Macroeconomía

Los cisnes negros que acechan a la economía española

Los datos macroeconómicos refuerzan la idea de que España vive un buen momento. Mirados más en detalle, dichas cifras guardan tantas sombras como luces. Es por eso que, pese a lo que indican los datos, los riesgos son elevados, en tanto en que existen varios cisnes negros que, de aparecer, podrían dar al traste con la aparente estabilidad de la economía española

Los cisnes negros que acechan a la economía española
Por Mario Talavera

La definición de ‘cisne negro’ alude a un evento inesperado o sorpresivo. Después de que ocurra, tal y como formuló este concepto el investigador libanés Nassim Taleb, el hecho no parece tan impredecible. Es más, se puede decir incluso aquello de “se veía venir”. Bajo ese concepto podemos encontrar hechos como la pandemia de 2020 o al estallido de la guerra de Ucrania.

El término no solamente se refiere a acontecimientos negativos, sino que también podría aplicarse a la aparición de internet o de la inteligencia artificial. El caso es que, tanto si son positivos como si son negativos, tienen un impacto mucho más alto en la historia que los eventos predecibles o esperables.

A finales de 2025, el mundo afronta varios de esos escenarios, todos ellos con la capacidad de transformar la sociedad y la economía. Tanto en España como a nivel mundial, existen numerosos riesgos. Por el momento no han llegado a revelarse y el sentir general es de sospecha, es decir, no está claro que vayan a producirse, pero los indicios son evidentes.

En España, por ejemplo, hablamos del mercado inmobiliario. La percepción general ya da muestras de que esta cuestión puede hacer saltar por los aires la estabilidad social y económica del país. La encuesta del CIS de septiembre concluye que el acceso a la vivienda es el principal problema. Así lo confirmaron el 30% de los encuestados, que señalaron a este problema por encima de la inmigración (20%) y la calidad del empleo, con el 17%.

Antonio Pedraza, Consejo General de Economistas: “El elevado precio de la vivienda crea un problema de movilidad laboral que ya está restando capacidad de crecimiento”

Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas de España, afirma que vivimos un momento de “demanda desaforada y oferta reducida”. Por no hablar de que en ocasiones se opta por alquilar habitaciones o incluso compartirlas, lo que da lugar a unas “condiciones infrahumanas”.

Los datos dan motivos a esta percepción: según datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el precio medio de la vivienda libre subió un 10,4% en el segundo trimestre del año, hasta alcanzar los 2.093,5 euros por metro cuadrado. La subida trimestral del 3% y ese valor escala hasta convertirse en el tercero más alto del nuevo milenio, sólo por detrás de los 2.095,7 euros por metro cuadrado del segundo trimestre de 2008 y el máximo de 2.101,4 euros del primer trimestre de 2008.

Por otro lado, desde el Banco de España hablan de un “calentamiento” del mercado, puesto que, pese a esa subida, las compraventas no dejan de incrementarse. En el mes de julio, España registró 65.000 compraventas de viviendas, con un aumento del 14,3% respecto a julio de 2024.

A la luz de estos datos, ni la Ley de Vivienda ni el resto de medidas han surtido efecto, en tanto que la oferta de vivienda se mantiene cerca de los mínimos y los precios siguen elevándose, también en el mercado del alquiler.

¿Qué efectos tiene esta dinámica sobre la economía? “Crea un problema de movilidad laboral que ya está restando capacidad de crecimiento”, afirma Pedraza. Por su parte, Gustavo Martínez, asesor financiero, gestor patrimonial y profesor de finanzas en la Universidad Francisco Marroquín, cree que la falta de conocimientos financieros está empujando a los ahorradores al mercado inmobiliario, en medio de esta vorágine alcista de los precios.

En ese sentido, afirma que “no es tanto que la vivienda sube, sino que lo que está cayendo es el euro”. Dicho de otro modo, que la inflación resta valor al euro mientras que la vivienda se convierte en un activo que sigue aumentando su valor. La solución, comentan ambos expertos, pasa por proporcionar seguridad jurídica a los propietarios para añadir más viviendas al mercado del alquiler.

Después de eso, lo deseable es evitar medidas contraproducentes. Pedraza concreta diciendo que “no se soluciona subvencionando al comprador, eso lo que hace es calentar aún más la demanda”.

¿Se ha gripado la locomotora?

Pese a este problema, las cifras de la economía española apabullan comparadas con las del resto del continente europeo. La OCDE revisó al alza a finales de septiembre el crecimiento de nuestro país, de forma que triplica la media de la eurozona. En ese punto cabe preguntarse qué está empujando a España hacia esas cifras aparentemente positivas.

Por un lado, las ayudas europeas, explica Pedraza. Por otro, la deuda, señala Martínez. Y entre todo eso, también el turismo está contribuyendo, si bien este sector da señales de agotamiento. En opinión de Pedraza, la fortaleza del sector turístico español está en su competitividad, es decir, precios razonables para una buena oferta. Pero eso está cambiando en los últimos años.

“Se está abusando del cliente: España se está volviendo prohibitiva en hoteles y restaurantes”, dice Pedraza. Martínez, ahonda en esa percepción y añade que “el turismo ya ha caído este año, la gente se ha gastado bastante menos y eso se ha notado”. Si bien es cierto que existen datos que hablan de un mayor gasto turístico a nivel global, se pueden encontrar otras cifras que dan una perspectiva más amplia.

Antonio Pedraza, Consejo General de Economistas: “Se está abusando del cliente: España se está volviendo prohibitiva en hoteles y restaurantes”

Si bien el gasto es de 76.074 millones de euros hasta julio, un 7,2% más que el año anterior, datos como las pernoctaciones caen. Por ejemplo, en Cataluña la media ha bajado a las 3,14 noches por turista, un mínimo que no se veía desde julio de 1999. Luego, si nos fijamos en la primera mitad del año, los españoles viajaron un 5% menos, aunque gastaron 27 euros más por persona.

A ello se suman las dificultades económicas de los países emisores de turistas, como son Reino Unido, Francia y Alemania. Poniendo la mirada en ese aspecto, las primas de riesgo de estos países comienzan a resentirse y sus gobiernos preparan reformas para recortar gastos y ajustar sus cuentas.

España, por el momento, parece salvarse de la quema, aunque no podrá esquivarla si se ahonda el problema. Antonio Pedraza es pesimista, en tanto que en “2026 se terminan los fondos europeos”. Martínez apunta que “el Estado está creciendo con deuda” y que, pese a que “es un oasis, no se va a salvar ni mucho menos”.

Es más, el analista anticipa que “cuando empiecen las curvas, será de los peores, como en 2009-2010”. Esta opinión se basa en que España cuenta con una estructura económica débil, como es el elevado paro y la escasa diversificación industrial. El portavoz del Consejo General de Economistas confiesa otra preocupación más: “La inversión extranjera ha caído en picado”. Eso significa que la creación de riqueza futura también se puede ralentizar.

Luego, el gran elefante en la habitación para Martínez es el desajuste de las cuentas públicas. “La recaudación es récord, sí, pero se malgasta”, lamenta. En su opinión, el dinero que se recauda está teniendo un uso perverso, en tanto que se está trasvasando riqueza desde los trabajadores hacia un segmento poblacional muy concreto: “Los pensionistas se están enriqueciendo en términos reales, mientras que el resto de la población se empobrece”.

Gustavo Martínez, Universidad Francisco Marroquín: “Los pensionistas se están enriqueciendo en términos reales, mientras que el resto de la población se empobrece”

Guerra comercial y guerra convencional

En el plano internacional, más allá de la debilidad de varios países de Europa, el asunto que ha dominado este año ha sido el de los aranceles. Donald Trump entiende la guerra comercial como una herramienta de presión. El presidente estadounidense los ha utilizado para negociar tratos más favorables para su país.

Si bien es cierto que la Justicia estadounidense está analizándolos, el magnate neoyorquino cuenta con otros ases en la manga para imponer sus condiciones. Pedraza cree que la retirada de estos aranceles puede ser un alivio para gran parte del mundo. No obstante, las negociaciones ya han permitido establecer acuerdos, también con la Unión Europea. En opinión del economista, revertir los aranceles podría ser un proceso complejo.

Más allá de lo que pueda pasar con ellos, ya se han dejado sentir: han debilitado tanto el consumo de los hogares como la inversión empresarial, frenando la expansión por debajo de su potencial en Estados Unidos.

Los analistas señalan que, para proteger la capacidad de gasto de los consumidores, el ajuste debería repartirse entre márgenes empresariales más estrechos y precios ligeramente más altos. El objetivo es evitar que la inflación supere el umbral del 3%. Según estimaciones de Ofi Invest AM, entre la mitad y dos tercios del incremento de tarifas terminará trasladándose al consumidor final, lo que tendría afecciones en el crecimiento y en el consumo. A más largo plazo, sin embargo, el panorama podría ser distinto.

Otra herramienta de presión es la OTAN. Trump ha exigido que la inversión de los miembros alcance el 5% del PIB. Esta es una partida que, por otra parte, tendría la capacidad de impulsar la industria española. Pedraza considera que España tiene potencial en la fabricación de armamento, pero no está llevando a cabo los esfuerzos necesarios.

Por ahora, los conflictos se desarrollan lejos de las fronteras de España, como son los casos de Ucrania e Israel. La tensión en Europa se está incrementando en las últimas semanas como consecuencia de las incursiones aéreas de drones y aviones rusos. Mientras, en Oriente Próximo, Israel ha mostrado rechazo al reconocimiento del estado palestino por parte de España. Y por su parte, Trump, que hace unas semanas creía posible el fin del conflicto en Ucrania, ahora aboga por que Ucrania recupere el territorio perdido.

Las consecuencias de esos dos frentes bélicos ya se han dejado notar en el pasado reciente, valga el ejemplo del estallido de la guerra de Ucrania en 2022, que marcó el inicio de la escalada inflacionaria que sufrió Europa. Sin embargo, Pedraza no cree que el riesgo esté en esas fronteras tan lejanas, sino más al sur. “Marruecos se está reforzando con el apoyo de Israel y Estados Unidos”, señala, y “se está armando hasta los dientes”.

¿Hay una burbuja en la IA?

Nvidia, que se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo gracias a su desempeño en los últimos años, representa en torno al 8% del valor total del S&P 500, el índice que agrupa las 500 mejores empresas estadounidenses. Si sumamos a Nvidia el valor de los otros seis gigantes tecnológicas (Google, Apple, Amazon, Meta, Microsoft y Tesla), el porcentaje se eleva al 33%.

Gustavo Martínez, Universidad Francisco Marroquín: “El problema no es la inteligencia artificial, el riesgo sistémico vendrá de la inflación y de la deuda”

Sobrevaloradas o no, el desarrollo de estas compañías marca el desempeño de la economía estadounidense y, en consecuencia, de la economía global. La buena evolución de estas empresas ha empujado al alza un 13% al índice este año. No obstante, una gripe de cualquiera de ellas puede poner en peligro estos avances.

En este momento, estas compañías dominan sus respectivos subsectores, aunque eso no significan que vayan a hacerlo siempre. Pedraza indica que, mientras Europa “está perdida a nivel tecnológico”, sí que hay riesgo para esas empresas. En particular, señala a China, donde un avance en la misma dirección que en Estados Unidos podría poner en jaque a esas empresas. “Aunque son empresas excepcionales, el problema puede venir desde China”, en la medida en que “los chinos produzcan servicios y productos más competitivos que los que hacen en Estados Unidos”.

Gustavo Martínez es de la opinión de que estas empresas están sobrevaloradas, pero pese a ello los inversores siguen comprando sus acciones. En su perspectiva, la inteligencia artificial puede suponer un salto en la economía, pero está por ver si será tan alto como se espera.

En todo caso, Martínez cree que puede haber un ajuste momentáneo en el sector que, por otro lado, haría que ese dinero invertido se redirija hacia otros segmentos. Es por eso que, aunque existe el riesgo, desconfía más de lo que pueda pasar con la deuda de algunos países. O, como ya pasó en 2008, que algún banco entre en problemas: “El problema no es la inteligencia artificial, el riesgo sistémico vendrá de la inflación y de la deuda”.

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