La información económica y empresarial española se sobresaltó a principios de esta semana con la noticia de que BBVA estaría considerando comprar el Banco Sabadell. Eso elevaría el peso de la entidad en España y en el mundo, teniendo en cuenta que ambas empresas operan fuera de nuestras fronteras.
Sin embargo, dentro de las fronteras españolas dejaría un panorama con una elevada concentración si lo comparamos con el de hace quince años, justo antes del estallido de la crisis de 2008 y la sucesiva ola de fusiones forzosas que vivió el sector. De esta forma, si la operación fructifica, quedarían apenas un puñado de bancos con presencia en todo el país, mientras que podríamos contar con los dedos de la mano el resto de entidades que pueden plantar cara a las cuatro entidades más grandes, a saber: CaixaBank, Santander, BBVA-Sabadell y Bankinter.
En ese sentido, hay varios datos a tener en cuenta a la hora de analizar la suma de BBVA y el Banco Sabadell:
El mayor banco en España
El banco resultante de la fusión de BBVA y Banco Sabadell superaría a CaixaBank como el mayor banco de España, sin tener en cuenta los negocios en el exterior, de acuerdo con los datos de balance de las entidades financieras.
Con datos a cierre de marzo, el banco fusionado tendría un total de activos en España de 688.363 millones de euros, por lo que se situaría por delante de CaixaBank, que cerró el trimestre con 613.457 millones de euros. A más distancia se situaría Santander, con 468.807 millones en activos en España.
No obstante, en el resto de métricas y variables, CaixaBank seguiría aguantando por poco la primera posición. Por ejemplo si en lugar de mirar los activos totales se observan los préstamos a la clientela, CaixaBank cerró marzo con 344.697 millones de euros, mientras que los balances de BBVA y Sabadell suman unos préstamos a la clientela de 327.353 millones de euros.
En depósitos, CaixaBank seguiría siendo el 'guardián del ahorro' de los españoles, con 402.544 millones de euros, frente a los 395.902 millones de BBVA-Sabadell. Santander seguiría por debajo en estas dos métricas, con 245.231 millones en préstamos a clientes y 319.431 millones en depósitos.
Al finalizar el primer trimestre del año, CaixaBank contaba con 4.161 oficinas, mientras que el eventual banco fusionado registraba 3.084 establecimientos: 1.881 de BBVA y 1.203 de Banco Sabadell. En número de empleados, CaixaBank finalizó el pasado mes con una plantilla de 45.005 trabajadores, mientras que los empleados en España de BBVA y Sabadell alcanzaron las 41.634 personas.
Un gigante a nivel europeo
El mercado también vería emerger un nuevo gigante europeo, ya que la capitalización conjunta este martes de ambas entidades sería de unos 73.200 millones de euros. Esto convertiría a BBVA-Sabadell en el tercer banco más grande de la zona euro, por detrás de BNP Paribas (77.600 millones) y Banco Santander (74.300 millones).
En la misiva, BBVA subraya que la combinación de ambas entidades daría lugar "al proyecto industrial más atractivo de la banca europea. En este sentido, destaca los beneficios de la fusión para ambas entidades, sus accionistas, empleados, clientes y las sociedades en las que operan".
BBVA asegura que la nueva entidad "se convertiría en una de las mayores y más sólidas entidades financieras en Europa, con activos totales por encima del billón de euros y más de 100 millones de clientes a nivel mundial, con la ambición de ser el mayor banco por capitalización bursátil de la zona euro".
La entidad que preside Carlos Torres dice que "la mayor escala permitiría afrontar en mejores condiciones los retos estructurales del sector y llegar a un mayor número de clientes, abordando de forma eficiente las inversiones en transformación digital. La entidad combinada sería más sólida y eficiente, y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos".
Por otra parte, BBVA destaca el encaje estratégico y complementariedad de ambas compañías, siendo Banco Sabadell el referente en España en el segmento de empresas y, al igual que BBVA, una entidad líder en digitalización y sostenibilidad. Además, la presencia de Banco Sabadell en Reino Unido se sumaría a la escala global de BBVA y su liderazgo en México, Turquía y América del Sur.
La fusión quedaría sujeta a la obtención de las correspondientes autorizaciones o declaraciones de no oposición pertinentes de los supervisores competentes (en particular, la autorización de la persona titular del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa) y de las autoridades de defensa de la competencia con jurisdicción (en particular, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Tres consejeros del Banco Sabadell
La oferta concreta que se propondría la incorporación como consejeros no ejecutivos al Consejo de Administración de BBVA de tres miembros del actual Consejo de Administración de Banco Sabadell, elegidos de común acuerdo entre ambas partes.
Uno de estos consejeros sería propuesto como uno de los vicepresidentes del Consejo de Administración de BBVA.
Canje de acciones
BBVA revela que la forma de pago en la que se efectuaría esta fusión sería mediante una "ecuación de canje de 1 acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell".
Esta ecuación de canje supone una prima del 30% sobre el precio de cierre de Sabadell y BBVA el pasado lunes 29 de abril, el día antes de conocerse esta potencial operación. La entidad indica, además, que implica una prima del 42% respecto a las cotizaciones medias ponderadas del último mes, y del 50% atendiendo a los tres últimos meses.
En la misiva se detalla que BBVA atendería el canje de las acciones de Banco Sabadell mediante emisión de nuevas acciones ordinarias cuya suscripción estará reservada a los titulares de acciones de Banco Sabadell y sobre las que se solicitaría su admisión a cotización en el Mercado Continuo español y en los restantes mercados en los que cotizan sus acciones.
Sede en Cataluña y marca BBVA
La entidad resultante de la fusión tendría una de sus sedes operativas del Grupo en Cataluña, que se establecería en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat.
La denominación social y marca serían las de BBVA, "aunque se podría mantener la utilización de la marca Banco Sabadell, de manera conjunta con la marca BBVA, en aquellas regiones o negocios en las que pueda tener un interés comercial relevante", según se detalla en la carta.
Ajuste de empleo
En cuanto a posibles ajustes de plantilla, la entidad indica que "en la integración de las plantillas se respetarían en todo caso los principios de competencia profesional y mérito, sin la adopción de medidas traumáticas o que afecten singularmente a los empleados con origen en una de las dos entidades".
En este sentido, señala que se constituirá un comité de integración con representantes de ambas organizaciones "con el fin de diseñar, con pleno respeto de la normativa de Derecho de la competencia, el mejor proceso de integración, buscando potenciar al máximo el talento existente en ambas entidades".
"El equipo directivo de la entidad resultante se conformaría con ejecutivos procedentes de ambos bancos, atendiendo a principios de competencia profesional y mérito, procurando guardar la proporcionalidad en función del peso relativo de los negocios", subraya.
La potencial fusión entre BBVA y Banco Sabadell afectaría a 4.000 empleados, según los cálculos realizados por el profesor de EAE Business School Ricardo Zion, ante las posibles duplicidades que genere la operación.
Este martes BBVA ha anunciado su intención de estudiar una operación de fusión con Sabadell, reactivando así una operación que ya se intentó en 2020 y que no prosperó entonces por discrepancias en la ecuación de canje. Zion cree que, en esta ocasión, "va en serio", puesto que ambas entidades "han expresado su interés" y BBVA ya ha nombrado a sus asesores.
Ha resaltado que este tipo de operaciones suelen realizarse para lograr sinergias y reducir costes, algo que, finalmente, acaba provocando la salida de empleados. Así, en la fusión de CaixaBank y Bankia provocó la salida de unos 6.000 empleados, mientras que esta nueva operación podría provocar la salida de unos 4.000 empleados.
Además, Zion, que considera que una fusión entre BBVA y Sabadell no sería una operación "entre iguales", sino más bien una en la que "el pez grande se come al pequeño", cree que la fusión impactaría en el número de oficinas y en servicios centrales y generaría duplicidades en recursos humanos, finanzas, tesorería, etc.