La OPA hostil de BBVA sobre Banco Sabadell centra la atención mediática de la prensa económica. Salvo un puñado de preguntas, todas las demás han acribillado a Carlos Cuerpo, ministro de Economía; y Carlos Torres, presidente de BBVA, acerca del asunto. El ministro tiene el papel de defender la estabilidad y el equilibrio, una de sus palabras favoritas durante su intervención en el Curso de APIE inaugurado este lunes en Santander.
El ministro ha aprovechado para repasar la trayectoria del sector bancario durante la última década, cuando los bancos han menguado en número y han crecido en tamaño. “Este proceso le ha hecho estar en una posición privilegiada”, dice Cuerpo, quien cree que esta evolución ha convertido a la banca en un “vector de solución a la salida de la crisis” tras el covid-19.
Sin embargo, la consolidación ha tenido otras consecuencias que se han dejado ver en los últimos dos años, con la subida de la inflación y, posteriormente, la de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. En opinión del ministro, la escasa competencia es la principal razón de que los tipos de interés no se hayan reflejado en los intereses que se pagan por los depósitos de los clientes, además de la cantidad de recursos con las que cuentan los bancos.
“Esto nos preocupó y vimos un desvío de demanda de depósitos hacia las letras del tesoro”. En resumen, Cuerpo incide en que la “elevada concentración podría resultar excesiva y ser un elemento perjudicial para los propios clientes”. Concretamente, habla en términos de “preocupación” acerca del modo en el que se ha llevado a cabo la OPA, sin contar con el respaldo de Banco Sabadell, aunque elude prestar más calificativos con respecto a la actuación de Torres, con quien muestra buena sintonía.
Torres niega la mayor y habla de que “no solo hay que mirar la concentración”, puesto que, según datos del Banco de España, el hecho de que los intereses por los depósitos no hayan aumentado se relaciona con un exceso de liquidez y hay una “correlación nula” con el nivel de concentración. En ese sentido, el presidente de BBVA cree que, si las entidades son más grandes, también son más eficientes y eso repercute en “mejores servicios a los clientes”.
En su opinión, hay que tener en cuenta que la relación digital de los clientes con los bancos eleva los costes de impulsar esa digitalización, lo que se ha convertido en costes fijos que las entidades tienen que afrontar. Por otro lado, defiende que no habrá un gran impacto en el empleo, puesto que tanto BBVA como Banco Sabadell han llevado a cabo diferentes recortes en años anteriores. Asimismo, Torres señala que “el grueso de ahorro de costes no es el personal, sino en los gastos tecnológicos y generales”.
En este contexto, las declaraciones de ambos dirigentes han estado marcadas por la cordialidad y el respeto institucional. “Esperaremos al resultado de ese análisis”, ha declarado Carlos Cuerpo, que dice de BBVA que está en su derecho de plantear las operaciones que crea convenientes. No obstante, Torres coincide en que la fusión se dará cuando se vayan dando los siguientes pasos, primeramente el voto a favor de la junta de BBVA para aprobar la ampliación de capital necesaria para llevar a cabo la OPA.
Mejora de las previsiones e impuesto
Más allá del tema estrella, Cuerpo ha confirmado, en línea con lo dicho por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que su Ministerio va a mejorar las previsiones de crecimiento para este año. De esa forma, se situarán más cerca del 2,5% que del 2%. El ministro ha destacado esa revisión, puesto que será la base sobre la que se diseñen los Presupuestos Generales del Estado.
Con respecto al impuesto a la banca, el ministro cree que el encaje en los PGE es diferente, en tanto que no se trata de una figura impositiva temporal, sino que se convertirá en un impuesto permanente. Torres, por su parte, mantiene que más impuestos significan un freno para canalizar la inversión, que es el papel fundamental de la banca. Sin embargo, comprende y está de acuerdo en que España debe seguir adelante en la consolidación fiscal.