España enfrenta un desafío financiero significativo en las próximas décadas, estableciéndose como el país de la OCDE que destinará la mayor proporción de su PIB a las pensiones a partir de 2045. Según el informe ‘Panorama de las Pensiones 2025’ de esta organización, se prevé que el gasto en pensiones en España aumentará del 13,7% del PIB en 2025 hasta el 16,9% en 2060.
En 2045, España superará a Italia y Portugal en términos de esfuerzo presupuestario en pensiones, destinando un 16,9% del PIB, superando el 16,5% estimado para Italia y el 15,1% de Portugal. Este crecimiento no se detendrá ahí: el porcentaje destinado continuará subiendo y alcanzará un 17,3% en 2050. Aunque se prevé una ligera disminución a partir de entonces, permaneciendo alrededor del 16,9% en 2060, seguirá liderando entre los 32 países de la OCDE analizados.
A nivel global, a pesar de que se proyecta un modesto aumento del gasto en pensiones en otros países -del 9% en 2025 al 10,3% en 2060- España enfrentará un desafío mucho mayor. En dicho año, Bélgica, Austria e Italia seguirán a España en la lista de esfuerzos dedicados a pensiones, pero aún considerablemente por detrás.
El envejecimiento demográfico es uno de los factores críticos que impulsan estas proyecciones. En las próximas tres décadas, la población de 65 años o más en la OCDE se incrementará notablemente, pasando de 33 personas por cada 100 en edades laborales en 2025 a 52 en 2050. Este aumento es especialmente acusado en países como España, donde se prevé una pérdida de un 30% de la población en edad laboral para 2060.
La OCDE advierte que el envejecimiento de la población desencadenará una presión fiscal importante en los sistemas de pensiones, mientras que la deuda pública y el aumento del gasto complicarán aún más la situación. Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, ha destacado la necesidad de aumentar la edad de jubilación y fomentar más oportunidades laborales para los mayores, asegurando así un sistema de pensiones sostenible y un crecimiento económico robusto.
En su informe, la OCDE advierte de que, en España, la brecha entre el gasto en pensiones y las cotizaciones a la seguridad social se ampliará en las próximas décadas si no se implementan nuevas reformas
Finalmente, la reciente reforma en España, según el informe, flexibiliza las normas para la conciliación de la vida laboral y las pensiones, permitiendo a más personas beneficiarse de dichas conciliaciones, aunque todavía se requiere aplazar la percepción de la pensión al menos un año. Estos esfuerzos reflejan las primeras medidas ante el inminente desafío del envejecimiento poblacional y sus implicaciones financieras.


