Un informe realizado por EY, en colaboración con el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT), alerta sobre el potencial crecimiento de la demanda eléctrica en España. Según el estudio, la demanda podría aumentar entre un 64% y un 105% hacia 2035, alcanzando hasta 479,8 teravatios hora (TWh). Para 2030, este incremento podría ser de entre un 33% y un 54%, sumando entre 305,8 y 360,8 TWh, en línea con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Factores impulsores del aumento de la demanda
El crecimiento de la demanda eléctrica estará motivado principalmente por la descarbonización de la industria y las infraestructuras, el auge de los gases renovables y la digitalización. Se prevé un incremento de la potencia instalada de hasta 312 gigavatios (GW). Este crecimiento estará impulsado por la electrificación de procesos industriales con temperaturas inferiores a 400 grados centígrados, lo que podría suponer hasta 129 TWh en 2035, así como la transformación del segmento residencial, incentivada por la instalación de bombas de calor de alta eficiencia y la expansión del vehículo eléctrico.
Además, se anticipa el desarrollo de nuevos vectores de demanda como el hidrógeno verde, centros de datos, electrificación de puertos, plantas desaladoras e infraestructuras de recarga pública, que podrían contribuir con más de 170 TWh en diez años.
Inversiones necesarias para el futuro energético
El informe destaca que la inversión total estimada para la red de distribución en España hasta 2030 podría oscilar entre 4.586 y 6.313 millones de euros, según el escenario de crecimiento de la demanda. En el escenario más conservador, las necesidades de inversión por el crecimiento, la digitalización y la reposición de activos serían compatibles con el marco regulatorio recientemente delineado, que busca regular los planes de inversión en transporte y distribución eléctrica.
Marta Sánchez, socia de Energía de EY España, ha subrayado que el crecimiento en la demanda eléctrica «es clave para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el PNIEC»
Por su parte, Antonio Hernández García, socio de Sectores Regulados, Análisis Económico y Sostenibilidad en Consulting de EY, añadió que «el crecimiento de la demanda no solo refleja una evolución tecnológica, sino también una transformación profunda del tejido productivo». Este cambio estructural en la forma de generar, distribuir y consumir energía exigirá inversiones sostenidas y planeamiento territorial estratégico.
