El Banco de España señala en un artículo de su próximo boletín económico la "considerable debilidad" que ha mostrado la inversión empresarial en los años recientes, aún por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Esta "debilidad", según la institución, se debe no sólo a la aparición del Covid, también a problemas esporádicos en las cadenas globales de suministros, la crisis energética, el incremento de los costes de producción, la "alta incertidumbre" en cuanto a las condiciones económicas y el aumento de los tipos de interés en los últimos años.
El análisis se centra en los activos tangibles, como bienes de equipo y construcciones, que representan la mayor parte de la inversión total del sector empresarial. Los datos de la Central de Balances revelan que en 2020 hubo una caída "significativa" tanto en la proporción de empresas con flujos de inversión positivos como en la cantidad media invertida por aquellas que invirtieron. La inversión bruta de la mediana empresa no alcanzó para cubrir la depreciación del capital existente, resultando en una inversión neta negativa. Desde entonces, la recuperación de la inversión ha sido incompleta, y para 2022, aún no se habían alcanzado los niveles anteriores a la pandemia.
Según el Banco de España, en 2020, la inversión media de las empresas españolas disminuyó "de manera especialmente intensa" en sectores donde las ventas se vieron más afectadas por la crisis sanitaria, como la hostelería, el transporte y los servicios de ocio. No obstante, estas diferencias entre sectores comenzaron a desaparecer a partir de 2021, y para 2022, los sectores más impactados por la pandemia ya no presentaban las mayores brechas en comparación con 2019.
El informe indica que desde la llegada de la pandemia hasta 2022, las decisiones de inversión empresarial se volvieron "más sensibles" a su situación económica, especialmente a las ventas y los flujos de caja. Este vínculo se intensificó en el período 2020-2022 en comparación con 2014-2019, similar a lo observado durante la crisis financiera global. En contraste, la relación entre las decisiones de inversión y la situación financiera de las empresas, medida por su nivel de deuda y carga financiera, no cambió.
Influencia de las medidas de Política Económica
El Banco de España subraya que las diversas medidas de política económica implementadas durante la pandemia ayudaron a reducir el impacto de los condicionantes financieros sobre las decisiones de inversión empresarial. Entre estas medidas se destacan las del Banco Central Europeo (BCE) para mantener condiciones de financiación favorables y los programas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para facilitar el acceso a financiación externa.
Además, estima que las empresas que recibieron avales para cubrir sus necesidades de liquidez en 2020-2021 mostraron una mayor proporción de inversión que aquellas que no los recibieron, sugiriendo que estos avales contribuyeron a mantener las decisiones de inversión. La diferencia fue más significativa para los avales destinados a inversiones específicas, aunque este resultado puede estar influenciado por el sesgo de selección, ya que las empresas que solicitaron estos avales ya planeaban realizar dichos proyectos.
El organismo señala que la inversión de las empresas jóvenes fue especialmente débil durante el periodo analizado, reduciendo la brecha positiva en el esfuerzo inversor entre estas y las demás empresas. La pandemia afectó más a los patrones de inversión de las empresas jóvenes, que normalmente tienen una mayor necesidad de ampliar su capital productivo en sus primeros años. El vínculo entre la edad de la empresa y la decisión de invertir se estrechó desde la crisis sanitaria, manteniéndose la propensión a invertir más alta en las empresas jóvenes, aunque la brecha se redujo respecto a los años anteriores.