Estos días se ha comunicado la salida de McCann Worldgroup de Gregorio Corrochano, uno de esos profesionales adorado por clientes, colegas y amigos. Pero que nadie piense que esto es un obituario, sino todo lo contrario. Es un homenaje merecido a sus 60 años, 31 de los cuales ha estado trabajando para la agencia creativa de la multinacional americana Interpublic Group (IPG).
Se ha marchado en silencio y agradecido, sin dar un portazo. Todo lo contrario, porque Gregorio es de los que dejan puertas abiertas. Así que los que le conocemos estamos convencidos que esto no es un “adiós” sino un “hasta luego”.
Dicen que las personas son dueñas de sus silencios y esclavas de sus palabras. Pues bien, Gregorio lejos de crear cualquier tipo de polémica ha declinado hacer declaraciones, a pesar de que los que estamos metidos en el ajo estamos convencidos de que su marcha forma parte del proceso de reestructuración interna que vive McCann en España.
"No tengo dudas de que pondrá nuevamente al servicio de los clientes toda su amplia y profunda experiencia con grandes marcas emblemáticas como Coca-Cola"
Estoy seguro de que Corrochano, como gran amante de los deportes de naturaleza, lo que busca ahora es respirar la libertad que da ser independiente de cualquier estructura empresarial. No tengo dudas de que pondrá nuevamente al servicio de los clientes toda su amplia y profunda experiencia con grandes marcas emblemáticas como Coca-Cola.
Sin duda, ha elegido el mejor momento para hacer las maletas (que no colgar las botas, que es muy diferente). Han sido muchos años muy intensos. Muchas alegrías y muchas crisis son las que ha vivido. También los gloriosos años de bonanza publicitaria. Ahora le toca parar y respirar, manejar su agenda y sus tiempos. Y decía que ha elegido un buen momento porque se va de una agencia líder del mercado en gestión de negocio y creatividad. Sería imposible de enumerar los premios que ha cosechado esta agencia solo en los últimos años, siempre con Félix Vicente al frente y con Mónica Moro como cabeza creativa.
Estoy seguro de que a Corrochano, siempre sonriente, guasón y cercano a su gente, lo que más le ha costado es ‘separarse’ de tantos amigos. Porque la amistad es otro de los valores intocables de este profesional.
Ahora estoy convencido de que le van a salir muchas “novias” y tendrá que decidir qué hace. No le veo jubilarse tan rápido para dedicarse a jugar al golf. Le queda mecha para rato. Eso sí, seguro que aprovechará para invertir todo el tiempo del mundo en su familia y amigos.
A partir de ahora, cuando se cierren los flecos de su salida, el mercado publicitario contará con un Messi que –tampoco tengo dudas- venderá su profusa experiencia desde la bandera de la independencia. Yo, desdeluego, no dudaría en tenerlo en mi equipo. Gregorio está más vivo que nunca. Y si no, tiempo al tiempo.