El fraude y los hurtos son dos males que azotan desde hace años al retail. Son dos actos que no solo merman los ingresos de las empresas, sino que suponen un gasto extra, dado que dejan de contar con ciertas mercaderías, en el caso de los hurtos, y en el caso del fraude, directamente afectan a la cuenta de resultados.
El Adyen Index: Retail Report 2024, realizado en colaboración con el Centre for Economic Business and Research (Cebr), pone de relieve que el sector minorista perdió a nivel global 429 mil millones de dólares por culpa del fraude. De media, las empresas españolas perdieron 1,3 millones de euros por ataques fraudulentos. En total, más de 3 de cada 10 empresas españolas (35%) fueron víctimas de actividades fraudulentas, ciberataques o filtraciones de datos en los últimos 12 meses, lo que ha aumentado un 30% si se compara con las cifras de 2022.
Este nuevo estudio revela que las empresas que preveían aumentar sus ingresos en un 100% o más en 2024, también sufrieron pérdidas por ataques fraudulentos en los últimos 12 meses (4.870 millones de euros). Desde Adyen, advierten que el rápido crecimiento debe afrontarse con las tecnologías adecuadas para proteger el negocio y a los clientes.
Esta actividad fraudulenta también está afectando a la economía de los compradores, ya que más de un tercio (35%) de los consumidores a nivel global fueron víctimas de fraude en los pagos durante el pasado año, frente al 23% que lo fueron en 2022. El fraude en los pagos se define como el robo del número de las tarjetas de crédito/débito, de los datos de una cuenta corriente y el uso de esa información para realizar una compra no autorizada a manos de un estafador. Una media de 670 euros fue la cantidad que perdieron aquellos españoles víctimas de fraude en sus pagos durante 2023, un aumento del 234% desde la última encuesta.
Sin embargo, a pesar del aumento significativo de la actividad fraudulenta, sólo dos tercios de las empresas en nuestro país (65%) afirmaron que disponen de sistemas eficaces de prevención del fraude - un aumento de sólo 5% desde el año pasado.
Impacto del fraude en el comportamiento de los consumidores
El riesgo de fraude ha influido en el comportamiento de los consumidores a la hora de comprar, tanto en tiendas como en Internet. De hecho, un 21% de los consumidores españoles se siente más inseguro a la hora de comprar hoy en día que hace 10 años debido al aumento del riesgo de fraude en los pagos. Como resultado, el 28% de los consumidores eligen activamente comprar en tiendas con mayores medidas de seguridad, y cuando compran por Internet, al 21% de los consumidores españoles les gusta que los comercios les pida que verifiquen su identidad de al menos dos formas diferentes antes de realizar una compra, a pesar de las molestias que esto puede causarles.
Respuesta de las empresas
Las empresas están estudiando activamente cómo responder a la creciente amenaza de fraude para protegerse a sí mismas y a sus clientes. El 41% se ha planteado cambiar de proveedor de servicios de pago por otro que ofrezca mejores mecanismos de defensa contra el fraude.
Además, en España, uno de cada dos encuestados (50%) ha empezado a plantearse cómo su empresa puede cumplir la Directiva sobre Servicios de Pago 3 (PSD3), una directiva de la Unión Europea que establece normas más estrictas para proteger los derechos de los consumidores y la información personal en el sector financiero.
"El fraude es un desafío omnipresente para los minoristas, y los hallazgos de hoy demuestran cómo puede afectar significativamente a los beneficios", afirma Roelant Prins, CCO, Adyen. "Los delincuentes están desplegando métodos más sofisticados cuando atacan a las empresas, incluyendo la aplicación de IA, y por lo tanto es fundamental invertir en mecanismos de defensa adecuados para proteger a la empresa y a los clientes", incide Prins.
"No existe una solución única para la defensa contra el fraude, ya que será necesario adaptar una estrategia en función del modelo de negocio y las plataformas utilizadas para realizar las ventas. Con tecnología como las herramientas de aprendizaje automático, los minoristas deberían ser capaces de reconocer a clientes únicos y detectar la actividad fraudulenta a través de sus canales de venta".
"El aprendizaje automático puede ayudar a analizar conjuntos de datos globales y, por tanto, a mantenerse al tanto de nuevas actividades fraudulentas, garantizando la protección del negocio en tiempo real. Utilizamos tecnología avanzada combinada con reglas personalizables para proteger a los minoristas y a sus clientes, bloqueando el fraude, evitando disputas y adelantándonos a las últimas tendencias”.