El humor, esa herramienta tan intangible como inteligente y poderosa, ha demostrado ser un vehículo eficaz no sólo para entretener, sino también para vender. Desde los escenarios de los monologuistas hasta las estrategias publicitarias de las grandes marcas, el humor se ha convertido en un elemento central para captar la atención y generar una conexión emocional con el público.
De la fabada al estreaming
Más allá del entretenimiento, el humor se ha establecido como una estrategia clave en el marketing digital. Marcas de diversos sectores han reconocido el valor de incorporar el humor en sus campañas publicitarias para generar una conexión emocional con su público. Esta táctica no sólo busca captar la atención de manera instantánea, sino también crear un recuerdo perdurable en la mente del consumidor.
Algunas marcas han hecho del humor su sello hasta el punto de hablar sobre él de manera muy seria, pero siempre con un calado emotivo y empática. El caso más significativo es el de Campofrio, que cada Navidad junta a las figuras más relevantes del panorama nacional para dar voz a los problemas más actuales del país sin perder la sonrisa.
Por otro lado, la multinacional sueca es conocida por sus ingeniosas campañas publicitarias que, a menudo, juegan con los desafíos cotidianos de montar sus muebles. A través del humor, IKEA consigue humanizar su marca, generando empatía y fortaleciendo su relación con los clientes.
Netflix, el gigante del streaming, ha revolucionado no sólo la forma en que consumimos contenido audiovisual, sino también el marketing digital. Con una estrategia de marketing audaz y centrada en el usuario, Netflix ha logrado mantener su posición dominante en el mercado, generando un vínculo sólido con su audiencia a través de campañas publicitarias innovadoras y disruptivas. La clave de su éxito radica en la comprensión profunda de su audiencia y en la creatividad sin límites a la hora de interactuar con ella.
De las cintas de Eugenio a TikTok
Eugenio, el legendario cómico catalán, conocido por su característico humor seco y su inconfundible entrega con traje negro y cigarrillo en mano, dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento español. Hasta el punto de que su biopic está siendo todo un éxito en todos los premios. Su capacidad para generar risas con la mínima expresión y su ingenioso uso del lenguaje, demostraron el poder del humor para conectar con las personas.
En la era digital actual, las redes sociales han transformado el escenario para los monologuistas y comediantes. Las plataformas ofrecen una ventana sin precedentes a la exposición global, permitiendo que el humor trascienda fronteras y llegue a audiencias de manera masificada con solo un clic. Esta democratización de la visibilidad ha dado lugar a una nueva generación de comediantes que, inspirados por figuras como Eugenio, utilizan el humor para entablar diálogos directos. Cómicos como: Pablo Meixe, Casares Álvaro o Martita de Graná han utilizado de manera muy inteligente la visibilidad de las redes sociales, al más puro estilo ‘El Club de la Comedia’, para poder hacer del humor su medio de vida con sus espectáculos. El filón de las redes ha sido tal que figuras como Buenafuente dejó de hacer su popular ‘late motiv’ para irse a otros formatos como el podcast o series de televisión junto a su incondicional Berto Romero.
De ’Amanece que no es poco’ a ‘Ocho apellidos marroquis’
El séptimo arte también ha sabido hacerse eco del humor para trasladar a la gran pantalla las preocupaciones del español medio. Ya sea desde el humor absurdo, como fue la obra maestra de ‘amanece que no es poco’ a títulos más actuales y de risa fácil como ‘Ocho apellidos marroquíes’ lo que está claro es que: “La gente lo que quiere es reírse, y las comedias españolas saben cómo conseguirlo”, asegura Scheherezade Blanco Otero y Javier Álvarez Meléndez, dueños del cine de Villablino, León. Ya sea para no pensar en los problemas, para buscar un plan en familia con el que tener entretenido a los niños o porque se relacione el cine con una experiencia que deja buenas sensaciones, el humor es un recurso muy bien aprovechado en el cine español.
El humor, lejos de ser sólo un elemento de entretenimiento, se ha revelado como una herramienta estratégica poderosa tanto para individuos como para marcas. En el legado de Eugenio encontramos la esencia de un humor que trasciende generaciones, mientras que, en la actualidad, las redes sociales y las campañas publicitarias nos demuestran día a día que, efectivamente, el humor vende. Al final, lo que permanece es la conexión emocional que se crea entre el emisor y su audiencia, un lazo que el humor sabe atar con maestría.
