El restaurante madrileño Juana la Loca, una icónica taberna castiza conocida por su ambiente cálido y su oferta culinaria, ha realizado un cambio significativo al trasladar su ubicación del barrio de La Latina al distinguido barrio de Salamanca, reabriendo sus puertas en Calle Recoletos 10 tras 24 años de actividad en su localidad original. La reinauguración marca el inicio de un nuevo capítulo que pretende fusionar arte, diseño y gastronomía en un entorno renovado.
Un diseño renovado y acogedor
Este ambicioso proyecto ha sido liderado por la destacada diseñadora argentina Regina del Carril, en colaboración con el estudio madrileño In Situ. El resultado es un espacio ecléctico que, gracias a su cuidada iluminación y una selección musical adecuada, genera una atmósfera acogedora para sus visitantes.
La sala principal está adornada con retratos de mujeres icónicas, como Marilyn Monroe y Rihanna, desafiando los estereotipos
Al ingresar, los comensales son recibidos por un vestíbulo que combina elegancia y tradición, mostrando suelos de mosaicos venecianos junto con madera noble. La barra principal, elaborada en acero inoxidable y diseñada para albergar a 25 personas, se convierte en un lugar de encuentro destacado. Además, el local dispone de un salón privado con capacidad para hasta 25 personas, ideal para eventos como cenas familiares o reuniones corporativas.
Una propuesta gastronómica única
La propuesta culinaria de Juana la Loca en su nueva sede en Salamanca no solo conserva la esencia española, sino que también incluye influencias de las tradiciones peruanas, japonesas y rioplatenses. Este enfoque busca homenajear la variedad gastronómica de España, ofreciendo platos representativos de todas sus regiones. Entre ellos, destaca su famosa tortilla, reconocida como una de las mejores de Madrid, así como sus pintxos gourmet que también ocupan un lugar importante en el menú.
La continuidad en el equipo de chefs garantiza que la esencia del restaurante perdure, manteniendo el legado de la familia fundadora
Juana la Loca busca establecerse como un referente en el nuevo barrio, ofreciendo una experiencia que no solo celebra la gastronomía, sino que también integra arte y diseño en su propuesta general.