ha tomado en cuenta sus propuestas para equilibrar la normativa y garantizar una protección efectiva de los trabajadores frente a posibles represalias. Esta falta de consenso ha generado un clima de desconfianza y rechazo por parte de los sindicatos, que ven en esta legislación un intento de limitar su capacidad de movilización y debilitar su papel en la defensa de los derechos laborales.
Reacciones a la huelga general de Marruecos
La convocatoria de la huelga general en Marruecos ha resonado más allá de sus fronteras. Sindicatos internacionales, como la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) de España, han expresado su apoyo y solidaridad con los trabajadores marroquíes. La UGT ha destacado la importancia del diálogo social y ha criticado al gobierno marroquí por no involucrar a las organizaciones sindicales en la elaboración de una ley que afecta directamente a los derechos laborales.
Además, la UGT ha subrayado las difíciles condiciones económicas que enfrentan los trabajadores marroquíes, caracterizadas por salarios bajos, inflación descontrolada y una constante pérdida de poder adquisitivo.
Los trabajadores de Marruecos inician hoy su primera huelga general en casi diez años
