Con un enfoque decidido en revitalizar la competitividad europea, Hungría ha delineado una ambiciosa agenda para su presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea, que comenzó el 1 de julio de 2024. En un contexto económico complejo, el país centroeuropeo pretende abordar varios desafíos económicos y regulatorios que afectan a la región, en línea con las necesidades y expectativas de los ciudadanos europeos.
El corazón de la estrategia húngara es la creación de un nuevo pacto de competitividad europea. Este pacto, según János Bóka, Ministro de Asuntos Europeos de Hungría, busca simplificar la legislación comunitaria y reducir las cargas administrativas que actualmente pesan sobre las empresas europeas. "Es fundamental que la legislación de la UE sea más accesible y menos burocrática para fomentar un entorno empresarial más dinámico y eficiente", afirmó Bóka en una entrevista reciente.
El enfoque en la competitividad también incluye la plena realización del mercado interno, especialmente en sectores clave como los servicios y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La administración húngara sostiene que una integración más profunda en estos sectores es esencial para fortalecer la economía europea en su conjunto.
Otra área crucial es la creación de una verdadera unión de mercados de capitales, diseñada para facilitar la inversión y promover el crecimiento económico en toda la UE. Este proyecto busca superar las fragmentaciones actuales del mercado financiero europeo, proporcionando un entorno más cohesivo y eficiente para los inversores.
Simultáneamente, la presidencia húngara pone un fuerte énfasis en la mejora de la conectividad de infraestructura y energía en el continente. La modernización y expansión de estas redes son vistas como pilares fundamentales para una economía europea más robusta y resiliente.
Hungría también pretende promover políticas industriales colaborativas que se alineen con los objetivos de transición ecológica de la UE. Esto incluye trabajar conjuntamente con la industria europea para desarrollar e implementar tecnologías verdes y sostenibles, reduciendo así la huella de carbono y avanzando hacia una economía más sostenible.
La seguridad y la defensa no han sido dejadas de lado. La presidencia húngara busca fortalecer la política de seguridad y defensa europea, un área que considera vital para la estabilidad y paz en la región. Además, se abordará la crisis migratoria mediante el refuerzo de las fronteras externas de la UE y la promoción de asociaciones internacionales.
Para apoyar estas ambiciosas metas, Hungría organizará aproximadamente 230 eventos durante su presidencia, incluyendo reuniones informales del consejo y cumbres importantes en Budapest. Entre estos eventos destacan una cumbre informal del Consejo Europeo y una cumbre UE-Balcanes Occidentales, diseñadas para facilitar el diálogo y la cooperación en temas críticos
