Si nuestro coche no pasa la ITV como debe o, directamente, no la pasa, las consecuencias no solo van en detrimento de nuestra seguridad, sino que acarrean exponernos a una multa. En los últimos diez años, las multas se han incrementado un 65%, según datos de Infotransit que recoge la empresa Carly.
Entre las causas podemos encontrar un parque automovilístico envejecido, el encarecimiento del coste de la vida y, por supuesto, de la visita al taller. La consecuencia es que, según datos de la DGT, el 40% de los coches no pasan la ITV en la primera revisión.
La multa por incumplir la revisión de la ITV va desde un mínimo de 200 euros hasta los 500. A esto es a lo que se enfrentan el 30% de los coches que circulan por las carreteras españolas.
En concreto, los fallos más comunes para no pasar la ITV son:
- Problemas en el motor.
- Exceso de emisiones.
- Fallos en el alumbrado y señalización.
- Problemas en ejes.
- Fallos en los neumáticos.
- Errores en los frenos y en las pastillas
Los costes de estos arreglos van desde los 70 euros hasta los 500 euros.