Ienai Space es una empresa española de movilidad espacial especializada en el desarrollo de sistemas de propulsión eléctrica para satélites pequeños. Fundada en 2019, la compañía se centra en crear soluciones avanzadas para la propulsión espacial. Charlamos con Sara Correyero Plaza, su cofundadora, a quien los ‘Women's Startup Awards’ le dieron aún más visibilidad. Con apenas 33 años, ya ha ganado reconocimiento en el sector aeroespacial.
¿Cómo surge Ienai Space?
La idea de fundar Ienai Space surgió cuando conocí a mis socios, en plena tesis doctoral en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Me acuerdo de que, estudiando tecnologías de propulsión espacial eléctrica, nos dimos cuenta de que había una oportunidad de negocio muy grande, porque no existían productos en el mercado que cumplieran con las expectativas de los clientes.
Decidimos que había que desarrollar una tecnología nueva desde cero que realmente fuese eficiente y se pudiera incorporar en todos los satélites que se estaban lanzando. Con esa idea en mente, hicimos una investigación inicial muy extensa y decidimos desarrollar lo que considerábamos que iba a ser la tecnología ganadora para los próximos años.
El momento en el que decidimos dar el paso fue después de presentarnos a un concurso en EE UU, en la Conferencia Internacional de Propulsión Eléctrica en Atlanta. Presentamos un proyecto sobre cómo hacer un GPS en la luna, desarrollamos el LPS (sistema de posicionamiento local) con propulsión eléctrica y ganamos el concurso.
También nos dimos cuenta de que trabajábamos muy bien juntos, teníamos muy buenas sinergias e ideas que habían sido validadas por la industria. Por eso, decidimos dar un paso hacia adelante y fundar Ienai Space para empezar a conseguir financiación y desarrollar esa tecnología que podía ser realmente disruptiva en el mercado.
"Esperamos la creación de toda una economía alrededor de la Luna, con muchos modelos de negocio"
¿Cuál es la misión principal de Ienai Space y cómo se diferencia de otras empresas del sector espacial?
Nos definimos como una empresa de movilidad espacial. Una vez que el lanzador deja el satélite en el espacio, en órbita, éste puede necesitar realizar cierto tipo de maniobras (como pueden ser maniobras anticolisión, situarse en órbitas diferentes o despegarse de la propia constelación…). Nosotros lo que hacemos es desarrollar productos que solucionen este problema que tienen los satélites de movilidad una vez que ya están en el espacio.
En cuanto a productos, hacemos tanto hardware como software. El hardware es el core (núcleo) de la compañía, un motor de propulsión eléctrica para casi todo tipo de satélite, muy eficiente y modular, que se llama Athena.
También desarrollamos aplicaciones de software que permiten optimizar el funcionamiento del propulsor, saber cuántos módulos necesitamos, cómo optimizar las maniobras, etc. El cliente se desentienda lo máximo posible del problema de la movilidad espacial, que requiere de un know-how muy específico.
Para diferenciarnos de otras compañías competidoras, tenemos dos factores. Uno es que la solución que estamos desarrollando, a nivel de tecnología, es nuestra porque la estamos desarrollando nosotros. Queremos que pueda incorporarse en todo tipo de satélites (de ahí el enfoque de que sea totalmente modulable y adaptable) y la tenemos patentada con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Somos una empresa que desarrolla la tecnología dentro, colaborando con centros de investigación, frente a otros modelos de negocio que directamente cogen una patente y la comercializan. No es nuestro caso. En cuanto al modelo de negocio, nosotros no vemos el problema de la propulsión espacial como un problema de propulsión puramente de hardware, sino que lo vemos más como un problema más holístico, en el sentido de que aquí hay que proporcionar tanto el motor como el GPS, por decirlo de alguna manera. Es decir, hay que estar con el cliente desde el primer momento que se empieza a diseñar la misión hasta el momento último en el que el satélite entra en la atmósfera y se desintegra. Tenemos que acompañarlos durante toda la vida del satélite a través de herramientas de software que permitan estar optimizando prácticamente a tiempo real las maniobras del propulsor.
"Mucha infraestructura espacial se desarrollará y fabricará directamente en el espacio"
¿Qué tendencias actuales en la industria espacial cree que tendrán el mayor impacto en el futuro cercano?
Para mí hay una que es clarísima: hacer del espacio un entorno sostenible. El espacio no deja de ser un recurso que la humanidad está utilizando para mejorar y dar muchísimos beneficios a la sociedad, como puede ser para llevar comunicaciones a cualquier sitio remoto del planeta, tomar fotografías de la Tierra y entender muy bien los efectos que está teniendo el cambio climático, etc.
El espacio se ha convertido en un medio, en un recurso que muchas empresas y muchos países están empleando para generar riqueza y para generar valor, pero hay que hacerlo de una forma sostenible. Y creo que esto ha ocurrido muchas veces en la historia de la humanidad: la tecnología siempre avanza demasiado rápido y no lo hace de una forma sostenible.
Esto es algo que está pasando ahora mismo en el sector espacial. Por ejemplo, se están lanzando satélites al espacio que no tienen propulsión a bordo y no tienen ninguna capacidad de realizar maniobras, hay una cantidad inmensa de basura espacial que ya está suponiendo un peligro para muchos de los satélites que están orbitando la Tierra... Muchas de las tendencias que vamos a ver ahora, tanto a nivel regulatorio como a nivel incluso de ideas de negocio, van a ir muy encaminadas a hacer esto de una forma sostenible.
"Hay que hacer del espacio un entorno sostenible"
A nivel de tendencias, aunque no es un futuro quizás tan cercano, esperamos que se empiece a generar riqueza relacionado con todo lo que tiene que ver con la economía lunar. La misión ‘Artemis I’ se lanzó el año pasado, se esperan el ‘Artemis II’ y el ‘Artemis III’ en los próximos dos años -el ser humano va a volver a la Luna-. Esperamos que se empiece a crear toda una economía alrededor de la Luna, disruptiva y con muchos modelos de negocio alrededor.
Ahora, la mayoría del hardware se hace en la Tierra y luego se envía al espacio, pero el sector empieza a desplazar su trabajo de nuestro planeta al exterior. A lo mejor, en vez de fabricar los paneles solares en la Tierra, lo haremos directamente en el espacio. Tendremos impresoras 3D en estaciones espaciales, ya se están creando muchas estaciones espaciales comerciales, estaciones espaciales privadas… Mucha de la infraestructura espacial se va a hacer directamente en el espacio y esto tiene una ventaja brutal.
¿Cómo ve la evolución de la economía espacial y qué aportará al crecimiento económico global?
El sector crece exponencialmente. Nos lo imaginamos ahora como ocurrió cuando empezaron los primeros ordenadores; nadie se imaginaba que, 50 años después, todo el mundo fuese a tener no sólo un ordenador en casa, sino cuatro o cinco. Con los satélites no sé si llegará a pasar eso, pero desde luego es un sector en el que es impredecible realmente hasta dónde se va a llegar.
Ese crecimiento no debe verse frenado por un problema de sostenibilidad, estamos explotando recursos de una forma que no se puede sostener y no se puede mantener. Una vez solucionemos eso, el sector va a dar muchísimos beneficios a toda la sociedad. En realidad, ya los está dando: utilizamos tecnología espacial todos los días, por lo menos entre cinco y 10 veces y esto va a ir creciendo. El espacio es un recurso enorme al que ahora mismo muchas empresas tenemos acceso, es mucho más barato acceder, y por eso estamos creando toda esa riqueza y todo ese valor.
¿Cómo gestiona el equilibrio entre la visión a largo plazo de la empresa y las operaciones diarias?
A mí me gusta mucho el rol que tengo dentro de la compañía, un director de operaciones (COO) es el que hace que las cosas pasen. Pasamos de tener la visión del CEO y del resto de fundadores y accionistas a hacerlo realidad. ¿Cómo vamos a hacer que todas estas cosas pasen? A mí me apasiona ese papel, es lo más bonito que te puede pasar como emprendedor. Ver cómo una idea, una semillita, de repente se hace realidad y la conviertes en algo real y tangible.
Luego en cuanto a la visión a largo plazo, a veces es un poco complicado de gestionar porque no te lo puedes ni imaginar. Con la idea que tenemos, queremos desbloquear tecnología, aplicaciones, modelos de negocio, oportunidades… Eso es precisamente lo que estamos haciendo con la tecnología que estamos desarrollando.
¿Cuáles son las habilidades más importantes que debe tener un líder en el sector tecnológico y espacial y cómo fomenta la innovación y la creatividad?
La habilidad más importante que debe tener un líder, en cualquier sector, es que sepa leer muy bien a su equipo y saque lo mejor de cada persona. Esto es igual para todo tipo de compañías, independientemente de a lo que se dediquen, y para cualquier equipo en general. Cada persona es diferente y esto es algo de lo que te das cuenta cuando emprendes y empiezas a gestionar equipos.
Para sacar lo mejor de una persona, tienes que tratar, cuidar y motivar de una determinada manera. Esto es una cualidad que cualquier líder debería de tener: una inteligencia emocional que le permita realmente identificar cómo vamos a sacar lo mejor de cada uno y cómo hacer que estas personas estén a gusto, motivadas y quieran seguir creando valor.
Respecto a la innovación, yo siempre digo que el sector espacial es un sector muy tradicional. Cuando lanzas algo al espacio, hay muchísimo dinero en juego y la ingeniería tiene que ser perfecta. Además, tienes que haber hecho todas las pruebas posibles en Tierra, y esto es algo que, en ocasiones, puede limitar mucho la innovación.
Es algo que ha ocurrido en el sector durante mucho tiempo y por eso algunos proyectos se han alargado 10-20 años, teniendo un desarrollo larguísimo. Ahora mismo, el sector espacial está viviendo un boom ya que, de repente, es más barato probar las cosas en el espacio, podemos construir satélites mucho más pequeños porque todas las tecnologías se han miniaturizado…
"Cada día utilizamos tecnología espacial por lo menos entre cinco y 10 veces, y esto va a ir creciendo"
También es el momento de asumir más riesgos. ¿Por qué? Porque asumiendo más riesgos vamos a llegar más rápido y vamos a avanzar más rápido. En este sentido, creo que esto es algo que nos ha demostrado la empresa SpaceX, que avanza muchísimo a base de probar y no tener miedo a hacer un ensayo, aunque acabe siendo destructivo.
En este sector es muy importante mantener el equilibrio entre la innovación, la creatividad y la prueba de cosas que no se han hecho nunca antes, pero a la vez ser riguroso con los procedimientos, con la ingeniería y hacer todos los ensayos posibles.
¿Qué estrategias utiliza para mantener a su equipo motivado y enfocado en los objetivos?
La principal estrategia, honestamente, es estar yo motivada. Cuando los líderes, los fundadores o los managers tienen una motivación extrema, gran parte de esa motivación se transmite al equipo de forma muy natural.
También es fundamental transmitir al equipo la visión de hacia dónde vamos y por qué estamos haciendo esto, que puedan preguntar y puedan sentirse cómodos formando parte de lo que se está haciendo.
¿Qué retos ha afrontado como mujer en un campo predominantemente masculino y cómo los has superado?
El sector espacial ha estado predominado por hombres y ha sido siempre un poco complicada la incorporación de la mujer. Pero muchas veces las barreras las pone una misma. Realmente, lo que hay que hacer es no pensarlo demasiado, dejar de pensar tanto en lo que va a pasar y actuar. Coger el teléfono, coger la maleta, ir hacia allá, abrir puertas…
Por ejemplo, para mí es un reto personal y profesional llegar a una mesa redonda con 18 personas y ver que soy la única mujer, aportar valor, dar mi opinión y que ésta sea bien recibida y valorada. Pero al final te das cuenta de que realmente es más una barrera nuestra, un miedo a dar ese paso y a sentirte parte de esa minoría.
En mi caso siempre me he sentido muy escuchada, muy valorada y no me han ninguneado, por decirlo de alguna manera, o me han tratado diferente por haber sido una mujer…,y creo que eso también es importante decirlo. Las cosas están cambiando, ya no es como antes, nosotras también tenemos que imponernos, ir para adelante y estar ahí.
¿Qué consejo daría a las mujeres jóvenes que aspiran a seguir una carrera en tecnología o ingeniería espacial?
Hay una cosa que está muy clara: la tecnología es lo que va a dominar el mundo y, de hecho, ya lo hace. No podemos estar separadas de la tecnología, no nos lo podemos permitir. Al final, en la humanidad somos 50% hombres y 50% mujeres, nosotras tenemos que formar parte del cambio y de las decisiones que se están tomando.
Esto, por ejemplo, se ve mucho en el tema de la inteligencia artificial (IA), las mujeres también tenemos que ser programadoras y formar parte de los algoritmos que se están programando… La tecnología no es un tema de unos frikis que estamos ahí en el ordenador en casa y no tiene ningún tipo de impacto en la sociedad. Es precisamente lo que más impacto tiene.
Tenemos que ser parte del cambio y estar ahí, porque, entre otras cosas, se puede ayudar muchísimo a las personas, incluso cambiar sus vidas. Es una carrera preciosa en la que se utiliza todo el conocimiento que tiene la humanidad en el ámbito tecnológico para generar valor, ayudar y hacer de este mundo un mundo mejor. Y, para mí, no hay una profesión que pueda ser más bonita que ayudar al resto de la humanidad.