Desde un local en León a poder recorrer toda España con sabores asiáticos. Así es la trayectoria del Grupo Sibuya, fundado en 2016, que se ha convertido en una de las referencias gastronómicas del momento gracias a sus cadenas Sibuya Urban Sushi Bar y Kamado Asian Food
Kima Fuentes y Rubén Fernández Labandera, cofundadores del Grupo Sibuya, repasan en Capital su vertiginoso crecimiento y las expectativas del grupo.
El Grupo Sibuya es una de las referencias gastronómicas más refrescantes en España de los últimos años, ¿cuál ha sido el camino para llegar hasta aquí?
Un camino excitante y vertiginoso. En prácticamente seis años, hemos pasado de tener nuestro primer restaurante en León, en la conocida Plaza de las Palomas, a crecer hasta alcanzar la cifra de 40 restaurantes operativos, sumando los de Sibuya Urban Sushi Bar y Kamado Asian Food, nuestras dos marcas. Hemos logrado un crecimiento sostenido y sostenible, peleando de frente contra una pandemia que nos lo ha puesto muy difícil a todos en el sector y asentados sobre unas bases sólidas: producto de calidad a un precio asequible, que permite disfrutar de gastronomía asiática para todos los públicos.
Comida japonesa y asiática de lujo asequible definís vuestro concepto gastronómico, ¿Qué se encuentra el cliente si entra en un restaurante Sibuya o Kamado?
Sibuya trae a España un nuevo concepto de sushi, valiente y original, basado en una carta con matices diferentes a los de un restaurante japonés tradicional, con unas recetas de sushi innovadoras que sorprenden y entusiasman al cliente. Los locales Sibuya son lugares perfectos para desconectar. Música y ambiente chill, atención al detalle y sushi delicioso que convierten cada comida o cada cena en una auténtica experiencia.
Por su parte, Kamado trae a España el sabor de seis países de Asia, poniendo a disposición del público los mejores y más sabrosos platos que se servirían en cualquier callejón asiático. Es el caso de los Curry, los Ramen, los Baos, o nuestro aclamado Pad Thai, así como las Costillas y el Pato horneados en el Kamado, el horno japonés conocido por su cocción lenta y a baja temperatura que consigue en todos los platos ese sabor tan explosivo y característico.
La pandemia nos ha cambiado como sociedad y el mundo de la restauración se ha visto particularmente afectado. Ahora que la dejamos atrás, ¿cuál es el aprendizaje con el que nos quedamos?
Renovarse o morir, dice el dicho popular. Ahora se llama ser flexible y tener capacidad de adaptación rápida ante cambios drásticos y entornos turbulentos. En Grupo Sibuya supimos adaptarnos rápidamente para surfear el tsunami del Covid-19, apostando por el delivery sin dudarlo desde el primer momento, poniendo incluso en operativa a nuestro servicio propio de gestión de pedidos y reparto. De esta manera, pudimos resistir el duro envite.
Una vez pasado el confinamiento y en pleno periodo de restricciones, hemos abierto un gran número de locales, a diferencia de otras marcas que plegaron velas. Las crisis hay que verlas como oportunidades y creemos que nosotros hemos salido reforzados.
Una de vuestras apuestas estratégicas ha sido Sibuya Amikasa, vuestra propia plataforma de delivery. ¿Cuál es el balance de esta apuesta?
Totalmente satisfactorio. Nos ha permitido resistir a los momentos más duros y nos ha posibilitado seguir estando muy cerca del cliente y en su “top of the mind”, prestando un servicio más cercano y de más valor, que hay que reconocer que se ha complementado extraordinariamente bien con el servicio de reparto de los agregadores por todos conocidos, que también nos han ayudado muchísimo.
Cuando uno entra en uno de vuestros restaurantes, la atmósfera te desplaza al continente asiático, con una cuidada decoración y ambientación. ¿Qué importancia tiene esto para la clientela?
Tanto en Sibuya como en Kamado, la experiencia de consumo es fundamental y es una de nuestras ventajas competitivas, que se consigue trabajando mucho la escena. En Kamado, la escena representa un entorno rabiosamente urbano con un toque callejero logrado, en la que no faltan ni las luces de neón ni el ruido de fondo tan característico de los callejones más importantes de Asia.
Los Sibuya son lugares especiales, diseñados con elementos naturales y cálidos, que ofrecen al cliente un espacio acogedor, lleno de detalles, y que convierten la degustación de sushi y otras especialidades de la carta en un momento perfecto para el relax y el disfrute.
Vuestro objetivo es abrir en cada ciudad española de más de 100.000 habitantes y contar con más de un centenar en 2025. ¿Cómo es el camino para hacer factible este crecimiento?
Es un objetivo ambicioso pero conseguible. Queremos ser líderes en nuestro segmento para esa fecha, y esto se consigue con mucho trabajo y tomando decisiones estratégicas enfocadas a dimensionar correctamente la compañía para soportar ese crecimiento, apostando por mantener un desarrollo sostenido y sostenible, posicionándonos en las principales ciudades de algunas regiones en las que tenemos poca presencia o en las que no estamos todavía, como, por ejemplo, en Cataluña, y debutando en el panorama internacional.
Desde el punto de vista operativo, nuestro objetivo se centra en mejorar la UX (Experiencia de Usuario), tanto a nivel de cliente como a nivel interno, cuidando también mucho a nuestro personal, acometiendo un proceso de transformación basada en la tecnología, las personas y los procesos, que es clave para reforzar los cimientos que sirven de base para todo ese crecimiento.
El modelo de franquicia es la apuesta de expansión y una oportunidad de emprendimiento, ¿cuáles son las ventajas para hacerlo en las marcas del Grupo Sibuya?
Sibuya Urban Sushi Bar y Kamado Asian Food son ya marcas reconocidas y consolidadas que van camino de convertirse en líderes nacionales en el nicho de la restauración asiática.
Ofrecemos franquicias rentables y con un retorno rápido en un escenario razonable, en el que es posible recuperar la inversión prácticamente a los tres años de su puesta en funcionamiento.
Grupo Sibuya proporciona al franquiciado un soporte constante garantizando experiencia y conocimiento del negocio, así como estructura suficiente para dar el servicio requerido y la innovación necesaria para que el nuevo restaurante se adapte a la evolución del mercado.
Hay que resaltar que nosotros apostamos con mucha fuerza por la apertura de locales propios, que son el mejor escaparate para demostrar que el modelo funciona y transmite confianza.
El sector hostelero en España atraviesa una situación complicada en algunos aspectos como la contratación de personal, ¿Cómo os afecta? ¿Cuáles son las soluciones que veis más viables?
A nosotros nos afecta con la misma contundencia que al resto del sector. Nadie tiene la varita mágica para solucionarlo, pero en nuestro caso apostamos fuertemente por el valor añadido, en términos de proporcionar una formación muy completa y moderna, y básicamente en cuidar mucho a nuestros empleados. Prueba de ello es la puesta en marcha de un departamento de experiencia de personal interno -Culture & People Experience-, cuya función será mimar a nuestra gente para fidelizarlos como empleados y que no se quieran marchar.
Y culminado el proyecto de expansión nacional, ¿Hay planes de nuevas marcas y conceptos de restauración o salir de las fronteras de España?
De momento nuestros planes pasan por crecer mucho en España hasta alcanzar el liderato en el segmento, a la par que vamos a emprender nuestra primera aventura internacional en el corto plazo tomando posiciones en Portugal. A partir de ahí veremos. Así lo hicimos cuando probamos con replicar Sibuya León. Fuimos ambiciosos pero prudentes. Receta que vamos a seguir cocinando desde nuestro cuartel general de León.