Puede que no haya una frase que defina mejor esta nueva línea de deportivos que el título de la emblemática saga de películas de los años 80. Esto se debe al hablar del regreso de uno de los modelos más emblemáticos de Mercedes, adaptado a las máximas innovaciones tecnologías del presente y futuro. Tras unos años relegado a un plano secundario dentro de la marca, vuelve a tomar el protagonismo con una regeneración “clásica”.
Cuando hablamos de roadster dentro de Mercedes, tenemos que hablar de la línea SL. El descapotable por antonomasia de la marca, con casi 70 años de historia, retoma en 2022 su protagonismo tras unos años de latencia eclipsado por otros modelos de la compañía como el AMG GT o el SLC.
Desde su presentación en 2021, la compañía bávara prima el retorno a los orígenes con un modelo más deportivo cargado de novedades, pero con la esencia clásica de la línea como bien ejemplifica la vuelta a la capota de lona. Hablamos del primer modelo AMG SL. Esto significa que la parte mecánica y técnica del vehículo compartirá la in- novación deportiva de la línea AMG GT, pero con un toque especial.
Una nueva gama que dispone de tres versiones: el SL 43, última incorporación de la gama con motor de gasolina de cuatro cilindros electrificado; y los SL 55 y SL 63 de motor V8 biturbo. Unas leyendas que avanzan de generación en generación (nos encontramos ya ante la séptima línea de descendientes de estos míticos coches) con un origen reivindicativo de la concepción de potencia y diseño.
Mercedes GT: Vuelta a lo clásico
Como sello de confirmación de este regreso a la línea clásica, nos encontramos con la capota de lona que vuelve a coronar este descapotable 2+2. Una ligereza y deportividad que se plasma desde su frontal afilado hasta la pureza de las líneas de su carrocería, al más puro estilo roadster, haciendo de este nuevo modelo una versión menos voluminosa que sus predecesores.
La vinculación con el AMG GT se puede apreciar desde las líneas de la carrocería, pero con un carácter más agresivo gracias a la mirada rasgada de los faros LED delanteros que se asemejan más a otros modelos de la marca. Como coronación del frontal, una exquisita parrilla panamericana con 14 barras verticales acompañada de un paragolpes acondicionado con generosas entradas de aire. Una cabecera elegante y deportiva para todo un superclase. En la trasera del coche, el estilismo se ha cuidado al detalle con un paragolpes con molduras cromadas, pilotos triangulares y dos salidas de escape cuadradas ubicadas a cada lado.
Entre los rasgos a destacar, la vuelta a los asientos traseros dentro de la línea deportiva eliminando el espacio de carga tradicional de la línea SL Pasamos a un nuevo modelo 2+2 con todas las de la ley. Esta “vuelta al pasado” permite el transporte de un mayor número de pasajeros, aunque con ciertas limitaciones dadas las dimensiones del habitáculo (las reducidas dimensiones hacen de este un espacio más pensado en niños que en adultos). Un incremento de pasajeros que como contrapartida ha llevado a una pérdida significativa de espacio de carga en el maletero hasta los 240 litros (213 si la capota esta plegada).
Exterior clásico, interior innovador
Como era de esperar, el interior de estos coches dispone de la máxima calidad que tanto ha caracterizado a los vehículos de la marca. El lujo y la deportividad siguen primando, pero a esta nueva generación se suma una revolución tecnológica formidable con un tablero de instrumentos totalmente digitalizado de inspiración aeronáutica.
El salpicadero, con diseño en cuero, aluminio e iluminación ambiental, copa todo el frontal del coche prolongándose hasta los lados del conductor y copiloto. Dentro del mismo, encontramos una consola central de pantalla táctil multimedia de 11,9 pulgadas similar a las empleadas en la línea Clase. Desde esta pantalla, el conductor dispone de un control completo del vehículo, manejando la última generación del MBUX, a lo que sumar de los contenidos específicos de AMG. Como broche, dispone de las famosas cuatro salidas de ventilación con forma de turbina coronando todo el salpicadero.
En cuanto a los asientos, la evolución deportiva es palpable en cada palmo con una ergonomía perfecta tan característica de la marca germana. Una conducción 100% deportiva, endulzada con unos cuidados acabados en toda la tapicería interior (personalizable con una paleta de 64 colores diferentes).
Un AMG de pleno derecho
La construcción en aluminio, junto a la arquitectura MSA, permiten a estos modelos disponer de una amplia oferta mecánica, con un repertorio de prestaciones que van desde soluciones convencionales hasta propulsores híbridos.
Las versiones SL 55 y SL 43 cuentan con el conocido motor V8 de 4.0 litros biturbo utilizado en el GT; con 476 CV para la versión SL55 y 585 CV para la SL63. Además, ambas versiones cuentan con una nueva transmisión automática AMG Speedshift MCT de 9 velocidades que contribuye de manera decisiva al desarrollo espontaneo de la potencia del coche teniendo optimizados al máximo los cambios de marcha para mejorar la eficiencia y confort.
El sistema de tracción integral completamente variable 4MATIC+ convierte la potencia en prestaciones alcanzando el 0 a 100 en 3,9 y 3,6 segundos respectivamente, y con velocidades máximas de 295 y 315 km/h respectivamente. El sistema de tracción 4MATIC+ es capaz de repartir el par de una forma variable entre ambos ejes gracias a su diferencial electrónico. Sus ejes, con capacidad para girar de manera independiente gracia al eje trasero direcciona, permiten un mejor agarre a altas velocidades y una mayor maniobrabilidad en entornos estrechos dotando al piloto de una conducción cómoda en cualquier tipo de terreno y a cualquier velocidad elevada.
La seguridad es plena (algo muy a valorar en coches de elevada potencia) gracias a su sistema de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG, con discos compuestos que ofrecen unas cotas de deceleración excelentes y una máxima resistencia en situaciones extremas con una respuesta rápida y sensible gracias a su distancia de frenado corta. Esto, unido al tren de rodaje AMG Active Ride Control, permite una respuesta mejorada al volante y a los cambios de carga gracias a una estabilización activa del balanceo.
Por último, nos encontramos con el modelo SL 43 (al que se sumará próximamente una esperada versión hibrida enchufable SL 73e). Bajo el capó de este modelo es donde se puede observar la mayor revolución mecánica. Un nuevo motor M139 de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros, con potencia de 381 CV a 6.750 rpm, así como un par motor máximo de 480 Nm entre las 3.250 y 5.000 rpm alcanzando el 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y con un pico máximo de velocidad de 275 km/h.
El motor de cuatro cilindros viene acompañado de un cambio automático AMG Speedshift MCT 9G de nueve velocidades que, a diferencia de las versiones SL con motor V8, transmite toda la fuerza directamente sobre el eje trasero en lugar de a un sistema de tracción total 4Matic+.
La gran sorpresa que se esconde en este coche es la pionera integración de un turbocompresor eléctrico derivado de la Fórmula 1 (primera vez que se incorpora en un vehículo de calle). Este hito supone un nuevo salto en la conducción deportiva particular, que, junto al alternador arrancador accionado por correa (RSG) y el sistema eléctrico de a bordo de 48 voltios, permite un incremento de potencia de 14 CV.
Hablamos de la versión rejuvenecida de uno de los mayores emblemas dentro del mundo de los descapotables. Un coche, a partir de 184.000 euros, para disfrutar de la carretera permitiendo al conductor realizar una conducción cómoda y adaptada, con independencia de la velocidad o circuito por el que desee circular.