Al atardecer, un abanico de aves multicolores sobrevuela las llanuras inundadas a baja altura. En los viajes a Botsuana, cada momento tiene su protagonista y los recordarás por siempre. Primero, pasan grupos de gacelas Thompson, luego dos o tres oryx con andares despistados, y al final, cerca de la línea del horizonte, un nutrido grupo de antílopes, ñus y cebras, que conviven con miles de hipopótamos y búfalos acuáticos, los habitantes naturales de zonas pantanosas. Así es el ritmo cotidiano en las planicies del Delta del Okavango.
Sin darnos cuenta, en unos minutos, la noche crea su ambiente. En la oscuridad se siente latir el corazón de esta África eterna. Y a veces la tierra parece temblar: son los elefantes que aquí merodean a sus anchas en grandes manadas. Son los reyes del delta del Okavango, un prodigioso ecosistema que mantiene la mayor concentración y variedad de animales salvajes del mundo. Y todo ello, en un lugar insólito, las planicies inundadas por el río en medio del desierto de Kalahari.
Ésta es una de esas maravillas de la naturaleza africana que han fascinado a los viajeros europeos desde que el famoso doctor Livingstone la descubriera en 1849. Este mágico ecosistema es conocido desde hace miles de años por los bosquimanos del Kalahari, que, armados con flechas y arcos, merodeaban por la zona en busca de caza y frutos. Estas bandas nómadas dejaron testimonios de su antigua cultura en las pinturas rupestres de Tsodilo, mucho antes de que llegaran otros pueblos como los bayei, los mbukushu, los tsuana, los herero... Y los últimos de todos, los hombres blancos.
La puerta de acceso al delta del Okavango es Maun, una población con aires de ciudad gracias al turismo, con ambiente fronterizo en medio del desierto. Desde allí se puede viajar hacia el interior del delta para descubrir el milagro del agua. La vegetación rápido se espesa y aparecen los árboles y algunas manadas de cebras y búfalos, y el espectáculo continúa hasta llegar al corazón del delta. En medio de la monótona aridez del Kalahari, estalla el milagro de la vida y el color de esta laberíntica extensión acuática bordeada por hierbas altas y habitada por miles de animales salvajes.
Este delta interior -el mayor del mundo- es uno de los ecosistemas más fascinantes del planeta. Su origen se debe a un río que equivocó su camino hacia el mar. El Okavango nace en las tierras altas angoleñas, donde se producen grandes precipitaciones que alimentan también a otros ríos como el Zambeze o el Kwando.
El Okavango se dirige hacia el Kalahari atravesando la franja de Caprivi, en Namibia, pero su camino hacia el océano Índico se frustra y, al entrar en Botsuana, se abre en abanico, inundando una zona de 16.000 kilómetros cuadrados. Sus aguas se desparraman en decenas de brazos por la planicie del desierto y acaban por desaparecer, tragadas por las arenas del Kalahari, después de alimentar multitud de pequeñas lagunas poco profundas.
Hay años de lluvias excepcionales en los que las aguas que logran sobrevivir llegan a formar la corriente de Boteti y entran en la desolada llanura de Makgadikgadi, el salar más grande del mundo. En ocasiones, el agua consigue fluir a través del canal de Selina y conectar el delta con los ríos y pantanos que hay en el norte del país y en el parque nacional de Chobe.
Desde Angola hasta el centro del desierto, el inmenso caudal de agua tarda más de cinco meses en hacer el trayecto, por lo que el nivel más alto se alcanza en plena estación seca. Para ver el delta en su máximo esplendor, lo mejor es llegar entre mayo y septiembre, cuando el flujo del río ya ha cubierto toda la zona y por sus laberintos de agua se adivina la presencia de las aves, los hipopótamos, los búfalos y los elefantes.
La vida en los campamentos del Okavango comienza siempre al amanecer, el mejor momento para contemplar la fauna. En avioneta -desde el cielo-, por tierra -en safari-, o por agua, -en mokoro, la embarcación de madera típica de la zona-, el delta es un espectáculo.
Laura Pugnaire, de Pangea Travel Store, recomienda:
Safaris Acuáticos en Mokoro por el Delta del Okavango
¿Alguna vez te habías imaginado haciendo un safari sobre agua? En Botsuana, esta experiencia única se hace realidad a bordo de unas barcas tradicionales de madera con las que te deslizas suavemente a través de los canales del Delta del Okavango.
Te puedo asegurar que es una de las experiencias más memorables que he tenido. No hay nada como esa sensación de paz, serenidad y conexión con la naturaleza y los animales salvajes a escasos metros de ti. ¿Qué mejor que escuchar hipopótamos, elefantes o jirafas mientras te desplazas silenciosamente por las aguas del Delta?
Sobrevuelo en Helicóptero para desplazarse entre alojamientos
De las serenas aguas del Okavango al cielo. En Botsuana, la aventura se vive desde cualquier perspectiva. Nunca olvidaré los colores y contrastes que se desplegaron ante nosotros desde el helicóptero. ¡Fue mágico!
Cada momento fue una obra maestra de la naturaleza. Lo único que te puedo recomendar es tener la cámara lista en todo momento, ya que la vida salvaje de Botsuana puede sorprenderte en cualquier instante.
Avistamiento de la Migración de Cebras en el Parque de Makgadikgadi
Cada año, cuando caen las primeras lluvias de noviembre, el Parque de Makgadikgadi en Botsuana se convierte en escenario de un espectáculo inolvidable: la segunda migración de mamíferos más grande de África: las cebras.
Tuve la inmensa fortuna de ser testigo de este fenómeno. Desde lo alto de una duna, contemplamos cómo una marea negra y blanca se extendía hasta el horizonte, una estampa que quedará grabada en mi mente por siempre.
Para aquellos que buscan disfrutar de esta maravilla natural con un toque de lujo y comodidad, recomiendo que te alojes en el Jack 's Camp. Este lodge ofrece mucho más que actividades guiadas. Aquí podrás despertarte rodeado de animales salvajes y es uno de los sitios donde disfruté del mejor atardecer que he visto en mi vida. Es uno de los favoritos de nuestros viajeros.
Botsuana se revela como un destino de aventura incomparable, donde cada rincón ofrece una conexión íntima con la naturaleza y la emoción de explorar lo desconocido. Nosotros estuvimos allí, vivimos cada experiencia y ahora estamos aquí para contártelo todo. ¿Quieres vivir esta experiencia? Diseñamos a medida tu viaje a Botsuana.