Aunque parezca increíble, Capital cumple 25 años. Cómo pasa el tiempo. Aún recuerdo cómo los que arrancamos la revista aparecimos por su primera sede, en la calle Marqués de Villamagna de Madrid, en el año 2000. Como en cualquier proyecto que se inicia, empezamos con gran entusiasmo. Éramos alrededor de veinte personas, una cifra impensable en un país en el que las revistas se hacían con cinco-diez personas como mucho. Pero Capital nació como un proyecto muy ambicioso.
La lanzó el grupo G+J, filial de revistas del grupo alemán Bertelsmann, el conglomerado multimedia más importante de Europa. La marca ya existía en Francia y Alemania con gran éxito, y la idea era hacer algo parecido en España. Nos pusimos a las órdenes de Carlos Salas, el primer director de la publicación, y de Chema Zavala. Ambos venían de El Mundo. Carlos había sido redactor jefe de Economía e Internacional y Chema dirigió el suplemento económico del periódico y el área de información financiera. Dos grandes profesionales, cultos, creativos y trabajadores, que impulsaron con fuerza el producto.
Carlos ponía mucho énfasis en que Capital debía ser el ‘Muy Interesante’ de la economía, en alusión al carácter divulgativo que tenía una de las revistas más importantes de G+J y de las más vendidas de España. También repetía con frecuencia que debíamos escribir los reportajes como un videoclip, con la idea de que se leyesen bien, fueran amenos, interesantes y explicasen las cuestiones económicas, la realidad de las empresas, de manera entendible.
"Un aguerrido grupo de empresarios liderado por José Ángel Crego mantiene Capital en el mercado, lo cual es una gran noticia para la revista"
Durante muchos años lo conseguimos. Quienes leían la revista, que tuvo un buen impacto, nos contaban que les encantaba porque aprendían: los temas eran interesantes y se leían bien, sin que resultaran farragosos. Para lograrlo, recuerdo que Carlos puso en marcha un sistema que nos ayudaba a ser diferentes y aportar valor añadido.
Al principio de cada mes, cada redactor tenía una reunión con él, con Chema y con Julián Casas, el director de Arte, una de las personas más creativas e inteligentes que he conocido. El redactor contaba su idea de tema y se abría un debate que lo mejoraba. De ahí salíamos con un enfoque claro y diferencial.
La maquetación fue también un rasgo diferencial del Capital de los inicios. Había un equipo excepcional capitaneado por Julián. Pero, sin duda, uno de los hechos que más caracterizó al Capital de esta primera etapa fue la investigación y el rigor que había detrás de los reportajes. A diferencia de en un diario, en una revista mensual hay tiempo para hablar con muchas fuentes (recuerdo haber hablado hasta con ocho), y de este modo dar al lector una visión bastante definitiva y real de lo que ocurre con ese tema.
En Capital lo conseguíamos, y los lectores decían que con nuestra revista se aprendía, que contenía mucho conocimiento y estaba muy bien escrita. Pero, si hablamos de investigación, la historia de Capital no se entiende sin el fraude de los paralímpicos. Mi gran compañero y amigo Carlos Ribagorda se infiltró en el equipo de baloncesto y destapó un escándalo del que aún hoy se sigue hablando. La repercusión fue espectacular, global, recibimos llamadas de todo el mundo preguntando por el asunto.
Tras aquella etapa inicial, llegaron otras que dieron continuidad a la revista. A Carlos Salas lo sustituyó José Luis Gómez a los cinco años. A los siete, compró la revista un grupo de empresarios míticos de la comunicación en España: Juan Kindelán, fallecido hace unos años, su hermano Alejandro, Luis Infante, Alejandro Sopeña y el gran líder de la publicidad en nuestro país durante muchos años: José Manuel Rodrigo. Mientras ponían en marcha ‘La Información’, los que fueron exitosos directivos del Grupo Recoletos y de la época dorada de Actualidad Económica relanzaban Capital con la idea de convertirla en el Fortune español.
Luego llegó el Grupo Gestiona, donde Capital permaneció los siguientes doce años. La dirigí durante los últimos cuatro. Ahora un aguerrido grupo de empresarios liderado por José Ángel Crego la mantiene en el mercado, lo cual es una gran noticia para la revista que cambió el modo de hacer periodismo económico en España.
