Los viajes en tren en España han sido un monopolio estatal desde que estos comenzaron, pero la liberalización han empujado a la empresa pública a mejorar su competitividad. Renfe, sin embargo, sufre cuantiosos números rojos, lo que el ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, utiliza para atacar a la competencia.
Se da el caso de que su Ministerio es juez y parte. Por un lado, gestiona la infraestructura ferroviaria a través de Adif y, a la vez, el operador público, Renfe. Desde 2021, Renfe se ha visto obligada a reevaluar su estrategia, a causa de los precios más bajos que ofrecen los competidores, como son Ouigo e Iryo.
Hasta ese año, cualquiera que quisiera viajar en tren tenía que aceptar los precios de Renfe. No había más opciones, aparte de utilizar otra alternativa al tren, como el coche, el autobús o el avión. Sin embargo, el nicho que han encontrado los competidores se encuentra en el rango bajo de precios. De esa forma, frente al AVE, que se distingue por su velocidad y un servicio de calidad, sus competidores han recortado algo esos servicios y apuestan por precios más contenidos.
Renfe contratacó creando Avlo, una compañía que reduce los precios en comparación con el AVE, a cambio de reducir también las comodidades. En todo caso, por el momento no se ve con claridad que este mercado se desarrolle adecuadamente, puesto que desde operadores como Iryo y Ouigo han propuesto soluciones como reducir las tasas en su segmento e incluso imponerlas en otras alternativas, como puede ser el transporte por carretera.
A su vez, Óscar Puente critica a estas empresas por hacer dumping, reducir los precios para castigar a la empresa pública. A la vez, mientras que España ha liberalizado su transporte ferroviario, el ministro denuncia que Francia no lo ha hecho e impide la entrada de Renfe.
El ministro acusa a Ouigo e Iryo de perder "una cantidad de dinero tremenda" en España y "por tirar los precios", lo que ha arrastrado a Renfe también en "esos malos resultados", según explicó esta semana en una entrevista en Cadena Ser. De hecho, a la compañía francesa (Ouigo) le ha acusado de apostar "claramente por el dumping de precios".
La empresa francesa responde que "es la primera vez que nos reprochan tener precios bajos". El presidente de Ouigo España, Alain Krakovitch, y la directora general del operador, Hélène Valenzuela, respondieron de ese modo a las palabras del ministro esta misma semana.
"Hemos llevado los grandes beneficiados de la alta velocidad a un ciudadano español que antes no se podía permitir un producto elitista (en referencia al AVE de Renfe), pero sí hemos puesto a disposición un producto de élite, gracias a un modelo de producción sin sobrecostes y de economía de escala, basado en volumen, que funciona si la ocupación es del 90%, algo que ya cumplimos", argumenta Valenzuela.
De hecho, con esos precios bajos esperan alcanzar la rentabilidad entre 3 y 4 años, si bien en el tramo Madrid-Barcelona las ganancias llegarán en mayo, según las previsiones de la compañía.
En este punto es donde adquiere importancia la doble vertiente del Ministerio como juez y parte en este mercado. Como decimos, Ouigo pidió la reducción de los cánones de Adif. Ante las perspectivas positivas de ganancias, Puente respondió en su Twitter: "Está claro (...) que podéis pagarlo".
En teoría, esos cánones están fijados para los diez años posteriores a la liberalización del mercado, es decir, los cánones deberían seguir en vigor durante ocho años, mientras que Ouigo pide que se reduzcan cuando solo han pasado dos.
Puente, por su parte, insiste en pedir "competencia leal" a las compañías que han entrado. Este viernes se reconoce "beligerante con el tema de los precios con estos corredores". En ese sentido, admite que la entrada de los nuevos competidores ha ayudado a incrementar la oferta y a reducir los precios, pese a que ello "ha arrastardo a todos a una dinámica de pérdidas".
Las cifras secundan las palabras del ministro, puesto que el pasado fin de semana se espera la circulación de 4.370 trenes de alta velocidad, entre los de Renfe, Iryo y Ouigo.
La evolución del tráfico ferroviario previsto en la primera fase de la operación salida de Semana Santa responde a la tendencia de crecimiento que registra este modo de transporte, principalmente, el de alta velocidad, después de que en 2023 se dispararse un 36,5% con respecto al año anterior.
Entre enero y febrero de 2024, el tráfico ferroviario se elevó un 8,4% más respecto a los dos primeros meses del año 2023, y un 21,7% en el caso de la alta velocidad. Por corredores, el de Madrid-Andalucía creció a un ritmo del 34,3%, seguido de Madrid-Levante (28,9%), Madrid-Barcelona (10,1%) y Madrid-Valladolid León-Zamora-Galicia (6,4%).