Bruselas lo ha planteado en varias ocasiones: los fabricantes de coches de China amenazan a los europeos, que tanta riqueza y puestos de trabajo han creado en las últimas décadas. Y lo que preocupa a la Unión Europea no es que China venda en Europa, sino que lo hace con el impulso del Estado chino, lo que se traduce en que las instituciones comunitarias se quejen de competencia desleal.
Eso permite a los fabricantes chinos producir y vender a precios que son inalcanzables para sus homólogos europeos que, no obstante, han optado por lanzarse al mercado premium y han dejado a su suerte lo que podríamos denominar el rango medio y bajo. El devenir de estas estrategias deja un panorama bien explícito para el mercado automovilístico del Viejo Continente.
Uno de cada cuatro (25%) vehículos eléctricos vendidos en Europa en 2024 se fabricará en China, según un nuevo análisis de Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) publicado este miércoles.
La organización explica que casi una quinta parte (19,5%) de los vehículos eléctricos vendidos en Europa el año pasado provenían del país asiático y esta cifra va camino de alcanzar el 25% este año.
Este pronóstico se produce cuando la Unión Europea está considerando aplicar aranceles de importación para contrarrestar los subsidios a la industria de vehículos eléctricos de China.
Según T&E, aumentar la producción de automóviles eléctricos para el mercado global e invertir en la cadena de suministro de baterías europea es la única forma para que los fabricantes de automóviles de la UE compitan con las marcas chinas, pero los aranceles también ayudarían a localizar la fabricación de vehículos eléctricos.
Si bien las importaciones chinas a Europa en su mayoría han sido de vehículos Tesla, Dacia y BMW producidos en el continente, T&E proyecta que las marcas chinas podrían alcanzar el 11% del mercado europeo de vehículos eléctricos en 2024 y el 20% en 2027.
La proyección conservadora supone un crecimiento lineal en la participación de mercado de los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés) chinos en los últimos dos años, aunque BYD solo apunta a obtener el 5% del mercado europeo de automóviles eléctricos para 2025.
Además, aumentar el arancel de la UE sobre todas las importaciones de vehículos procedentes de China al 25% haría que los sedanes y SUV medianos fueran más caros que sus equivalentes europeos. T&E también espera que los SUV compactos y los automóviles más grandes importados de China sigan siendo ligeramente más baratos con dicho arancel.
Sin embargo, T&E señala que la UE no debería intentar proteger a sus fabricantes de automóviles de una competencia más significativa, ya que limitaría la oferta de coches eléctricos asequibles para los europeos.
"Es crucial que un arancel más alto vaya acompañado de un impulso regulatorio para aumentar la producción de vehículos eléctricos, incluidos objetivos de electrificación para las flotas de vehículos de empresa para 2030, además del objetivo acordado de coches limpios al 100% en 2035", explica la organización.
LAS INVERSIONES EN BATERÍAS DE IONES DE LITIO, EN RIESGO
No obstante, la organización también detalla que las inversiones en baterías de ion litio también están en riesgo, ya que las celdas fabricadas en China son al menos un 20% más baratas que en Europa, y los fabricantes chinos de baterías están a la vanguardia en tecnología y cadenas de suministro.
Estados Unidos, por su parte, también está atrayendo inversiones en baterías a través de generosos subsidios. T&E indica que se necesitan medidas a nivel industrial, como subsidios para la fabricación limpia y circular y objetivos de 'Made in UE', para crear un incentivo para la producción local de células.
Por tanto, dado que ninguna de estas medidas está actualmente en vigor, T&E señala que deberían considerarse aranceles para las células de batería. En comparación con Estados Unidos y China, la UE actualmente tiene los aranceles más bajos para las células de batería.
"Los aranceles obligarán a los fabricantes de automóviles a localizar la producción de vehículos eléctricos en Europa, y eso es bueno porque queremos estos empleos y habilidades. Pero los aranceles no protegerán a los fabricantes de automóviles tradicionales por mucho tiempo. Las empresas chinas construirán fábricas en Europa y, cuando eso suceda, nuestra industria automovilística deberá estar preparada", afirma la directora senior de cadenas de suministro de vehículos y movilidad eléctrica de T&E, Julia Poliscanova.