Reunidos en el XXI Congreso de Directivos CEDE, muchos de los directivos más relevantes del país han debatido y conversado sobre las incertidumbres que asolan su realidad empresarial en el presente
La crisis energética, la desigualdad y la revolución de la web 3.0 han sido los puntos clave entendidos por los directivos españoles tratados en el XXI Congreso de Directivos CEDE celebrado este pasado jueves 29 de septiembre en Barakaldo (Bizkaia). Un encuentro en el que se han abordado los retos que disponen en estos momentos los altos cargos empresariales del país y conversado al respecto. Porque, ¿cuáles son sus máximas para este curso?
Sumado en un discurso más apocalíptico, José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, ha alertado de la revolucionaria transformación de la sociedad en estos “tiempos extraordinarios”. Y es que, tal y como ha destacado, “estamos asistiendo a una ruptura de un paradigma hasta ahora universal que es la globalización”. Porque a su parecer “no es que sea una era de cambios, es que es un cambio de era”.
“Nunca hemos asistido a una acumulación de la tecnología como la que estamos asistiendo”, la cual “está cambiando todo. Y, si bien “no es extraordinario lo que nos está pasando, sí la velocidad a la que está ocurriendo”. Y esta acelerada transformación no está exenta de retos. Para Álvarez-Pallete hay dos esenciales: “La verdad y la privacidad”.
“Nos estamos acostumbrando a un aluvión de noticias falsas que no son casualidad”, ha analizado éste alegando que esto nos “trivializa” como sociedad, a la par que ha subrayado que el avance de la Inteligencia Artificial (IA) ha impulsado que sea “muy difícil separar la realidad de esta ficción” y con ello “cada vez estemos más descontentos” como población.
En este punto ha culpado a la “desigualdad” como el gran causante porque “nunca ha sido tan barato manipular la opinión pública” ni entrar en los hogares de las personas. “Antes no toleraríamos que los carteros leyesen las cartas cuando llegan a nuestras casas, pero ahora toleramos que lean hasta nuestros correos”, ha manifestado en referencia a los términos de publicidad aceptados por los usuarios digitales. Por eso ha entroncado a la “economía de los datos” como uno de los grandes objetivos a analizar en el corto plazo.
“Las grandes plataformas digitales son la tercera economía mundial”, ha recordado Álvarez-Pallete, que ha insistido en que este tipo de “revoluciones tecnológicas tienden a dejar a gente detrás” y si no se para esto “agudizará las desigualdades”.
En este punto ha entrado en juego una de sus grandes apuestas, Metaverso y la web 3, la cual ha alegado que “lo va a cambiar todo” y que es “una revolución sin precedentes” porque “vamos a descentralizar todo y la soberanía va a girar hacia el individuo”. “La tokenización simplemente significa que nuestro comportamiento va a ser susceptible de generar valor”, que “ahora vamos a poder retomar la soberanía de nuestros datos”, aunque para ello “tenemos que aprender a utilizarlos”.
Para Álvarez-Pallete el desarrollo de Metaverso y la web 3 “no es una ciencia ficción”: “Esto no es la frikada que pensamos. Dentro de un siglo habrá realidades virtuales que no se podrán diferenciar del mundo físico”. Y para poder construir este universo virtual será imprescindible “la fibra y el 5G”. El futuro, ha señalado, se encuentra en el “earth computing”. Y ha concluido: “Algo increíble va a ocurrir y está ocurriendo por nuestras redes. España está ampliamente capacitada para asumir esta realidad”.
Reputación y talento: los dos grandes objetivos de la banca
Una ruta hacia el futuro sobre la que también se ha referido el rey Felipe VI, que ha asistido como presidente de honor de la Fundación CEDE al XXI Congreso de Directivos CEDE, quien ha insistido en las “nuevas exigencias” que va a suponer este “nuevo mundo”. “Es una situación evidentemente muy compleja que incluso puede desencadenar la aparición de muchos otros desequilibrios o su desborde”, ha alegado éste en referencia al “contexto económico actual” caracterizado por “un aumento de la inflación y por unas tensiones geopolíticas, especialmente las derivadas de la invasión rusa en Ucrania, que están teniendo como principal consecuencia una fuerte incidencia en los precios de la energía y de los alimentos”.
Por eso, en este contexto “bastante difícil de anticipar”, el monarca ha llamado a la “responsabilidad de los directivos”, la cual ha subrayado que “no puede reducirse únicamente a la capacidad emprendedora, ni a la competitividad gerencial. Ahora también es imprescindible una orientación hacia la búsqueda de soluciones operativas ante tanta fragilidad, facturas sociales y ausencia de escenarios ciertos”.
En este punto ha accedido el talento y su transición digital como motor en los nuevos tiempos. “La gestión del talento se está haciendo cada vez más compleja”, ha afirmado el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, mediante un vídeo emitido para la ocasión en el que ha señalado que “debemos conseguir que aquellas personas con perfiles más tradicionales se vean acogidas en una cultura común”. Y ahí los bancos tienen mucho que decir.
“La banca tiene que ser el protagonista e impulsor de muchos de estos cambios” como los sucedidos en el ámbito político, geopolítico, económico y social. Para el economista vasco, actualmente existen grandes retos por delante, como lograr “entregar una rentabilidad por encima de nuestro coste de capital, cosa que no ha sucedido en los últimos años”. Por eso, ha subrayado: “Debemos redoblar los esfuerzos”.
Unas palabras compartidas por Gregorio Villalabeitia, presidente de Kutxabank, que ha criticado dirigirnos hacia “un mundo más inseguro, menos global y de nuevo polarizado en bloques geopolíticos”. Y este nuevo escenario supondrá la llegada de nuevos desafíos “para los directivos, sea cual sea el sector”. Entre ellos, “reputación, ciberseguridad, ESG, gestión del riesgo y la competencia por el talento”.
“La reputación es un tema crítico para el mundo de la banca, especialmente después de la crisis financiera”, ha manifestado éste, que ha insistido en que este concepto debería estar como “máxima prioridad ante los directivos”.
El sector energético, contra las acciones de Europa para garantizar el suministro
Uno de ellos, Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, quien ha valorado en el debate sobre la transición energética que “se habla demasiado de la energía y de las empresas que invertimos y generamos empelo y no se habla en los términos que sería esperado”. Por eso ha afirmado que “mejorar la reputación social de nuestras compañías es muy importante”.
Especialmente la de la española, tal y como ha solicitado Antonio Brufau, presidente de Repsol, que ha denunciado que “Europa no ha hecho nada en la seguridad del suministro” en vista de la tensión y problemas geopolíticos existentes, y por eso ha solicitado a Europa que reflexione al respecto. “No como crítica, sino para aprender para el futuro”, ha puntualizado. “No podemos hablar de una gran energética si no tenemos un mercado único de la energía y Europa no es un mercado único. No ha habido una cohesión y es muy difícil de garantizar eso”. Asimismo, el presidente de Repsol ha recordado se ha mostrado muy férreo a la hora de hablar de la garantía del suministro, ya que ha subrayado que “desde hace 30 años España paga una prima para garantizar la energía”, mientras que en Europa esto no sucede.
Y ha continuado: “Europa ha obviado un programa tan básico de primaria que es que no puede haber una fuente de suministro único que además es la energía”. Tal y como ha señalado Brufau, “el 80% de la matriz de energía primaria son combustibles fósiles. Y quiero dejar de financiar eso. Repsol en un propio juicio tiene que dejar de producir hidrocarburos”. Además, ha denunciado que “el factor costes también es inherente para reducir la emisión”, y, aunque “Europa sí ha reducido, no lo ha hecho lo suficiente”. De hecho, ha añadido: “Ha exportado emisiones en mayor cantidad que la que producirían empresas españolas”.
“Lo que no se puede es pasar de esta crisis, es bajar la expectativa de conseguir el objetivo de ser neutros en 2050 porque se lo debemos a las generaciones futuras y tenemos que aprender de lo que hemos hecho hoy”, ha señalado el presidente de Repsol, que ha insistido en “continuar con las renovables” porque “son el motor del crecimiento de este nuevo mundo”.
El liderazgo del nuevo horizonte
Sobre ese horizonte ha hablado Isidre Fainé, presidente de Fundación La Caixa y de Fundación CEDE, quien ha cerrado este XXI Congreso de Directivos CEDE en Barakaldo con un discurso en el que ha llamado al “optimismo” empresarial sin olvidarse de los problemas previamente citados por los ponentes.
“Las empresas no son el enemigo a combatir de la economía española, sino que forman parte de la solución. Las empresas podemos ayudar a la buena evolución de la economía del país. Para ello podemos valernos de diferentes palancas competitivas”, ha señalado éste, quien ha reconocido que “se avecina una etapa compleja, con una crisis de valores y perspectivas poco halagüeñas para la economía. Los directivos debemos reafirmarnos como impulsores del cambio y del progreso, sacando lo mejor de nosotros mismos”.
¿Cómo hacerlo? Para Fainé el buen líder el que mantiene “la fidelidad a los valores de la empresa”. Porque a su parecer "Se lidera desde el ejemplo. El estilo de liderazgo que mejores resultados proporciona es el que descansa en la libertad responsable de las personas: el jefe que da libertad a sus colaboradores”.
Por eso, y como conclusión, ha sentenciado: "Ganar el futuro está al alcance de nuestras empresas, solo tenemos que proponérnoslo y actuar con coraje, determinación y valentía".