Carlos Torres, presidente de BBVA, ha aprovechado la rueda de prensa para presentar la OPA sobre Banco Sabadell y defender que el proyecto tiene sentido, desde el punto de vista de su entidad. No obstante, Torres ha dejado caer que los acontecimientos se han precipitado y que, según ha explicado, la OPA hostil no era el camino por el que esperaba discurrir.
La secuencia temporal ha sido la siguiente: Torres contactó con Josep Oliu, su homólogo en Banco Sabadell, a mediados de abril para presentar una oferta. Posteriormente, según ha relatado Torres, se emplazaron a presentar una oferta formal el día 30 de abril, cuando dicha oferta iba a ser explicada y pormenorizada al consejo de Banco Sabadell en un encuentro.
Ahí es donde entra la distopía, ya que dicho encuentro no se produjo a causa de que apareció en prensa la noticia de la oferta de BBVA. "Trasladamos la propuesta con toda la intención de negociar una fusión y llevarla a buen término y la hoja de ruta no es la que ha ocurrido", señala Torres, quien deja entrever que esa primera oferta no era definitiva y que solo era un punto de partida, pese a que también avisó a Oliu de que BBVA no tenía más margen para elevarla.
A continuación, Torres se ha quejado de que la filtración altera los planes. "No contemplábamos que hubiera una filtración a medios como la que hubo, que supuso que esa oferta que estábamos negociando en privado se hiciera pública", recuerda Torres.
Respondiendo a preguntas posteriores sobre el asunto, el presidente de BBVA insiste en que las noticias en prensa "precipitaron los acontecimientos con los hechos relevantes que ya conocéis". Así, subraya que esos hechos impidieron "la posibilidad de tener conversaciones", más allá de la oferta inicial que, una vez se hizo pública, fue rechazada por el Consejo de Banco Sabadell.
La reflexión de Carlos Torres sobre esas negociaciones que se acabaron dinamitando es que "igual hubiera habido el mismo rechazo, es inútil especular sobre ello porque no ha ocurrido".
"Me preocupa poco que mi futuro dependa de que esto tenga éxito".
De algún modo, Torres justifica la presentación de la OPA a los accionistas con el hecho de que las conversaciones no pudieran producirse. En ese sentido, Torres reitera que el consejo del BBVA respaldaba la operación que, no obstante, se prefería llevar a cabo de forma amistosa y con el visto bueno del Banco Sabadell.
Sin embargo, el rechazo generalizado de diversas instancias políticas y las dudas del gobernador del Banco de España sobre la competencia han hecho saltar las alarmas. Sin ir más lejos, los periodistas han cuestionado si Carlos Torres y su futuro están ligados al éxito de la operación.
"El camino fácil hubiera sido abandonar este proyecto, pero no es por lo que nos pagan", ha reflexionado Torres, quien cree que tanto él como su consejo tienen "el deber de defender a nuestros accionistas".
"Me preocupa poco que mi futuro dependa de que esto tenga éxito", ha comentado Torres, quien añade que su función es "defender los intereses de los accionistas". En esa línea, defiende que, "si se ha generado un daño reputacional, bienvenido sea". De esa forma, el presidente de BBVA asegura que en su banco están "preparados para asumir ese riesgo porque procede de intentar una operación que tiene mucho sentido".
Sin embargo, también existen dudas sobre la materialización de esta fusión, dado que el Gobierno también tiene que dar su visto bueno y por ahora parece en contra. Carlos Torres espera que "el Gobierno y el resto de autoridades acabarán apreciando la operación por el valor que tiene".
Antes del Gobierno, a través del Ministerio de Economía, tienen que pronunciarse varios actores, como son el Banco Central Europeo, la CNMV, la CNMC y, sin ir más lejos, los propios accionistas de Sabadell, que tienen que aceptar la oferta en un porcentaje superior al 50%.
Con todo, Torres confía en que no habrá problemas por la concentración actual del sector, en tanto que la de CaixaBank, la última gran fusión bancaria, recibió la aprobación del Gobierno, y eso que la suma de CaixaBank y Bankia hizo nacer a la mayor entidad en activos en España. La suma de BBVA y Sabadell supondría la creación de la segunda mayor entidad.
En ese sentido, el presidente de BBVA admite que ya se han producido conversaciones con diversas instancias, tanto del Gobierno, de Competencia y del propio Banco Central Europeo.
