“España es uno de los países más afectados por la huelga de controladores aéreos franceses”
Tras un primer trimestre vibrante en lo que al tráfico aéreo se refiere en España, las previsiones para la temporada de verano, que ya comenzó a finales de marzo, son excepcionales. En cifras, ascienden a un total de 221,8 millones los asientos programados, un 4,4% más que los operados en 2019, según el gestor aeroportuario Aena. Sin embargo, la huelga de controladores aéreos en Francia está afectando directamente a los vuelos cuyo punto de salida o destino es España y, por ende, a las compañías aéreas. En este contexto, Capital conversa con Elena Cabrera, country manager de Marketing y Comunicación de Ryanair para España y Portugal.
¿Qué previsiones maneja para este año en el sector de las aerolíneas para España? ¿Y para su compañía?
En España estamos ya a un 10-15% por encima de los niveles pre-covid, por lo que estamos en crecimiento. En Ryanair tenemos una previsión de 52 millones de pasajeros en todo el año fiscal. El año pasado, es decir, el ejercicio fiscal 2023, fue de unos 50 millones y ahora esperamos que sean 52 millones. Para este verano tenemos más de 725 rutas, 60 de ellas nuevas, y en 150 rutas aumentamos las frecuencias y ponemos, además, 14 aviones extra con respecto al año pasado.
Las previsiones para este verano en el sector son buenas, son positivas. El verano está funcionando bien. Nosotros vamos mucho más adelantados en las reservas de verano que el año pasado, porque las tendencias post-covid fueron de reducir ese tiempo del booking.
Para este verano las reservas están yendo muy bien, tanto para el sector, como para nuestra compañía. En general, en el sector es verdad que creemos que las compañías van a tardar en torno a unos dos años en consolidarse y en empezar otra vez a aumentar esa capacidad y a tener mayor flota. El gran problema ahora es el de las entregas de aviones para las compañías.
"Hemos tenido que cancelar cientos de vuelos debido a la huelga de los controladores franceses aéreos"
ELENA CABRERA
¿A qué dificultades se está enfrentando el sector aéreo este año?
Para este verano y, sobre todo lo que va a venir en los próximos meses, es el tema de las huelgas de controladores aéreos franceses, que es lo que más impacto está teniendo ahora mismo para nosotros. Hemos tenido que cancelar cientos de vuelos debido a la huelga de los controladores franceses aéreos.
Lo que pasa es que, cuando ellos hacen huelga en Francia, tienen una ley que protege sus vuelos domésticos, entonces tienen como un mínimo establecido, pero no protegen los sobrevuelos. Tú cuando pasas el sistema de controladores aéreos en Europa y vas pasando, por ejemplo, de Alemania a España, vas cambiando de espacio aéreo y de país, por lo que cambias de controladores aéreos.
Y tienes un espacio que es Francia, que a nosotros nos impacta muchísimo, porque obviamente hacemos frontera y estamos en la zona periférica de Europa. Si ese espacio está en huelga de controladores aéreos, lo que hace es que tengamos que cancelar muchos vuelos porque el resto del espacio se congestiona. Por lo tanto, España es uno de los países más afectados por la huelga de controladores aéreos.
Entonces esto es un gran issue no solo para Ryanair, sino para todas las compañías en general, porque realmente impacta muchísimo. Avisan de las huelgas con muy poca antelación, con 24-48 horas, lo cual, con una operativa de media de 3.000 vuelos al día, imagina cómo puede impactar. Yo creo que esto es algo que va a generar bastante disrupción este verano, que ya estamos teniendo desde el principio de año.
Además, en el sector hay un problema también de retrasos en las entregas y todas esas compañías que durante la pandemia tuvieron que reducir flota, están teniendo muy complicado volver a aumentarla y a poner esa capacidad en marcha.
Tras esta oleada de cancelaciones y huelgas durante la primavera. ¿Qué ocurrirá ahora en verano, cuando se esperan unas previsiones históricas de turismo en España?
La previsión es que sigan con las huelgas. Desde enero hasta principios de junio han tenido 58 días de huelga, porque van convocando días sueltos de huelga con 24-48 horas de antelación y parece ser que van a continuar hasta septiembre.
"pedimos que haya una normativa que proteja LOS sobrevuelos en Francia y que las huelgas se avisen con más antelación"
ELENA CABRERA
¿Esperan algún cambio en la legislación del espacio aéreo europeo?
Esperamos, sí. Nosotros hemos sido muy activos en este tema y hemos recogido firmas, porque necesitas un millón de firmas para ir a la Comisión Europea (CE) para pedir una audiencia para un cambio legislativo y hemos obtenido 1,1 millones de firmas de clientes de la compañía y de otros.
Obviamente estamos totalmente a favor de las huelgas, cada uno puede convocar huelgas y efectuarlas. Pero, por ejemplo, en España los sobrevuelos están protegidos y legislados, y en Italia también, pero no en Francia. Al ser un país tan céntrico, geográficamente hablando en Europa, afecta a muchísimos vuelos por su espacio aéreo.
Lo que pedimos es que haya una normativa que proteja también esos sobrevuelos en Francia y que las huelgas se avisen con más antelación, ya que no puede ser que las compañías tengan todo un proceso operacional y que haya tan poco margen para poder reubicar. También pedimos que haya un operador europeo global y que no dependamos de cada uno de los países, sino que haya uno que regule todos.
En el último ejercicio fiscal Ryanair ha registrado un aumento del 124% en sus ingresos. ¿A qué claves cree que se debe este crecimiento?
Se debe a varias cosas, una de ellas es que cuando empezó todo el tema del aumento de la inflación, el precio del petróleo, la congestión aérea, etc. Previamente, nosotros ya teníamos firmado el 85% del fuel a 65 dólares el barril, lo cual ayudó a que nosotros no tuviésemos ese impacto en los precios de los billetes y pudiésemos tener un mayor control de gastos.
Después, durante la pandemia no se despidió a nadie, se mantuvo a todo el mundo en su puesto y se mantuvieron todos los aviones. En España, por ejemplo, tuvimos mucha suerte de tener acceso a los ERTE y, en cuanto se pudo volver a empezar, pues lo activamos muy rápido. Por el contrario, lo que pasó con muchas compañías es que habían reducido esa flota, habían despedido equipos y para ellos ha sido muy complicado. De hecho, todavía están teniendo problemas para volver a tener otra vez flota y tener equipos.
¿Puede deberse, también, al aumento de las tarifas?
Bueno, el aumento de las tarifas ha sido de, aproximadamente, un 10% respecto a los niveles pre-covid. Con todo, la inflación también nos afecta, el precio del petróleo y la reducción de la capacidad aérea. Ahora hay menos compañías y las compañías que hay tienen una flota menor, por lo tanto, cuando tienes una menor capacidad, hay mayor presión y los precios aumentan.
¿Cómo ha afectado la escalada de precios a la compañía? ¿y al sector?
El mayor gasto que tiene una compañía aérea es el precio del combustible, por lo tanto, sí que es verdad que esto ha afectado en general a todo el sector y a todas las compañías. Al final, depende, cada compañía tiene su propia estrategia en este sentido, nosotros en este tema nos fue bien, hay veces que cierras el precio del petróleo y baja y no te va tan bien, pero hay otras, como esta, que efectivamente a nosotros nos benefició porque cerramos un precio muy competitivo y no tuvimos ese impacto.
¿Cómo se puede competir en el segmento de bajo coste?
Nosotros nos posicionamos siempre como la compañía más económica de todas, ya que tenemos buscadores de inteligencia artificial que analizan todos los precios de todas las compañías y nuestro objetivo siempre es ponernos por debajo del precio de la competencia. Por lo tanto, siempre cuando vas a ir a un buscador, Ryanair va a ser la más económica. Nuestro leitmotiv es que tú viajes al menor precio posible para que te gastes todo tu dinero en el destino.
Una de las consecuencias del bajo coste puede traducirse, en ocasiones, en un trato menos “cuidado” del cliente. ¿Tienen planteado algún objetivo de cara a mejorar la percepción de los vuelos de Ryanair?
Sí, totalmente. Yo creo que es un trabajo que se está haciendo durante los últimos años, que estamos teniendo mucho customer centric, o sea, que estamos muy focalizados en el tema de la experiencia al cliente. Por ejemplo, cuando compras un billete Ryanair, luego recibes una encuesta para que respondas a ver cómo te ha parecido todo y, de hecho, recibimos un millón de respuestas al mes, que son bastantes.
Tenemos también un customer panel con varios ciudadanos de varios países de Europa, los cuales los reunimos durante 48 horas y analizamos todos los aspectos de la compañía, desde cómo es la navegación en la web, si se entienden bien todas las políticas de compañía antes de comprar el billete, cómo es la comida dentro del avión, del menú, cómo ha sido el servicio del check-in, etc. Y todo eso nos ayuda a mejorar el servicio y la atención al cliente. Esa apuesta es muy interesante, de verdad.
¿Cuál es la propuesta de valor de Ryanair para convencer al viajero?
Siempre nos vamos a postular para ser la compañía más económica para viajar, pero también tenemos una gran conectividad regional, apostamos mucho por las conexiones en aeropuertos medianos y pequeños, de conectar ciudades que en principio “no son las principales”. Ryanair te lleva a sitios que ninguna otra compañía te lleva.
Otra de nuestras propuestas es la desestacionalización. En el caso de España, donde el turismo está muy focalizado durante el verano, nuestro objetivo es que no haya esos picos tan grandes en verano y que el resto del año haya regiones que se queden sin viajeros.
Por ejemplo, operamos aeropuertos en Jerez, en Valladolid, en Almería… Diferentes aeropuertos con los que intentamos que efectivamente durante todo el año pueda seguir habiendo ese flujo, tanto para que la gente de esas regiones pueda seguir viajando y pueda seguir conectándose, como para que puedan seguir recibiendo turismo.
En el camino hacia la sostenibilidad, ¿es viable seguir manteniéndose como la compañía ‘low cost’?
Sí, totalmente. En nuestra hoja de ruta no entra otra visión, no hay un plan B, el plan A es ir hacia ser una compañía más sostenible y más medioambientalmente responsable. Por ejemplo, una de las líneas que es totalmente clara es la actualización del SAF (Sustainability Aviation Fuel).
La Unión Europea ha puesto un objetivo para todas las compañías aéreas de que un 5% del uso de su combustible total sea SAF para el 2030, nosotros nuestro objetivo es del 12,5%, es decir, más del doble de lo que propone la UE. ¿Y cómo hacemos eso? Porque ya no es solo que la compañía tenga ese objetivo, sino que los productores, las compañías produzcan ese SAF.
Por lo tanto, hemos llegado a diferentes acuerdos, hace relativamente poco aquí en España llegamos a un acuerdo con Repsol para que en los próximos tres años nos suministre 155.000 toneladas de SAF, que equivale a un 15% del objetivo total que tenemos de SAF.
El modelo de negocio Ryanair es un modelo más sostenible que el de otras compañías, nosotros no hacemos escalas, al final donde más impacto tienes es en el aterrizaje y en el despegue, nosotros vamos de punto a punto y tampoco tenemos clase business, que ocupa mucho más espacio en los aviones y viaja menos gente. Al final si tú tienes un avión con más gente hace que vuelen menos aviones, por lo tanto, es más responsable con el medio ambiente.
En este sentido, el sector de la aviación es uno de los más señalados por los agentes climáticos para reducir emisiones. ¿En qué punto de la “transición ecológica” se encuentra Ryanair? ¿Cuáles son los deberes pendientes para la compañía?
La pregunta que tenemos en el medio ambiental es cuán joven o vieja es tu flota de aviones. La media de nuestra flota es de 8 años, una media muy baja, de las más bajas de todas en la UE y de los 300 aviones que hemos pedido, de los del Boeing, 150 son para reemplazar aviones, por lo tanto, nuestra tendencia es ir hacia aviones nuevos o mucho más jóvenes.